A la hora de buscar el embarazo, se pone habitualmente el foco en la mujer, en sus hábitos de vida, en su alimentación, en las características de su aparato reproductor o de salud en general. Sin embargo, los problemas de infertilidad en una pareja no son exclusivos de la mujer; de hecho, el 50% de esos problemas tienen que ver con el factor masculino, como nos indica el Dr. Maurizio de Rocco, médico andrólogo de los centros en andrología y medicina reproductiva Fertilab Barcelona y Fundació Puigvert, quien subraya que “la preocupación de los hombres en cuanto a su fertilidad y salud reproductiva debería ser la misma que la de las mujeres”. Para ello es fundamental la información y ser conscientes de qué le afecta y qué no.
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En este sentido, los malos hábitos alimenticios son un factor determinante en la infertilidad masculina. Así lo demuestra un reciente estudio de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, que ha concluido que los hombres cuya ingesta energética se basa en un 30% de alimentos ultraprocesados tienen más probabilidad de tener una calidad espermática alterada. Y una calidad espermática alterada implica menos posibilidades de lograr un embarazo, pero no solo eso; en caso de conseguirlo, puede conllevar riesgos para el feto, puesto que el padre podría transmitirle ciertas alteraciones genéticas que comprometan su desarrollo o su salud.
Para conseguir tener un bebé, es importante, en lo que al hombre respecta, no ingerir a menudo alimentos procesados, productos altos en azúcar, refrescos, fritos o precocinados congelados, que, como bien sabemos, tienen una baja calidad nutricional y, además, poseen capacidad para alterar la calidad del semen. Aunque estos influyen directamente, “se trata de una cuestión de hábitos, no de ciertos alimentos por sí solos”, puntualiza la Dra. Marta Antich, directora científica y embrióloga especialista en fertilidad y fundadora de Fertilab Barcelona.
Comer alimentos no recomendados de forma puntual no tiene por qué suponer necesariamente que un hombre no vaya a lograr convertirse en padre. Lo que es preciso tener en cuenta es que “no es bueno estar siempre comiendo lo mismo: variedad y moderación son las premisas que tanto hombres como mujeres deben tener claras si quieren mantener un hábito alimentario saludable”.
¿Qué alimentos debe comer habitualmente el hombre para mejorar su fertilidad?
Para mejorar la calidad del semen y, de este modo, mejorar la fertilidad del hombre, necesita una serie de nutrientes. En concreto, la Dra. Antich hace incidencia en 3 tipos de nutrientes que potencian la fertilidad masculina y detalla qué alimentos se deben consumir para obtenerlos:
- Omega 3 y DHA (ácido docosahexaenoico): son ácidos grasos con numerosos beneficios para las membranas de los espermatozoides y “es muy habitual ver un déficit de ellos”. Los alimentos en los que podemos encontrarlos son el pescado azul o el aceite de oliva. Antich recomienda “tomar pescados pequeños como la caballa, el bonito, las anchoas, las sardinas y mariscos como las ostras, ya que a diferencia de los pescados más grandes, como el atún, tienden a tener menos contaminantes”. Lo más adecuado es es tomar una concentración alta, de hasta 1g al día, pero siempre sin abusar, ya que podría aumentar el ácido úrico.
- Antioxidantes: “el espermatozoide tiene que pasar por procesos complejos y tiene que poder moverse con facilidad para poder fecundar con éxito, por lo que se requieren muchas vitaminas”, subraya la embrióloga. Por esta razón, lo apropiado es el consumo de alimentos altos en antioxidantes, como las frutas, especialmente la naranja, verduras rojas, el brócoli o el aguacate, así como los tomates cocinados, que son ricos en licopeno, una proteína que tiene muchos beneficios para la próstata.
- Minerales: si la alimentación es buena, en muchas ocasiones no es necesario tomar suplementos, aunque “hay veces en las que nos encontramos ante casos de déficit de minerales como el magnesio”. Tomar sal marina de buena calidad, beber y cocinar con agua de mar es una forma de tener todos los minerales que necesitas, como el zinc, el magnesio o el selenio.
El papel de otros hábitos saludables en la fertilidad masculina
La Dra. Antich indica que “se dan muchos casos de mejoras sustanciales después de haber realizado pequeños cambios”, como los relativos a la alimentación. Aun así, explica que es muy difícil determinar el porcentaje de casos de infertilidad por mala alimentación, puesto que esta no suele presentarse sola, sino que por lo general va acompañada de otros malos hábitos, como el sedentarismo, y de otros factores como la contaminación o el estrés, todos los cuales son también determinantes en la fertilidad.
Por ello, la especialista en fertilidad recomienda “realizar una actividad deportiva que se disfrute y que no sea de gran impacto, como por ejemplo caminar, patinar o hacer yoga”, así como dormir y descansar bien. “El objetivo es lograr un sueño reparador, que permita realmente descansar, si es posible sin medicación para dormir, siempre que no haya indicación médica expresa”. Por último, evitar en todo momento el estrés y las situaciones que provoquen ansiedad, ya que no permiten un correcto funcionamiento de nuestro organismo.