Se estima que la adenomiosis afecta, aproximadamente, a un 20% de la población general (hay diferencias, según los estudios, pues en algunos llegan hasta el 35% de mujeres en edad fértil). Este porcentaje se sitúa en un 30% de las mujeres a las que se les ha diagnosticado endometriosis. Ambas condiciones pueden suponer un obstáculo para la fertilidad femenina.
La Dra. Elena Traverso, ginecóloga de las clínicas de reproducción asistida Ginemed San Fernando y Jerez, en Cádiz, nos habla de esta patología y de cómo impacta en las mujeres que quieren ser madres.
¿En qué consiste la adenomiosis?
“La adenomiosis consiste en la presencia de glándulas endometriales y estroma (es decir, endometrio) dentro del miometrio, que es la capa muscular del útero”, explica la experta. Se trata de una de las manifestaciones menos conocidas de la endometriosis.
La endometriosis es una enfermedad crónica muy ligada a las hormonas que afecta a unas 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo. Se trata de una enfermedad que se caracteriza por el crecimiento del tejido endometrial en la parte exterior del útero y cuyo síntoma más habitual es el dolor durante la regla.
Por el momento se desconocen las causas que provocan la adenomiosis, aunque se cree que detrás de ella está la rotura de la barrera entre endometrio y el miometrio. La adenomiosis puede aparecer en cualquier momento de la etapa reproductiva femenina, pero en la mayoría de los casos se da en mujeres que están entre los 40 y los 50 años. Hay que recordar que, especialmente en España, un número considerable de mujeres se plantean su primera maternidad rondando los 40 años, por lo que es una enfermedad que hay que tener también en cuenta.
¿Qué síntomas tiene la adenomiosis?
El principal síntoma de la adenomiosis es la presencia de reglas abundantes, acompañadas, en muchos casos, por un dolor intenso durante la menstruación. Además, las mujeres que padecen esta enfermedad pueden llegar a sufrir otros síntomas, como dolor al mantener relaciones sexuales, dolor pélvico, sangrado entre reglas o infertilidad.
“Las enfermedades como la adenomiosis o la endometriosis han sido tradicionalmente poco estudiadas e infradiagnosticadas, especialmente porque los síntomas tienden a considerarse como normales por las personas que los sufren. De ahí, la importancia de acudir a revisiones ginecológicas periódicas. Además, sabemos que existen factores que predisponen a las mujeres a padecer adenomiosis, como la edad, la multiparidad, haber tenido una cirugía uterina previa, el tabaco, los embarazos ectópicos, o haber consumido ciertos medicamentos, como el tamoxifeno’’, señala la Dra. Elena Traverso.
¿Cómo se diagnostica la adenomiosis?
“El diagnóstico final de la enfermedad se realiza por el estudio anatomopatológico, pero se puede intuir mediante ecografía transvaginal (eco 2D, 3D) y, sobre todo, con resonancia magnética”, destaca la ginecóloga.
Con respecto al tratamiento de las mujeres afectadas, dependerá mucho de si desean o no tener hijos. Al tratarse de una enfermedad crónica, el manejo terapéutico estará dirigido a controlar los síntomas para que la mujer se sienta mejor. Así, se pueden pautar antinflamatorios no esteroideos para el control del dolor, anticonceptivos hormonales orales y agonistas de la GNRH, de la misma forma que se hace cuando la paciente tiene endometriosis. “También se podría plantear como alternativa un DIU hormonal de levonorgestrel, pero la histerectomía sería el único tratamiento curativo definitivo”, apunta.
¿Cómo afecta la adenomiosis a la fertilidad?
“La adenomiosis está relacionada con la infertilidad. Parece demostrado que esta afección disminuye las tasas de embarazo y aumenta las de aborto . La adenomiosis también puede generar fallos de implantación cuando se realizan tratamientos de reproducción asistida”, advierte la especialista de Ginemed.
No obstante, hay mujeres a las que no les afecta negativamente a la hora de tener hijos, de la misma forma que la endometriosis no supone un obstáculo absoluto en la maternidad de las mujeres en edad fértil.
En palabras de la Dra. Elena Traverso, “una vez que se diagnostica la enfermedad, es importante un asesoramiento de cara a las posibilidades de fertilidad y valoración de opciones para lograr embarazo, como la fecundación in vitro o la inseminación artificial”, y añade que “independientemente del punto en el que se encuentre la enfermedad, es recomendable empezar cuanto antes el estudio de fertilidad”.