La bilirrubina es un pigmento natural que se encuentra en la sangre de todas las personas, pero a veces se acumula en exceso por distintas circunstancias. Uno de los primeros síntomas es ese color amarillento de la piel y de la conjuntiva (la parte blanca) de los ojos.
La Dra. Margarita Sellers Carrera, pediatra del Centro de Salud Las Olivas, de Aranjuez (Madrid) y colaboradora de www.salupeques.com, nos habla de todo lo que hay que tener en cuenta.
¿Cuándo la ictericia del recién nacido es normal?
Ya sabemos que la bilirrubina está en el torrente sanguíneo de todos, pero, como explica la experta, los recién nacidos tienen un hígado inmaduro y, por otra parte, carecen de bacterias intestinales. Esto hace que se altere el metabolismo normal de la bilirrubina, dificultando su eliminación. “Cuando este pigmento se acumula en exceso se produce la coloración amarilla de la piel llamada ictericia”, aclara.
En la mayoría de los bebés que nacen a término, esto es, entre las 37 y las 40 semanas de gestación, va a aparecer lo que se denomina ‘ictericia fisiológica’, esto es, una ictericia normal. Es así especialmente en los que son alimentados con lactancia materna exclusiva. “La ictericia suele aparecer en torno al segundo día de vida y desaparecer en los primeros 15 días de vida”, señala la pediatra. En estos casos, no hay ningún otro síntoma asociado “y no es necesario realizar ninguna prueba”.
Pero cuando ese color amarillento se detecta “desde el primer día de vida con otros síntomas acompañantes sería necesario realizar más pruebas para buscar la causa”, advierte.
¿Qué complicaciones pueden surgir en recién nacidos por tener la bilirrubina alta?
Cuando la bilirrubina se acumula en exceso, el primer síntoma es que la piel y la conjuntiva de los ojos se tiñen de amarillo. Comienza en la cara y si la cantidad de bilirrubina es más alta, se extiende hacia los pies. “En general, esta situación es transitoria y no reporta gravedad, pero sí un control por su pediatra”, señala la experta de Salupeques, que agrupa a profesionales de salud materno-infantil que realizan consultas online, en clínica o a domicilio.
El problema es cuando la bilirrubina alcanza niveles muy altos, pues puede acumularse en el cerebro del niño, generando cuadros de gravedad, como la encefalopatía bilirrubínica aguda y kernicterus (un tipo de daño cerebral). “En estos casos, el recién nacido no solo presenta ictericia, sino que está muy dormido, no se consigue una toma completa o, por el contrario, está muy irritable, con movimientos extraños del cuerpo...”, alerta la Dra. Sellers.
¿Cómo se normalizan los valores de bilirrubina?
Dependiendo de los síntomas que muestre el bebé y de las horas de vida que tenga, los especialistas optarán por un tratamiento u otro.
Cuando la ictericia es leve
Si la ictericia es leve y puede considerarse fisiológica (normal), “lo importante es asegurar una alimentación adecuada, ofreciendo lactancia materna/artificial más frecuentemente, controlando la ganancia de peso y asegurando que realiza, por lo menos, tres o cuatro micciones en un día”, comenta.
La exposición a la luz ayuda a eliminar el exceso de bilirrubina. Por ello, “se aconseja exponer a los recién nacidos a la luz solar no directa: salir a pasear, estar cerca de la ventana abierta...”.
Cuando los valores de la ictericia son más altos
A veces, los valores son tan altos que es necesario llevar a cabo un tratamiento de fototerapia, que consiste en exponer al bebé a una luz azul que parte de una lámpara especial. En ocasiones, estas lámparas se pueden trasladar a la misma habitación del hospital en que está la madre, “pero en otras es necesario que el recién nacido permanezca en la incubadora para poder aplicar el tratamiento”, añade la especialista. “En casi todos los casos, podemos seguir realizando las tomas de lactancia”.
Cuando los niveles son tan altos que pueden ser peligrosos, se opta por otro procedimiento, denominado exanguinotransfusión. Tal como explica la pediatra, consiste en eliminar la bilirrubina que circula por la sangre del bebé, “realizando un intercambio de la sangre del recién nacido por la sangre del banco de sangre”. Es un procedimiento seguro que se realiza en una unidad hospitalaria con todas las garantías.
Problemas con la bilirrubina durante la infancia
La bilirrubina puede elevarse en los años de infancia por problemas en el hígado. Aparece, entonces, la coloración amarilla de la piel y de los ojos, y algunos de los siguiente síntomas, como destaca la Dra. Margarita Sellers:
- Coluria: la orina se tiñe de color coñac o cocacola.
- Acolia: todas las heces son blancas como tiza que se rompe.
- Distensión abdominal: la barriga se hincha.
- Hepatomegalia: el hígado aumenta su tamaño.
Hay distintas causas que pueden explicar estas anomalías. Entre ellas, el síndrome de Gilbert. “En situaciones de estrés como fiebre, nervios por una analítica... se puede elevar la bilirrubina un poco y aparecer ictericia sin otros signos. Al finalizar la situación estresante, la bilirrubina vuelve a valores normales”, señala.
También infecciones como las hepatitis afectan al hígado y producen una elevación destacada de la bilirrubina. “Los procesos más complicados son aquellos que afectan a la función del hígado, como la atresia biliar e, incluso, la aparición de tumores”.
Algunos de estos problemas pueden tener una carga genética importante y ser hereditarios.