La enfermedad de Legg-Calve-Perthes, comúnmente conocida como enfermedad de Perthes, es una osteonecrosis o lo que es lo mismo, una necrosis avascular idiopática de la epífisis de la cabeza del fémur. Esta enfermedad se produce por la interrupción del riego sanguíneo en la cabeza del fémur y, cuando se presenta en niños durante su crecimiento, genera de forma inmediata y a largo plazo graves problemas de salud.
Las causas que originan esta falta de riego sanguíneo a la cabeza del fémur se desconocen y por ello se dice que es idiopática. La falta de sangre da lugar a la escasez de oxígeno y nutrientes en el hueso, el cual se debilita, se atrofia y se fragmenta. Afecta con mucha mayor frecuencia a niños que a niñas, en proporción de 5:1, casi siempre afecta a un solo fémur y en algunos casos es bilateral, es decir se presenta en ambos fémures, a la vez o por separado en diferentes momentos del desarrollo.
Es una enfermedad auto limitada, es decir que se cura de forma espontánea en un tiempo relativamente prolongado, pero que puede dejar secuelas graves en la edad adulta.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad de Perthes?
Esta enfermedad suele comenzar entre los 2 y los 12 años de edad con una media de aparición de los primeros síntomas a los 7 años. Suele quejarse el niño de dolor leve e intermitente en la cara anterior del muslo, ingle o rodilla y también suele aparecer claudicación y cojera, a veces indolora.
Los primeros signos físicos consisten en una marcha “antiálgica” (es decir, una marcha diferente para evitar el dolor), espasmo muscular, limitación a la amplitud del movimiento de la cadera y dolor que empeora con la actividad y mejora con el reposo.
¿Existe tratamiento para la enfermedad de Perthes?
La enfermedad de Perthes es un proceso local que cura espontáneamente. El tratamiento médico o quirúrgico tiene la justificación de evitar la deformidad final de la cabeza del fémur y la artrosis secundaria que se puede presentar en la edad adulta.
Debe ser planificado y controlado por especialistas en traumatología, ortopedia y rehabilitación. En su totalidad, todas las actitudes terapéuticas están orientadas a conseguir la curación con una cabeza femoral esférica, manteniendo la cabeza del fémur dentro del acetábulo, limitando el apoyo del miembro afectado, facilitando su movilidad y controlando la subluxación de la articulación.
El pronóstico en la enfermedad de Perthes
El pronóstico a largo plazo depende de la deformidad resultante y de la posibilidad de padecer artrosis de cadera en la edad adulta. Los factores que influyen en la aparición tardía de lesiones artrósicas son: la deformidad de la cabeza femoral y la edad del paciente al comienzo de la enfermedad, pues los niños mayores con deformidad residual son los más expuestos a padecer artrosis en la edad adulta.
Si la enfermedad comenzó pasados los 10 años o más, la incidencia de esta complicación es casi del 100%. Por el contrario, si la enfermedad comenzó antes de los cinco años, las posibilidades de aparición de artrosis en la edad adulta son mínimas.