Los primeros momentos de una madre junto a su bebé son los más especiales. La llegada al mundo del pequeño y, con él, el nacimiento de una nueva mamá, supone uno de los cambios más radicales en la vida de toda mujer y de toda familia. El olor del bebé, los primeros instantes en nuestros brazos, cómo es capaz de lograr trepar hasta el pecho para lactar nada más nacer… Son recuerdos imborrables que ahora es también posible materializarlos mediante lo que se conoce como anillos de leche materna. Una idea cada vez más demandada por muchas mujeres que dan el pecho a sus bebés y a la que se ha unido Cristina Pedroche, como ella misma comentaba en sus redes sociales hace unos días. “Quería hacerme una joya con mi leche y me lo han hecho exactamente como yo me lo imaginaba”, compartía con sus seguidores.
Sin duda, un recuerdo muy especial, en primer lugar, por el vínculo que se establece entre madre e hijo y, en segundo lugar, por todo lo que implica y por todo lo que representa. En el caso de la presentadora, expresó con naturalidad lo complicada que le resultó la lactancia las primeras semanas de vida de su pequeña Laia: “Lactancia. Qué bonito me sonabas cuando estaba embarazada, qué ‘fácil’ parecía habiendo leído, estudiado y consultado tantos libros y manuales”. Aún así, a pesar de estar más que informada del proceso y de sus posibles dificultades, reconocía que se “enfrentaba a cada toma con miedo, dolor, lágrimas, dudas de si podría con ello, si tirar la toalla…”.
Un anillo de leche materna representa, por tanto, todos esos instantes (el vínculo, el sacrificio por dar lo mejor de una misma para el bebé, el miedo…). El de Pedroche es de oro blanco, tiene forma de corazón y está engarzado entre dos pequeños brillantes. Pero… ¿qué es exactamente un anillo de leche materna?
“Un anillo de leche materna es un recuerdo tangible de una etapa, la de la lactancia, que es muy especial para una mamá por el vínculo que se crea con su bebé en ese en esa etapa; es un recuerdo tangible en el que almacenamos la leche, la convertimos en una joya que poder llevar con nosotros siempre, para que perdure en el tiempo”, detalla Anaïs Berna Vargas, creadora de Recuerdos con Alma (recuerdosconalma.com).
¿Cómo se guarda la leche para hacer un anillo de leche materna?
Para una mujer que aún da el pecho a su bebé se está planteando en encargar un anillo de este tipo, la primera duda es si debe tratar su propia leche materna de un modo especial y cómo debe almacenarla. El proceso a seguir es muy sencillo, nos asegura Anaïs Berna. “Nosotros pedimos 30 mililitros de leche, cantidad, que nos da para la creación de varias piezas, y pedimos que introduzcan la leche materna en un recipiente hermético” (y pone de ejemplo un bote de orina, que se puede adquirir en cualquier farmacia).
En el caso de las mujeres que ya no den el pecho, pero que por diferentes motivos tengan aún leche materna congelada: “como no necesitamos que sea apta para consumo, puede ser leche que tengamos almacenada en el congelador desde hace 10 ó 15 años”.
Ya almacenada la leche en el bote, el siguiente paso es guardar a su vez el recipiente hermético en una caja para proceder a realizar el envío. En este punto, es fundamental -como es lógico- aportar sus datos y el número de pedido, que se le habrá generado automáticamente al hacer la compra a través de la web y que “es único para cada clienta”, puntualiza. “Una vez nos llega la muestra de leche materna, la almacenamos y la etiquetamos debidamente”. Llega entonces el momento de que los artesanos elaboren la joya.
Anaïs nos cuenta que un catálogo para que las madres elijan el anillo que más les gusta, aunque ofrecen la posibilidad de realizar otros personalizados, siguiendo las indicaciones de la mujer que quiere hacerse uno e, incluso, en función de lo plasmado en un dibujo. Además, es posible llevar ese recuerdo tangible de leche materna en otro tipo de joyas, como pulseras o colgantes. Una de las más demandadas es el charm o cuenta para insertar en una pulsera por ser una pieza unisex. “Si tienen un niño, el día de mañana ese niño, ya hombre, podrá llevarlo también”.
También es posible hacer una combinación y, en una misma pieza de joyería, añadir también un pequeño trozo del cordón umbilical, por ejemplo (como el anillo que aparece en la imagen anterior). Una manera perfecta de llevar siempre encima el momento del parto, además del de la lactancia.
Cuando ya se ha elegido la joya, es preciso tratar la leche materna que llega al taller: la creadora de Recuerdos con Alma explica que hay que aplicar una fórmula concreta a la leche para que no se deteriore con el paso del tiempo; “al final, la leche es un fluido vivo y hay que tratarla”, añade.