Entre las vacunas que están disponibles para adolescentes se encuentra la del papilomavirus o virus del papiloma humano (VPH). Después de unos años administrándola, su pauta ha cambiado.

Hablamos con el Dr. Pepe Serrano, del Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), para que nos cuente las últimas novedades y qué tener en cuenta.

¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?

El virus del papiloma humano se contrae al mantener relaciones sexuales. De hecho, se estima que aproximadamente la mitad de las personas que han mantenido sexo pueden llegar a tener este virus. Esto no significa que vayan a enfermar, pues hay un alto porcentaje de ellos en las que la infección queda sin ningún efecto y no causa problemas.

Sin embargo, en otros sí lo hace. “Primero aparece la infección, esta produce lesiones y finalmente se puede llegar a una lesión precancerosa o cancerosa”, indica el especialista.

Para causar esas lesiones malignas, los virus han de permanecer por mucho tiempo en el organismo y pertenecer a un tipo oncogénico concreto. Así, el VPH puede dar lugar a cáncer de cuello de útero (o cáncer de cérvix) y a cáncer de vulva en mujeres. En hombre también puede provocar cáncer de pene y en ambos sexos, cáncer orofaríngeo y cáncer anal.

Otra consecuencia del virus del papiloma humano son las verrugas genitales, que, aunque no tienen mayor trascendencia para la salud, resultan muy molestas.

¿Cómo protege la vacuna del VPH?

“La vacuna del VPH es preventiva”, indica el Dr. Pepe Serrano. “Si te vacunas contra los tipos incluidas en ella es muy eficaz”, insiste. De hecho, se ha comprobado ya que en lugares como Australia, que llevan vacunando mucho tiempo, las lesiones premalignas ya no aparecen, y finalmente el cáncer tampoco.

Por este motivo, la recomendación es administrar la vacuna del papiloma humano antes de que el adolescente haya mantenido relaciones sexuales (completas o sexo oral). En la ficha técnica de la vacuna se contempla que puede ponerse a partir de los nueve años. En España, se ha elegido la edad de 12 años para comenzar con la vacunación.

Cuando el adolescentes se vacuna contra el VPH antes de haber comenzado a mantener relaciones sexuales, “es muy eficaz”. En todo caso, la recomendación es ponerla, aunque ya hayan tenido relaciones, “pues hay distintos genotipos y se ha podido contagiar de alguno, pero la vacuna le protege frente a los demás”.

El preservativo no es muy eficaz para evitar la transmisión del VPH. Se estima que evita solo en un 60% su contagio, por lo que la vacuna es el método más efectivo para protegerse.

¿Cuál es la nueva pauta de vacunación?

Actualmente, con las nuevas directrices, se vacuna a todos los chicos y chicas a partir de 12 años. Es una vacuna financiada por la Seguridad Social en todas las comunidades autónomas. Se les pone dos dosis, separadas por seis meses.

El cambio ha venido en los adolescentes a partir de 15 años. Antes se les suministraban tres dosis, pero se ha llegado a la conclusión de que la protección frente al VPH es la misma con solo dos dosis. Estas dos dosis se seperarán también seis meses entre ellas.

La vacuna del VPH está financiada desde 2022 también para varones (antes solo lo estaba para chicas). Otra de las novedades es que “los varones a los que le tocara ponérsela en ese momento y que no lo hicieran por alguna circunstancia, pueden hacerlo ahora de forma financiada hasta los 18 años”, comenta el representante de la AEP. Es decir, los chicos que tuvieran 12 años en 2022 y no se la pusieran en su día, pueden ponérsela ahora.

¿Qué sucede si se han puesto tres dosis?

Las autoridades sanitarias han decidido pasar de dos dosis a tres a partir de los 15 años no por temas de seguridad, sino porque se ha visto que “su efectividad y eficacia es igual con dos que con tres dosis”, subraya el experto. No ocurre nada si se han puesto tres dosis en años anteriores.

¿Y si no se ha cumplido la pauta de una nueva dosis a los seis meses? No hay que empezar de nuevo la vacunación. “Dosis puesta, dosis que cuenta”, tranquiliza. Se pondría la otra dosis cuando sea posible y la protección es igual.

En el caso de que haya que poner esa segunda dosis por cuenta de la familia (porque el adolescente tenga más de 18 años), hay que solicitar la receta al médico de familia, comprarla en la farmacia y llevarla al centro de salud para que la administren.