Ya sea antes de dormir o en otros momentos del día, la lectura del cuento es un momento muy especial entre padres e hijos que genera múltiples beneficios. La oferta de libros infantiles es inmensa, pero ¿te has planteado los que son en otro idioma?
Miriam Eslava es formadora de profesores de inglés de educación primaria e infantil y acaba de publicar dos libros que dan inicio a una colección pensada para que los más pequeños tengan su primer contacto con el idioma a través de historias cotidianas. Se trata de The Birthday Party y Time for Bed (Ed. Larousse), de la colección Learning English with Trixie. Para ayudar a los padres, en ambos hay un QR donde la autora narra el cuento en inglés con la pronunciación correcta y donde se ofrecen actividades extra. Hemos hablado con ella para que nos explique las ventajas de la lectura en inglés a edades tempranas.
La lectura, un momento de especial conexión
Además de generar una conexión especial entre padres e hijos, la lectura compartida tiene una serie de beneficios, tal como apunta la experta. Así, supone una ventaja para el desarrollo del lenguaje, mejora la comprensión y la expansión del vocabulario y enriquece el repertorio lingüístico del pequeño.
“Sin embargo, este tiempo dedicado a la lectura especialmente en inglés va más allá de la adquisición de habilidades lingüísticas; también ofrece una conexión emocional única y positiva entre el idioma y los lazos familiares”, señala Miriam Eslava. “Durante estos momentos compartidos, padres e hijos disfrutan del aprendizaje del idioma juntos, creando recuerdos que fortalecerán no solo su vínculo afectivo, sino la visión con la que los pequeños percibirán el idioma”.
¿Desde qué edad se recomienda?
“Comenzamos a comunicarnos con nuestros bebés desde el momento en que nacen, ya sea en nuestra lengua materna o en otro idioma que elijamos. No esperamos que tengan la capacidad de ‘entendernos’ para hablarles, cantarles o leerles cuentos. Esa interacción diaria contribuye al desarrolo gradual de su capacidad de comunicación, por lo que no hay diferencia significativa entre hacerlo en un idioma o en otro”, explica.
“Normalmente, la duda de si leer o exponerles al inglés desde muy pequeños suele surgir de barreras, bloqueos o creencias del propio adulto, más que de cualquier limitación real del bebé”, advierte la especialista.
En ese sentido, el niño irá adaptándose al libro, según su etapa evolutiva. Inicialmente, los bebés van a acercarse al cuento con una curiosidad ‘física’, donde lo que prima es tocarlo. Luego, conforme van creciendo, se interesan más por la historia, aunque les gusta tener un papel protagonista, por ejemplo, pasando páginas, y señalan distintos elementos u objetos del cuento, a la vez que imitan la lectura utilizando sonidos.
Tal como recomienda Miriam Eslava, hay que ajustar bien las expectativas. En un primer momento no se pasará de una o dos páginas, y con el tiempo, se irá ampliando este rango hasta poder acabar la historia.
“A menudo se cree erróneamente que los libros solo captan la atención de los niños cuando alcanzan cierta edad, pero la realidad es que hay beneficios verdaderamente sorprendentes al leerle a tu bebé desde los primeros días de vida, y el hecho de hacerlo en inglés no debería retrasar su inicio”, subraya.
¿Y si el pequeño muestra rechazo hacia el cuento?
Puede pasar que el niño muestre rechazo hacia el cuento en inglés que se le está leyendo. ¿Qué hacer entonces? “Lo crucial es evaluar el motivo detrás del rechazo”, indica la autora.
“Por lo general, si el inglés se ha ido integrando en casa de manera suave y positiva, es muy probable que ese ‘rechazo’ sea puntual y probablemente esté motivado por cansancio o simplemente por preferir otra actividad en ese momento, no estando necesariamente relacionado con una aversión real hacia el idioma en sí”, aclara.
Es importante que el inglés se introduzca de forma amena para el pequeño y gradualmente, para evitar posibles casos de malas experiencias con el idioma. La forma en que se incorpora a la vida de los pequeños puede facilitar su aceptación o generar una situación de incomodidad. En este sentido, los cuentos pueden ser una muy buena vía para que el niño se vaya acomodando a nuevos sonidos y entornos lingüísticos.