Si hay una profesión que, al menos hasta ahora, haya hecho que muchas mujeres retrasen el momento de convertirse en madres esa es la de deportista de alto rendimiento. La exigencia física y los estrictos entrenamientos, unido a que es una profesión más limitada en el tiempo, hace que muchas deportistas de élite vean incompatible la maternidad con el éxito profesional. Así lo corrobora un estudio realizado por la Asociación de Futbolistas Profesionales (FUTPRO), que señala que más del 40% de las jugadoras españolas de fútbol profesional retrasarán su maternidad por ser deportistas de élite.
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“Sea cual sea la decisión de una mujer sobre su maternidad y su carrera profesional o deportiva, debemos recordar que, en términos de fertilidad, la edad continúa siendo el factor biológico más determinante a la hora de conseguir un embarazo, especialmente si la mujer decide postergar su maternidad”, advierte la Dra. Mónica Aura Masip, directora médica de Ginefiv Barcelona. “Sabemos que los 35 años es una edad clave a partir de la cual será más complicado conseguir el embarazo de forma natural, y lo vemos en deportistas que han acudido a nuestros centros”.
La realidad es que, si estas mujeres quieren triunfar profesionalmente, pueden verse en muchos casos obligadas, en cierto modo, a retrasar su maternidad, puesto que los años de máximo rendimiento deportivo suelen coincidir con la etapa más fértil en la vida de la mujer. Y no solo las deportistas de alto rendimiento; son muchas las mujeres que deciden postergar la maternidad para poder seguir progresando en su profesión. La flexibilidad horaria desaparece en la mayoría de los casos cuando se tiene un bebé y, lamentablemente, siguen siendo muchas las empresas que no ascienden a empleadas que tienen niños pequeños o que están embarazadas e incluso, relegan a actividades menores para su rango cuando se convierten en madres.
Sin embargo, según la Dra. Masip, ambas facetas, la profesional y la familiar -tan importantes en la vida de toda mujer- no tienen por qué ser incompatibles. La especialista en reproducción asistida recuerda que “la preservación de la fertilidad a través de la vitrificación de ovocitos en edad fértil es una gran opción para las deportistas de alto rendimiento que desean continuar con su carrera deportiva sin renunciar a la maternidad en el futuro”.
¿Por qué la vitrificación de ovocitos puede ser una opción?
Teniendo en cuenta que el retraso de la maternidad está generalizado en nuestra sociedad y que está afectando a la tasa de natalidad, cada vez son más los especialistas en fertilidad que recomiendan a las mujeres vitrificar ovocitos cuando son jóvenes y tienen una buena reserva ovárica para poder así decidir con más libertad y con más seguridad cuándo van a ser madres. Con ello, “conseguimos disponer de ovocitos de edad más joven para usarlos en el momento que la mujer decida iniciar su proyecto de maternidad”, explica la Dra. Masip.
Su principal importancia es que, a medida que avanza la edad de la mujer, “la genética del óvulo y otras estructuras de este se van alterando, lo que deriva en una mayor probabilidad de embriones con alteraciones cromosómicas, menor capacidad de desarrollo y un mayor riesgo de aborto”. Frente a esta realidad, “si una mujer congela sus óvulos entre los 25 y los 30 años, en plena edad fértil, y decide utilizarlos a una edad posterior, estos conservarán la misma capacidad fértil y calidad que el día que tomó la decisión de preservarlos”, concluye la experta de Ginefiv.
Cómo influye el deporte en la fertilidad
El deporte regular y moderado favorece la fertilidad, puesto que reduce los niveles de estrés, ayuda a mantener el cuerpo activo y, en general, mejora la calidad de vida. Otra cuestión bien diferente es el deporte de alto rendimiento: “tanto su práctica en exceso como el sedentarismo pueden ser contraproducentes a la hora de buscar un embarazo o planificar un proyecto de maternidad ya que, en las mujeres, ambas situaciones pueden provocar desequilibrios hormonales que alteren la ovulación y aumentar el estrés oxidativo celular”, asegura la doctora.
Por eso la experta recomienda a las mujeres que están buscando un embarazo o realizando un tratamiento de fertilidad “cuidarse de forma equilibrada para mantener un buen estado de salud reproductiva, incorporando una rutina de deporte moderada que no exceda las cuatro horas de ejercicio físico a la semana, controlando la alimentación con una dieta variada en verduras, frutas, legumbres y pescado, y priorizando la calidad y horas de sueño”.