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ni o pensativo© GettyImages

Educación

¿Por qué ha aumentado el número de niños y adolescentes con necesidades de apoyo educativo?

El curso pasado se registró un incremento de un 2% en los escolares españoles que requerían este tipo de apoyo


20 de mayo de 2024 - 18:10 CEST

Cada vez hay más niños y adolescentes con necesidades de apoyo educativo. De hecho, el pasado curso (2022-2023) se incrementó en un 2% el total de alumnos con necesidades educativas específicas, según una encuesta realizada por la Comisión de Estadística de la Conferencia Sectorial de Educación en colaboración con las comunidades autónomas. En cifras, fueron casi un millón los menores que recibieron este tipo de apoyo (en concreto, 966.924 escolares), un número demasiado alto. De estos niños, 262.732 tenían una discapacidad o algún trastorno grave por el que presentaban necesidades educativas especiales, y 704.192 tenían dificultades de aprendizaje por diferentes motivos: trastorno de atención, trastornos de aprendizaje, trastorno de lenguaje y altas capacidades, si bien el mayor porcentaje de ellos necesitaban este apoyo a causa de situaciones de vulnerabilidad socioeducativa.

¿A qué se debe esta situación? ¿Por qué hay más niños con necesidades de apoyo educativo? “Se puede deber al aumento de detecciones precoces y, por lo tanto, de diagnósticos y derivaciones que se dan gracias al buen funcionamiento del sistema, ya que se está poniendo el foco en observar las necesidades de cada alumno y alumna para tratar de poner las herramientas necesarias a su alcance, tanto a nivel material como a nivel humano y profesional”, nos responde Alejandra Melús, experta en atención temprana, educación emocional y primera infancia.

¿Cómo saber si un niño o un adolescente necesita apoyo educativo?

“Se valora al alumno de manera individual y holística a todos los niveles -cognitivo, social, motor…-, en todas las áreas de desarrollo, en su comprensión, capacidad de aprendizaje, de poner en práctica los conocimientos aprendidos…”, indica Melús, quien puntualiza que esa valoración la llevan a cabo varios profesionales.

“En algunos casos se precisa un informe de un equipo de orientación educativa y psicopedagógica o del Departamento de Orientación para indicar qué tipo de asistencia o apoyo precisa el alumno. En otros, se necesita un certificado médico de los servicios de salud pública, para poder acceder a dicho apoyo, además del informe anteriormente descrito. Y, también pueden acceder al apoyo quienes cuenten con un certificado de discapacidad igual o superior al 25%”.

Profesora ayuda a alumna© GettyImages

¿En qué consiste el apoyo educativo?

¿Cómo es el apoyo educativo que reciben estos niños? ¿Qué les aporta? “Se trata de ofrecer al alumno los recursos necesarios, específicos e individuales para que acceda y alcance el éxito académico e integral, adaptando el modelo, haciéndolo más accesible para él a través de herramientas que atiendan a la diversidad del niño o la niña”, explica Melús. “Los profesionales encargados de llevar a cabo este apoyo educativo, tanto tutores como personal específico, especialistas en audición y lenguaje, especialistas en pedagogía terapéutica, auxiliares de apoyo educativo… Serán los responsables de adaptar el currículo ordinario a las necesidades específicas del alumno o la alumna que así lo precise. Podrán modificar aspectos como los objetivos, el contenido y los criterios de valuación, para favorecer el acceso y el éxito del alumno en todo momento”.

De esta forma, con la adaptación del currículo de manera personalizada en función de las necesidades específicas e individuales de cada uno de estos niños, lo que se busca es “procurar el bienestar educativo, emocional e integral del menor”.

Sin embargo, no siempre es fácil llevarlo a la práctica. El motivo son las ratios que deben atender los profesionales en cada centro, que hace que hacen que el apoyo educativo acabe resultando, en muchos casos, escaso. “A veces es imposible poder dar el servicio adecuado a cada niño o niña contando con los recursos humanos que se disponen en la actualidad. No es en ningún caso responsabilidad de los profesionales que realizan este apoyo, ya que ellos lo hacen lo mejor posible, sino que no disponen de las horas y el tiempo suficiente para poder realizar su labor como desearían tanto ellos, como los niños y familiares que precisan de apoyo educativo”.

La clave del éxito de este apoyo está, precisamente, en la individualización y eso “precisa de mucho tiempo, de elaboración de recursos, adaptación de actividades, adaptación de métodos de enseñanza y aprendizaje, métodos de evaluación y puesta en marcha, que es imposible poder abarcar y desarrollar con la ratio de niños y niñas que tiene cada profesional para dar apoyo educativo”.