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Natalia Olaso es una mujer vital, alegre, y optimista, pero también es una madre que se cansa, que no llega a todo, que puede perder los nervios y que, por encima de todo, adora a su familia. Sus tres hijos lo son todo para ella, y esa autenticidad es lo que ha querido reflejar en RR. SS. y lo que la ha llevado a ganarse el cariño de sus miles de seguidores.
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-Natalia, eres fotógrafa y creadora de contenido, pero ¿cómo te definirías tú?
-Como una persona muy normal, alegre, con un punto alocado y con bastante carácter.
-Te has hecho muy conocida a raíz de tu cuenta de IG, ¿qué te llevó a abrirla?
-Conocía la aplicación desde antes de 2016, pero empecé a usarla cuando mi padre se puso enfermo. Estaba viviendo una parte muy dura por su enfermedad, y todo lo que conlleva, pero, a la vez, tenía mi vida de madre con todas las cosas divertidas que pasaban. Y decidí empezar a contar esa parte.
-¿A qué crees que es debido tu éxito?
-Yo no lo llamaría éxito… Siempre he intentado ser yo misma, tal cual soy en mi casa y con mi gente. Con mis cosas buenas y menos buenas, que, a veces, en esto de las redes sociales, parece que no existen, pero ahí están.
-Tienes tres niños y has comentado que, cuando eran más pequeños, tu vida no ‘cuadraba’ con las imágenes idílicas de otras madres en RR. SS., ¿qué no esperabas de la maternidad que te impactó tanto?
-Creo que las redes sociales, al principio, estaban muy orientadas a mostrar fotos bonitas, con todo muy cuidado, y era muy estético, incluidas las fotos de niños y de familia. Yo veía eso y miraba a mis hijos y había infinitas diferencias. Y eso es lo que empecé a contar. Algo que creo que vivimos casi todas las madres.
“Mis hijos me han enseñado a simplificar las cosas y no dar tantas vueltas para llegar a algo. me han enseñado a tener paciencia, a reírme de las cosas poco importantes y han sacado una parte de humor que yo antes no tenía”
-¿Qué te ha enseñado la crianza de tus hijos?
-¡De todo! Pero creo que lo más importante es que el ‘yo’ pasa a un segundo plano. Empiezas a pensar en plural, en lugar de en individual. También he descubierto que da igual que hagas lo mismo con todos tus hijos, que cada uno tiene su personalidad y no le sirve lo mismo a uno que a otro.
-Y ¿qué has aprendido de ellos?
-A simplificar las cosas. A no dar tantas vueltas para llegar a algo. Me han enseñado a tener paciencia, a reírme de las cosas poco importantes y han sacado una parte de humor que yo antes no tenía.
-Reflejáis un estilo de vida aventurero, ¿qué es lo que más te gusta de compartir esta forma de vida con tus niños?
-Dicen que lo mejor que le puedes dejar a un hijo son las vivencias. Quiero que aprendan a disfrutar de la vida, que encuentren su pasión. Que aprovechen el tiempo. Y que tengan muchos recuerdos de todo lo que hicimos juntos.
-¿Crees que es posible llegar a ‘ser amiga de tus hijos’, además de madre, o es una utopía?
-No creo en una educación ‘antigua’, donde había un abismo entre padres e hijos, y tampoco en la amistad como tal entre ambas partes. Estoy en un punto intermedio. Quiero que nos tengan siempre como apoyo para contarnos todo lo que les ocurra, que tengan la confianza de saber que estamos aquí y que pueden acudir a nosotros.
“La hípica es un deporte muy sacrificado y poco agradecido en la parte de competición, pero esa conexión con el caballo, e intentar superarte cada día, me emociona”
-Con tres niños y tu profesión en un momento muy dinámico, ¿cómo te organizas para llegar a todo?
-¡No llego a todo! Y, encima, tengo muchas manos amigas que ayudan. Intento priorizar, y no sufrir si las cosas se quedan ‘a medias’.
“No creo en una educación ‘antigua’, donde había un abismo entre padres e hijos, pero tampoco en la amistad como tal entre ambas partes. Estoy en un punto intermedio. Quiero que nos tengan, a mi marido y a mí, siempre como apoyo para contárnoslo todo. que sepan que estamos aquí“
-¿Qué tal equipo haces con tu marido, tenéis repartidas las funciones o los dos sois ‘todoterreno’?
-Él es infinitamente mejor padre que yo. Los dos podemos hacer cualquier cosa, pero, por lo general, él lo hace mejor. Tiene más paciencia y más templanza.
-¿Los dos queríais familia numerosa?
-Sí, siempre.
-Además de la fotografía, te apasiona la hípica, ¿qué te aporta este mundo?
-Es un deporte muy sacrificado y poco agradecido en la parte de competición, pero esa conexión con el caballo, y el intentar superarte cada día, me emociona.
“De la maternidad he aprendido que el ‘yo’ pasa a un segundo plano, y que da igual que hagas lo mismo con todos tus hijos: cada uno tiene su personalidad y no le sirve lo mismo a uno que a otro”
-¿Compites profesionalmente?
-No, soy amateur. Lo que sucede es que, en este deporte, muchas veces se juntan en la misma prueba profesionales y gente que no lo es. Es muy exigente, intento montar seis veces a la semana, y ni con esas salen las cosas como queremos.
“Cuando empecé en las redes sociales, estaba viviendo una parte muy dura por la enfermedad de mi padre, pero, a la vez, tenía mi vida de madre con todas las cosas divertidas que pasaban. Y decidí empezar a contar esa parte”
-Volvamos a tu actividad en RR. SS. Te caracterizas por tu sinceridad y alguna vez has sido objeto de críticas, ¿cómo llevas esta parte de tu trabajo?
-No diría que tengo muchas críticas. Obviamente, siempre hay, pero considero que la gente es muy amable conmigo. Como en la vida en general, no podemos caerle bien a todo el mundo.
“Siempre he intentado ser yo misma, tal cual soy en mi casa y con mi gente. Con mis cosas buenas y menos buenas, que, a veces, en esto de las RR. SS., parece que no existen, pero ahí están”
-Hay quienes consideran que quizás haces una exposición excesiva de tu familia, ¿qué les dirías a estas personas al respecto?
-Creo que hay que tener cuidado, pero evitar las RR. SS. no me parece la solución, han venido para quedarse. Intento mostrar la realidad y que mis hijos vean que no hacen falta vidas paralelas ni vidas perfectas. Que cada uno es como es y siempre hay algo bueno en los días normales. Aun así, respeto a quien piensa lo contrario.
-Si algún día decidieras cambiar tus pasos profesionales, ¿hacia qué destino irías?
-Estudiaría Medicina, pero eso, ahora, es imposible, así que retomaría de pleno la fotografía, que es a lo que me he dedicado muchos años. Y, si no, también tengo Magisterio, que es la carrera que estudié.