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Fertilidad

10 mitos sobre la donación de gametos que es necesario desterrar

Hay una serie de falsas creencias acerca de la donación de óvulos y semen que podrían frenar a quienes, de otra manera, estarían dispuestos a ayudar a que otras parejas logren el embarazo


15 de febrero de 2024 - 17:32 CET

Recurrir a la donación de óvulos y de semen es una necesidad para muchas parejas que, de otro modo, no podrían gestar un hijo. Por tanto, la existencia de donantes, de personas que estén dispuestas a hacer realidad el sueño de convertirse en madres o padres de estas parejas, son un factor determinante en la ecuación. Muchos tratamientos de reproducción asistida no serían viables sin ellos: “los avances logrados en los últimos años no habrían sido parcialmente posibles sin la participación de donantes, tanto de óvulos como de semen; ya que la donación de gametos no solo ofrece la oportunidad de realizar diversos tratamientos de reproducción asistida a parejas que no tienen la capacidad de conseguir un embarazo de manera espontánea, sino también a familias mono u homoparentales femeninas”, señala la Dra. Jessica García Cataño, médico especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv.

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A pesar de tratarse de una práctica habitual desde hace años en las clínicas de fertilidad, sigue habiendo muchos falsos mitos en torno a la donación de gametos tanto por parte de las mujeres como por parte de los hombres. Y es fundamental desmitificar esas creencias incorrectas para aportar tranquilidad y certeza en torno al proceso a los donantes para que, en última instancia, quienes requieren de ellos para lograr el embarazo puedan ver cumplido su sueño. A continuación enumeramos los mitos más extendidos en torno a la donación de óvulos y de semen:

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Mito 1: ‘donar óvulos puede afectar posteriormente a mi fertilidad’

Se trata de una de las creencias más extendidas en torno a la ovodonación, por lo que la especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv aclara que no es así: “en cada ciclo, la mujer pierde naturalmente decenas de ovocitos, ya que solo uno madura y es ovulado. Mientras que, cuando una mujer decide donar sus óvulos, accede a un tratamiento hormonal que tiene como objetivo la maduración de una mayor cantidad de ovocitos que, de manera natural, no se hubiesen desarrollado y habrían sido eliminados por el propio organismo”.

Por lo tanto, este tipo de donación ni limita la capacidad de la mujer para tener hijos en un futuro ni afecta de ningún modo a su reserva ovárica, ya que el número de ovocitos viene determinado desde el instante mismo del nacimiento de la mujer y va decreciendo con el paso de los años.

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Mito 2: ‘si te has ligado las trompas, no puedes donar óvulos’

La ligadura de trompas es una intervención quirúrgica cuyo objetivo es evitar que la mujer pueda quedarse embarazada, pero esto no implica que no pueda donar sus óvulos para que otra sí pueda hacerlo. El motivo es que lo que hace este procedimiento quirúrgico es impedir que los espermatozoides lleguen al ovocito para fecundarlo, de manera que los ovarios siguen produciendo óvulos sanos.

En consecuencia, no habrá problema alguno para proceder fácilmente su extracción y su fecundación a través de técnicas de laboratorio. “Esto lo vemos mayoritariamente en los casos de mujeres jóvenes que se han sometido a una ligadura de trompas antes de los 35 años”, señala la Dra. García Cataño. “De la misma forma, sus óvulos sanos podrían emplearse para un embarazo propio a través de la fecundación in vitro”.

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Mito 3: ‘la extracción de óvulos es dolorosa’

La extracción de óvulos, ya sea para una ovodonación, para una FIV (fecundación in vitro) o para vitrificación, se lleva a cabo a través de la punción folicular, un procedimiento fácil de llevar a cabo que no entraña complicaciones. La paciente no notará molestia alguna porque, antes de proceder a la punción, se le administrará sedación (sedación que será mínima y cuyo efecto, además, dura tan solo unos minutos, tiempo necesario para extraer los óvulos). Este procedimiento dura entre 10 y 15 minutos y la mujer podrá volver a casa ese mismo día.

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Mito 4: ‘las donantes de óvulos pueden donar las veces que quieran’

No, no es posible legalmente donar tantas veces como se quiera. La Ley 14/2006 sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida establece que una mujer puede donar óvulos tantas veces como quiera hasta conseguir, mediante los mismos, 6 recién nacidos vivos en España. Dentro de esta cifra, se incluyen los hijos propios de la donante. Sin embargo de acuerdo con la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida se pueden donar ovocitos como máximo 6 veces, tal y como indican desde Ginefiv.

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Mito 5: ‘los requisitos para donar óvulos son altamente exigentes en términos estéticos’

Existe la falsa creencia de que, en la labor diaria de una clínica de reproducción asistida, los expertos eligen o descartan a las donantes en base a criterios estéticos. Sobre esto, la Dra. García Cataño afirma que los únicos requisitos fundamentales e incuestionables que exigen los centros para ser donante de gametos es ser mayor de edad (que en España supone, como sabemos, tener más de 18 años) y gozar de una buena salud física y mental. Aunque es cierto que la demanda de donantes varía mucho según los fenotipos de las receptoras que se tengan en ese momento, es decir, un conjunto de características físicas, bioquímicas y del comportamiento que es posible observar en la mujer que va a recibir el óvocito y que en las clínicas de fertilidad se busca que tengan ciertas similitudes con las de la donante para que el futuro bebé también pueda tenerlas.

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Mito 6: ‘no hay anonimato plenamente garantizado en la donación de óvulos’

Toda clínica de fertilidad está obligada, por ley, la ya citada Ley 14/2006 sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida, a garantizar el anonimato de las mujeres que donen sus óvulos. Ese anonimato tendrá doble direccionalidad, es decir, ni la mujer receptora sabrá quién ha donado sus óvulos ni la donante conocerá la identidad de la madre o del bebé que ha nacido a partir de ellos.

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Mito 7: ‘los largos periodos de abstinencia mejoran la calidad espermática’

Los varones tienden a pensar que tener periodos prolongados de abstinencia sexual aumenta la calidad del semen, y esto no es así. Aunque sí es cierto que la abstinencia incrementa la concentración de espermatozoides en el eyaculado, una elevada concentración espermática puede comprometer notablemente la movilidad y la vitalidad de estos, dificultando de esta manera su camino hacia el óvulo en los tratamientos de inseminación artificial, advierten en Ginefiv. Además, gracias a la incorporación de estudios más avanzados como el seminograma, se ha determinado que la fragmentación del ADN espermático también aumenta en periodos largos de abstinencia sexual. Lo anterior supone la ruptura del material genético de los espermatozoides, lo cual afecta negativamente a la fecundación y al desarrollo embrionario. Por lo cual a los donantes de semen se les pide una abstinencia menor.

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Mito 8: ‘cualquier hombre puede donar’

No, no todo hombre que lo desee puede donar semen. Hay una serie de requisitos legales que debe cumplir; el primero de ellos tiene que ver con la edad: debe ser mayor de 18 años y menor de 50. Si bien estos son los parámetros legales en nuestro país, la mayoría de clínicas tienden a seleccionar varones jóvenes y marcan el máximo de edad a edades más tempranas que las que establece la ley.

Otros de los requisitos legales es que no tengan antecedentes personales o familiares de enfermedades genéticas o de algún tipo de alteración genética, así como antecedentes de trastornos psíquicos que puedan ser transmitidos genéticamente. Tampoco podrán donar aquellos hombres que hayan sido adoptados, pues lo habitual es que desconozcan su historial biológico familiar y, por supuesto, como no podría ser de otro modo, únicamente podrán hacerlo quienes estén en pleno uso de sus facultades para tomar la decisión de donar.

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Mito 9: ‘¿si no me aceptan como donante de semen significa que soy infértil?’

Ser rechazado como donante de semen no es un sinónimo de infertilidad. El motivo es que, en los donantes de esperma, se busca una calidad espermática incluso superior a la calidad necesaria para lograr un embarazo de forma espontánea con el objetivo de buscar una mayor probabilidad de éxito en la técnica de reproducción asistida. Por lo tanto, el hipotético rechazo final por parte de la clínica no tiene por qué significar algún problema de fertilidad.

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Mito 10: ‘el donante de esperma tiene derechos parentales’

La ley misma sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida establece, como decíamos, que se garantice el anonimato de este tipo de donaciones. Y esto implica, en el caso de los hombres, que no se les pueda reconocer derechos parentales ni reclamar obligaciones parentales. La normativa explica que una persona que haya sido donante de gametos a través de la red de clínicas de fertilidad reguladas por la ley española no puede ser identificada por los hijos nacidos de su donación, ni por las personas receptoras.

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