Después del varapalo que supuso el último informe Pisa y que ya vaticinó, unos meses antes, el informe PIRLS, uno de los principales objetivos del sistema educativo español es que los escolares mejoren en comprensión lectora y en matemáticas, los dos pilares básicos que más flaquean. Para ello, el próximo mes de abril se llevará a cabo una gran evaluación a nivel nacional en la que participarán todos los alumnos de todos los centros escolares del territorio español que estén cursando desde 4º de Primaria a a 2º de la ESO. Se trata de una evaluación muy diferente, en la que también tendrán que responder preguntas los padres y los propios profesores (sobre la situación socioeconómica y familiar, los primeros y, sobre el clima en el centro, los segundos). De este modo, lo que se pretende es llevar a cabo un análisis profundo que permita entender las causas y, a partir del cual, se puedan tomar medidas.
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¿Cuáles son la causas del importante descenso en comprensión lectora y matemáticas de los alumnos españoles?
Esa es, precisamente, la principal motivación de la evaluación a nivel nacional (y que no solo examinará a los escolares sobre matemáticas y comprensión lectora, sino también sobre ciencias, sociales e idioma extranjero). Averiguarlo es un arduo trabajo, puesto que “las causas pueden ser muy variadas”, como nos indica Rosa Mª Peris Sirvent, profesora en los Grados de Maestro en Educación Infantil y en Educación Primaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y profesora del Máster en Métodos de Enseñanza en Educación Personalizada de la misma universidad. Por supuesto, el clima en el colegio y en casa será determinante (en esto y en otros factores relacionados con la inteligencia y la salud emocional de los menores), si bien en aspectos más puramente académicos, la profesora universitaria apunta varios factores:
-Comprensión lectora:
- Primar la lectura oral a la comprensión, pues se pierde significado. Quizás se pierde de vista el objetivo principal cuando los niños están inmersos en el arduo proceso de aprender a leer y escribir y, en muchos casos, nos centramos más en que entiendan cómo descifrar el código de letras y fonemas en lugar de asegurarnos de que realmente entienden lo que leen. Lo ideal sería estimular, desde pequeños, “otras habilidades como la sensibilidad y el gusto por la lectura, mostrando imágenes para que entiendan lo que les leen, juegos de palabras-imágenes, libros atractivos e interesantes, etc. para que los niños tengan curiosidad por conocer más, quieran y deseen leer, para disfrutar de lo que leen porque lo entienden y están preparados para ello”.
- Ausencia de entornos lectores agradables, tanto en el colegio como en casa, hay que dejarles tiempo y un espacio para que desarrollen el hábito lector.
- La insistencia en la lectura que se realiza en los primeros cursos se va diluyendo. “Desaparece cuando entran en los contenidos de las distintas materias, olvidando que lo principal es que entiendan lo que leen o tienen que estudiar…”.
-Matemáticas:
- No haber sentado bien las bases. Uno de los posibles motivos es que los niños “no hayan interiorizado una buena base matemática que facilite la competencia matemática: la resolución de problemas” y que, en cambio, hayan destinado mucho tiempo a “hacer fichas y a rellenar los libros de texto que tan solo tienen que rellenar el resultado”, plantea Peris Sirvent. “Se conseguiría mediante la manipulación de objetos para contar, hacer series, clasificar, agrupar, hacer rompecabezas, puzles para trabajar la orientación espacial, tangram, dejarles tiempo para resolver pequeños problemas cotidianos orales, etc.”. En este sentido, la experta detalla que los niños aprenden a través de sus sentidos de lo que pueden tocar, ver, comprobar, comprender lo concreto para llegar a lo abstracto a asociar, a imaginar nuevos resultados.
¿Cómo lograr que los niños y adolescentes mejoren su nivel de comprensión lectora y de matemáticas?
Tras conocerse los resultados del informe PISA, se anunciaron una serie de medidas con el objetivo de revertir la situación y que los niños y adolescentes mejoren en estas áreas. Entre las medidas anunciadas, se encuentran bajar la ratio en horario lectivo en aquellas clases en las que se impartan comprensión lectora o matemáticas, así como clases de refuerzo gratuitas para los alumnos con dificultades en estas materias, además de un plan de formación al profesorado para la enseñanza, en concreto, de matemáticas. “Todo lo que aporte a la formación del profesorado hace que mejore el rendimiento de los alumnos”, señala la docente acerca de las medidas anunciadas. “Las clases de refuerzo son necesarias para empezar a trabajar con cada uno desde la base para la comprensión de posteriores conocimientos; y claro que bajar la ratio sería positivo, porque se podría atender mejor a los alumnos descubriendo a cada uno para alcanzar un buen aprendizaje”.
A estas, ¿es necesario añadir otras medidas para que los escolares mejoren su nivel? ¿Podemos ayudarles los padres en casa y de manera individual a que lo logren? Aunque en un principio pueda parecer que nada tiene que ver con comprensión lectora o con matemáticas, la profesora de la UNIR destaca la importancia de fomentar el juego simbólico y de permitir a los niños la manipulación en los juegos, “en vez de juegos digitales, que son positivos para trabajar otras habilidades, que también son necesarias, pero que no consolidan el buen aprendizaje de las matemáticas ni la comprensión lectora”.
En general, hay que procurar generar en casa “un clima agradable desde pequeños a través del juego, de todo tipo de juegos educativos, de entretenimiento…”, en los que participen tanto los niños como las madres y los padres. Y, por supuesto, es clave “leerles desde bebés todos los días” y crear ambientes que inviten a querer leer, subraya la experta. Si, además, hacemos juegos de lectura en familia, mejor que mejor.
En cuanto a los colegios, señala una actividad que serviría de ayuda a tal fin en educación infantil y en los primeros cursos de Primaria: “la escucha diaria de una lectura en voz alta para estimular el gusto por querer leer y la realización de problemas sencillos diarios con diferentes materiales que puedan manipular y poder resolverlos. De esta manera, los alumnos van desarrollando las habilidades necesarias para estas dos competencias dentro de un entorno cercano, creciendo en confianza y seguridad en sí mismos”.