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tdah en la adolescencia© AdobeStock

Adolescentes

¿Puede el TDAH aparecer por primera vez en la adolescencia?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se suele detectar en la primera infancia. Pero ¿es posible que el niño llegue a la adolescencia y debute en ese momento? ¿Qué características tiene esta condición entonces?


15 de abril de 2024 - 12:49 CEST

El TDAH afecta en España a entre un 6 y un 7% de los niños en edad escolar (6-12 años). En el tramo de la adolescencia hay menos estudios con respecto a ello, pero los que hay señalan que se puede detectar en el 2,5-3% de los chicos de esta edad. Es un dato que podría no ser concluyente, pues otros trabajos en Estados Unidos hablan de que hay un 4,5% de adultos con este trastorno.

El Dr. Manuel Fernández, neuropediatra y director y fundador de INANP (Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica), en Sevilla, nos cuenta si realmente el TDAH puede aparecer por primera vez en la adolescencia.

¿A qué edad aparecen los síntomas de TDAH?

Las guías clínicas hablan de que los síntomas del TDAH se deben manifestar antes de los 12 años, sin embargo, hay chicos en los que se hacen evidentes más tarde. Corresponden a dos casos, especialmente. “Puede suceder que estemos hablando de síntomas leves que pasan desapercibidos, y que están más ligado a la atención”, destaca el experto. “Y, por otro lado, hablamos de  falta de atención ligada a altas capacidades  o a coeficientes de inteligencia en límites altos”.

Cuando hay hiperactividad, el debut es mucho más precoz, pues la impulsividad y otros síntomas asociados destacan mucho, por lo que es muy raro que se detecten por primera vez en la adolescencia.

Falta de atención en la adolescencia© AdobeStock

Falta de atención ligada a altas capacidades

Cuando la falta de atención está ligada a las altas capacidades, los chicos pueden ir sorteando sus dificultades sin llamar la atención, ya que  compensan con su inteligencia los problemas atencionales.  “No suelen tener dificultades de aprendizaje ni de rendimiento hasta avanzar en el terreno académico”, explica el director de www.elneuropediatra.es.

De hecho, son menores que a veces ni siquiera obtienen las puntuaciones para ser calificados como de altas capacidades, ya que el déficit de atención los lastra en las pruebas.

Pero cuando llegan a cursos superiores, como la ESO o Bachillerato, suele haber una bajada de calificaciones muy acusada, y entonces pueden sentir frustración, irritabilidad e incluso darse un cambio de conducta. Las dificultades atencionales comienzan a afectar al rendimiento académico.

“Además, su problema se confunde con la falta de motivación, cuando tiene un origen totalmente diferente”, destaca el neuropediatra. En el TDAH hay una base biológica y una alteración en el desarrollo.

Los problemas de un TDAH no diagnosticado

Las familias que acuden a consultar por problemas de atención de sus hijos en la adolescencia ligados a un bajo rendimiento académico suelen llegar con mucha preocupación al médico. “Lo habitual es que el adolescente lleve tiempo sufriendo esta situación a costa de un gran esfuerzo mental no detectado. Esto le genera gran inseguridad y baja su autoestima. Además,  sienten mucha frustración que suele acompañarse de ansiedad,  pues llegan a dudar de su capacidad”, asevera el Dr. Manuel Fernández.

En cuanto a los padres, es habitual que se sientan culpables por no haber sido capaces de motivar a sus hijos o por pensar que no han creado en ellos rutinas de estudio eficaces.

El tratamiento en los adolescentes con TDAH

Sin embargo, para el especialista, lo verdaderamente importante es plantearse qué herramientas hay para ayudar en el corto y en el largo plazo a estos adolescentes.

“Tanto el tratamiento farmacológico como la terapia logran reconducir la organización cerebral que está provocando las dificultades”, asegura. En este sentido, confirma que los padres son cada vez menos reticentes a administrar medicamentos contra el TDAH a sus hijos: “Saben que no solo tratamos los síntomas sino que ayudamos a que su proceso madurativo se reconduzca”. Y añade: “Son fármacos que no generan dependencia, ni adicción ni causan secuelas físicas ni en el desarrollo”.

¿Es posible superar el TDAH sin tratamiento? “Los únicos casos que evolucionan bien sin tratamiento son los que tienen sintomatología leve que no cursa con muchos problemas, es decir, aquellos en los que hay poca carga biológica. En el 95% de las ocasiones, hay un tratamiento”, concluye.

Además de los medicamentos que, en general, son bien tolerados durante la adolescencia porque el sistema metabólico ya está bastante formado, hay que apoyarse en terapia congnitivo-conductual para trabajar las áreas afectadas y organizar de otro modo la vida diaria. Ese tratamiento durará entre dos y seis años, de media, y permite que en un futuro el afectado pueda llevar una vida completamente normal.

En el TDAH hay una tendencia a responder a corto plazo a estímulos gratificantes; esto  puede condicionar al desarrollo de adicciones a sustancia o a adicciones sin sustancias, como las apuestas.  Por ello, el experto insiste en la importancia de tratar al afectado en la infancia o en la adolescencia si es en este momento cuando los síntomas se hacen evidentes.