El deporte favorece un mejor estado de salud y, si se trata de un deporte de equipo, favorece la socialización y el compañerismo, todo lo cual se traduce en bienestar emocional. Esto es así para todo individuo, ya sea adulto o menor de edad, y para todo alumno, incluidos aquellos que tienen una discapacidad física; de hecho, es casi una necesidad para estos últimos, pues el deporte es una vía excelente para la integración. De ahí que sea fundamental procurar que estos niños también practiquen deporte en su centro escolar, en la asignatura de Educación Física; sin embargo, la realidad es que no siempre es fácil, pues en la práctica no todos los docentes de esta asignatura tienen la formación necesaria ni el centro escolar está lo suficientemente preparado. ¿Cómo ayudar, entonces, a niños con discapacidad a que participen plenamente en la asignatura de educación física?
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“Una de las claves es adaptar las actividades a las necesidades individuales, por ejemplo, a través del material y equipamiento adecuado, como pelotas de diferentes tamaños o implementos con agarres especiales”, nos explica Javier Pérez, director de la Cátedra “Fundación Sanitas” de Estudios sobre Deporte Inclusivo de la Universidad Politécnica de Madrid, quien también señala la importancia de que la escuela o el colegio se asegura de que sus instalaciones deportivas sean accesibles.
“También es necesario proporcionar el apoyo adecuado y crear un entorno que fomente la aceptación y la participación activa de todos los niños. La colaboración entre profesores, padres y profesionales de la salud se hace esencial para garantizar un enfoque personalizado”, añade. Para ello, una manera muy eficaz de conseguirlo es asignar a compañeros de clase para proporcionar apoyo si fuera necesario. “Esta medida no solo facilita la participación del estudiante con discapacidad, sino que también fomenta la colaboración entre compañeros, promoviendo un entorno de apoyo mutuo”.
Por supuesto, es fundamental adaptar la evaluación de la asignatura de Educación Física a las capacidades de cada alumno: “la evaluación inclusiva juega un papel importante, reconociendo y valorando el esfuerzo y la participación más allá de los resultados finales, para formar en diversidad”, aclara el experto en deporte inclusivo.
Pautas para lograr que el deporte sea verdaderamente inclusivo en los centros escolares
Los beneficios para los niños con discapacidad de practicar deporte en su centro escolar junto al resto de sus compañeros son, como hemos visto, innegables. Pero también favorece enormemente a los demás alumnos, pues se desarrollan en ellos valores fundamentales como la empatía, el respeto y la aceptación, como indica Javier Pérez. “La mejora de la actitud hacia la discapacidad en Educación Física mediante el deporte inclusivo es un paso crucial hacia la construcción de una sociedad más equitativa”. Por eso hemos preguntado al director de la cátedra Fundación Sanitas cómo lograr que el deporte sea verdaderamente inclusivo en los centros escolares y nos indica las siguientes medidas:
- Implementar políticas institucionales sobre deporte inclusivo. “Es esencial adoptar un enfoque integral que abarque políticas, prácticas y actitudes. En primer lugar, se deberían implementar políticas institucionales que promuevan la inclusión y establezcan un marco claro para adaptaciones y ajustes razonables”, nos dice.
- Fomentar la participación de todos los estudiantes en la planificación de actividades deportivas y la creación de equipos inclusivos también puede fortalecer un ambiente de respeto y aceptación y promover el sentido de compañerismo entre los estudiantes.
- La cultura inclusiva en el entorno escolar “es crucial”. Y para que exista, es necesario concienciar a estudiantes, profesores y personal sobre la diversidad, promoviendo la empatía y el respeto hacia las diferencias individuales. “Aquí es donde entra el programa Deporte Inclusivo en la Escuela (DIE), que tiene por objetivo dar a conocer la práctica deportiva inclusiva de personas con discapacidad en centros educativos. Además, esta actividad se presenta como una herramienta para el profesorado de Educación Física como medio para trabajar con sus alumnos la sensibilización hacia la discapacidad”.
El papel de los alumnos sin discapacidad para una verdadera inclusión de aquellos que sí la tienen
Para aquellos escolares que tienen una discapacidad no hay integración posible si sus compañeros no los tienen en cuenta o no los tratan como merecen. Por tanto, los alumnos que no tienen ningún tipo de discapacidad desempeñan un papel clave para que el deporte inclusivo se implemente de verdad y para que la integración en todos los ámbitos de la escuela sea una realidad. “De hecho, la medida más importante es la implementación de programas educativos para que los estudiantes puedan conocer la importancia de la inclusión, resaltando los beneficios de un entorno donde todos aprenden juntos, sin distinciones”, aclara Pérez. “Es con el desarrollo del respeto y la empatía como se motiva a los alumnos sin discapacidad a desempeñar un papel activo y cooperativo en la construcción de un entorno inclusivo, tanto dentro como fuera del aula”.