mitos a desterrar sobre el autismo© AdobeStock

Día de concienciación sobre el autismo

9 ideas falsas sobre el autismo que hay que desterrar

¿Qué mitos sobre el autismo no tienen base y cuál es la realidad de esta condición?


2 de abril de 2024 - 13:56 CEST

Cada 2 de abril se celebra el Día de Concienciación sobre el Autismo. En España, uno de cada 100 nacimientos correspone a un niño con TEA (trastornos del espectro del autismo), según el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Así, habría casi medio millón de personas con esta condición en el país.

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Sobre el autismo recaen muchos mitos falsos. Hemos recurrido a Manuela Esteban, psicóloga y directora del Centro de la Fundación ConecTEA en San Sebastián de los Reyes (Madrid), para que nos ayude a desmontarlos.

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1. \'Se detecta solo en los primeros años de vida\'

El autismo se puede detectar en cualquier momento de la infancia, la adolescencia o incluso la edad adulta. No obstante, hay una serie de señales y de características que deben estar presentes entre los tres y los cinco años, aunque en un primer momento pudieran haber pasado inadvertidas.

“Hay un desorden sensorial, pues la forma en que interpretan los estímulos es diferente al resto, bien por exceso o bien por defecto. La corteza cerebral donde se interpreta esa información está registrando por encima o por debajo”, explica la experta. En este sentido, son niños con dificultades sensoriales, por ejemplo, en relación al tacto, a las texturas, en la comida... También hay algo que falla en la comunicación e interacción social, pueden tener patrones rígidos y conductas repetitivas, dan vueltas para autorregularse...

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2. \'Hay más niños que niñas con autismo\'

Es una verdad con matices. La realidad es que hay una niña con autismo por cada niño con esta condición. Sin embargo, la tasa de diagnósticos entre la población femenina es más baja porque ellas tienden a lo que se llama ‘enmascaramiento’. “Sucede en chicas con poca afectación que han sabido camuflarse socialmente y que pasan como chicas retraídas o muy tímidas y que no llaman la atención porque no hay problemas académicos e imitan la forma de comportarse de otros en el terreno social”, comenta Manuela Esteban.

Cuando estas chicas llegan a edades más avanzadas sin un diagnóstico de autismo presentan otras comorbilidades, como ansiedad, una baja autoestima y poca tolerancia a la frustración. “No entienden qué falla, piensan que son ellas”.

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3. \'El autismo se puede curar\'

El autismo no es una enfermedad; es una condición “que nace con la persona y muere con ella”. Sin embargo, hay quien se aprovecha de la vulnerabilidad de las familias para ‘vender’ remedios que están fuera del ámbito científico y que prometen revertir el autismo, cuando esto no es posible.

No obstante, el hecho de que hablemos de algo para toda la vida no implica que no haya cambios. “No es estático. Un niño con TEA de tres años y una buena intervención no tiene nada que ver con otros que no haya recibido esa atención, ni tendrá nada que ver su futuro”, apunta la representante de www.fundacionconectea.org.

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4. \'Se relaciona con las vacunas\'

Es un mito que ha hecho mucho daño. Vacunas y autismo no están relacionados de ninguna manera. Fue un estudio de hace décadas el que lo sugirió que luego fue retirado porque sus conclusiones eran “totalmente falsas”, ya que el médico que lo había publicado tenía un conflicto de intereses que lo llevó a falsear sus hipótesis.

En cualquier caso, a día de hoy, no se conoce con exactitud el origen del autismo, en el que confluyen factores genéticos y factores ambientales. “No sabemos porqué se da más en algunos lugares geográficos que en otros”, apunta la especialista.

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5. \'Está siempre ligado a discapacidad intelectual\'

El autismo no implica siempre discapacidad intelectual. Hay niños y adultos con autismo con una inteligencia normal e incluso por encima de la media, y otros con moderada o con gran afectación donde sí hay un menor desempeño cognitivo.

El autismo se divide en tres grados. En el grado 1 están las personas con autismo de alto funcionamiento (lo que antes se denominaba Asperger). Su inteligencia no está afectada. En el grado 2 hay una afectación moderada, y en el grado 3, una gran afectación. Estos grados, como explica Manuela Esteban, deben relacionarse también con la dependencia que genera el autismo, que se puede ver, por ejemplo, en las relaciones sociales. Un niño con autismo puede tener grado 1, pero si no posee habilidades para mantener por sí mismo relaciones sociales, su dependencia será más alta.

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6. \'No hay relaciones sociales\'

Los niños y los adultos con autismo no huyen de las relaciones sociales. El problema que tienen es que interpretan ese contexto de otro modo. Por ejemplo, no captan el doble sentido, ni la ironía y tienen muchas dificultades para entender los matices de la comunicación no verbal, que es un 70% de lo que transmitimos, como destaca la directora del Centro de la Fundación ConecTEA.

“Ellos sí disfrutan de las relaciones sociales, pero no saben cómo mantenerlas, porque les falta esas habilidad. Por eso cuando encuentran a alguien como ellos se sienten bien”, destaca. De hecho, pueden disfrutar del ocio y de la amistad como los demás.

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7. \'Su desarrollo es limitado\'

“No se puede conocer de antemano el desarrollo que tendrá un niño con autismo. Hay algunos que tienen un inicio lento, pero luego despegan y desarrollan muchas habilidades, hay otros que van poco a poco, algunos que se estacan...”, aclara la especialista. Hay personas con TEA con estudios universitarios y otras que no llegan a hablar. El ámbito del espectro es muy amplio.

Se habla de “un mismo espectro, infinitos matices”, en una campaña de este año para subrayar que las personas con TEA tienen diferentes características, gustos e inquietudes y que no se puede generalizar.

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8. \'Es una condición aislada\'

Los trastornos del espectro del autismo se pueden presentar solos o asociados a otros síndromes o enfermedades. Hay niños con síndrome de Down que también tienen rasgos TEA y se da también en algunas enfermedades raras, como el síndrome de Phelan McDermid.

“Algunos niños con enfermedades raras son diagnosticados de autismo antes de hacerle pruebas genéticas que luego revelan la presencia de esa enfermedad”, indica la experta.

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9. \'Tienen agresividad\'

A veces sobre el autismo pesa la falsa imagen de agresividad, sobre todo cuando alguna noticia pone el foco en ese punto. Pero no es así. “No son agresivos”, concluye Manuela Esteban. “Hay que comprender que, especialmente los que no tienen lenguaje, pueden acumular mucha frustración si no se les entiende y eso puede generar una alteración conductual o una autoagresión, pero eso nos pasaría a todos en las mismas circunstancias”.

Cuando hay una atención temprana y una intervención, se puede trabajar sobre todo ello para darles herramientas que les permitan abordar esos momentos de intensa frustración.

“Hay que mirar al autismo de otra manera. No debemos hablar solo de los déficits sino de su parte positiva, de cómo nos hacen evolucionar a todos, de su sinceridad, de su perfeccionismo, que ha hecho que grandes personajes con autismo hayan permitido avances importantes, y de su forma de interpretar el mundo tan distinta, que nos puede enriquecer a todos”, destaca.