“No hay que exigir tanto a una mujer trabajadora y con hijos”, nos dice Yolanda del Agua, una administrativa miembro de la Asociación Yo no renuncio que es madre separada con dos hijos de 12 y 8 años. Tiene a su cargo, además, a un familiar, su tía paterna, con discapacidad y está al frente del Ayuntamiento de Villacid De Campos, un pequeño pueblo de Valladolid de tan solo 74 habitantes, según el último recuento oficial del Instituto Nacional de Estadística. ¿Cómo puede llegar a todo? Se lo hemos preguntado con motivo del Día Internacional de la Mujer trabajadora, este viernes 8 de marzo, y ha compartido con nosotras sus inquietudes y su visión acerca de la conciliación.
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Te encargas de la crianza de tus dos hijos, está a tu cargo tu tía con discapacidad y, además, trabajas dentro y fuera de casa. ¿Cómo te organizas?
Trabajo en una mancomunidad y antes trabajaba media jornada en una cosa y media jornada en otra. En esta empresa concilio muy bien y, bueno, alguna vez hay que tirar de gente que te cuide los niños o de abuelos, pero es que yo no quiero cargar a los abuelos con los niños porque los que no van a poder conciliar son los abuelos en el descanso.
¿Qué es lo más difícil para ti como madre separada?
Que quieres llegar a todo. Cuando estás trabajando y tu hijo te necesita porque tiene que ir a algo y no puedes... La organización es lo que más me cuesta; organizarme para llegar a los entrenamientos por la tarde, a las actividades extraescolares, dentistas y demás. Como todas familias. No solamente se trata de llegar económicamente a final de mes; se trata de conciliación.
¿En algún momento echas de menos tener a otro progenitor al lado que te pueda ayudar en este sentido?
Al principio sí. Luego pues te vas adaptando y piensas que tú puedes. Yo tuve una temporada que pensaba que no podía, que es muy difícil abarcar todo, y la crianza de los hijos es la asignatura más dura que hay porque te sorprende cada día, porque les tienes que educar, porque te tienes que implicar e inculcarles valores.
¿Tus hijos te ayudan en casa?
Sí, me ayudan mucho en casa porque mis hijos saben planchar, saben hacerse un huevo, una tortilla, saben cocinar... Ellos tienen que ser autónomos e independientes y saber hacer todas las cosas en la casa.
Cuando se pone enfermo uno de tus hijos o tienes que acudir ante cualquier emergencia con tu tía, ¿cómo haces?
Ahora el mayor, que ya tiene 12 años, se puede quedar un poco más solo en casa, pero yo lo comunico a mi trabajo y me dejan salir al médico, a cualquier imprevisto y también teletrabajar.
Estoy muy contenta con la empresa. Me querían hacer jornada completa, pero yo no podía con todo este tema de familia; no se puede. Hay que ser realistas. Tengo jornada parcial; trabajo 28 horas a la semana en esta empresa porque las he decido yo. También he elegido los horarios, de 09:30 a 02:30, porque me coincide con el colegio del pequeño y con el mayor, que sale a esa hora del instituto.
Es un horario perfecto para conciliar, pero al tratarse de jornada parcial tiene también la contrapartida económica. ¿Puedes hacer frente a todo tú sola también en el plano económico?
Sí. Antes solo trabajaba media jornada y ahí se nota, pero te vas adaptando al sueldo. Vivo en el pueblo, ahí tengo mi casa, y viviendo en el pueblo todo es mejor, yo creo. No tengo los gastos desorbitados de una ciudad ni en transporte ni en gasolina, porque yo puedo ir andando a todos sitios. Y luego mi padre tiene gallinas, una vecina te da verduras de la huerta…
¿Qué es lo que a tu juicio deberían tener en cuenta las empresas en general para ayudar a las mujeres y a las familias a conciliar?
Primero deben entender lo que es una familia, lo que son los hijos, porque muchas veces no se entiende. No se entiende que se ponen los hijos de los trabajadores malos, no solo los tuyos (hablo de un jefe que tenga empleados). Tienen que ponerse en el lugar de ellos con más empatía. Tienen que facilitar más conciliación para que la mujer pueda incorporarse al trabajo mejor y no tenga que solicitar una reducción de jornada o dejar su puesto. Además, cuando vuelves al trabajo no se tiene en cuenta que esto que has hecho (cuidar a tu familia) es otro trabajo. No se valora; parece que estás en casa porque quieres.
¿Qué le dirías a otra mujer que, bien por decisión propia o por circunstancias ajenas a ella, esté empezando ahora a dar pasos ella sola al frente de una familia con hijos?
Que respire, que se relaje, que se concentre en sí misma y que va a poder con ello. A veces se te nubla la vista y ves el día gris, pero con confianza, con valores y con respeto va a llegar.
Si es una mujer que trabaja, que no es solo de ama de casa (quehay que decir que también es un trabajo), si tiene dudas sobre el mercado laboral, la Asociación Yo no renuncio proporciona ayuda legal y planes para realizarte. Y en el Club de las malasmadres hay actividades y también tienen psicólogo.
¿Es importante que una mujer al frente de una familia acuda al psicólogo?
Sí, es importante para soltar. Al contárselo a alguien externo, puedes reorganizar tus planteamientos porque, a veces, entras en bucle y te centras en que no puedes. De esta forma, (acudiendo a la consulta de un psicólogo), todo es más fácil.
No hay que exigir tanto a una mujer trabajadora y con hijos. Se está exigiendo mucho a todo el mundo y no vale solo exigencias. Nosotras queremos ser superwoman, y a veces la superwoman necesita meterse en la habitación, sentarse y respirar y estar una hora a solas consigo misma.