Jugar es la actividad más importante para todo niño o, al menos, debería serlo. Se trata de una verdadera necesidad para el desarrollo integral los primeros años de vida; es tan importante que incluso existe el llamado juego terapéutico, que utilizan algunos profesionales en psicoterapia con menores de edad para trabajar con ellos aspectos emocionales. ¿Es posible, entonces, sacarle también partido al juego en la enseñanza? Sobre ello hemos hablado con el maestro y formador de docentes en ABJ (aprendizaje basado en juegos) Juan Carlos Ruiz Arroyo, conocido en redes sociales como @profejugon, que acaba de publicar, junto a Pedro Giraldo, el libro El juego como herramienta de aprendizaje (Aula en Juego), centrado en el papel que en concreto los juegos de mesa pueden desempeñar a la hora de ayudar a niños y a adolescentes a asimilar ciertos conocimientos y habilidades. ¿Cómo utilizaerlo en clase? ¿Podemos aprovechar esta herramienta de aprendizaje también en casa para ayudar a nuestros hijos a reforzar algunas materias?
¿Por qué es recomendable introducir el juego y, en concreto, el juego de mesa en la práctica docente?
El juego es un recurso metodológico muy poderoso tanto para la práctica docente como para los papás y mamás en la educación integral del niño y de la niña. Gran parte de los logros que van a conseguir, será jugando. Como bien decía Einstein: “Los juegos son la forma más elevada de la investigación”
Dados los beneficios que aporta el juego, ¿podría este sustituir a los libros en clase?
Yo personalmente no lo veo recomendable. Es un recurso más que nos va a ayudar en el día a día con los alumnos y que podemos (y debemos) combinar con otras metodologías; quedarnos con lo que mejor nos vaya y trabajar para que todo funcione lo mejor posible. Por ejemplo, trabajando con los libros de clase podemos mandar 10 actividades, o también podemos mandar 5 actividades y el tiempo que íbamos a utilizar en las otras 5, emplearlo con juegos. ¿Lo probamos?
¿Se incluirá algún día el ABJ (Aprendizaje Basado en Juegos) y la gamificación en el currículo?
El currículo contempla el empleo de diferentes metodologías activas a la hora de programar, crear situaciones de aprendizaje o aplicaciones didácticas, por lo que ya está incluido el ABJ en él, junto con otras muchas metodologías. Es necesario.
Comentáis en el libro que el aprendizaje cooperativo es indispensable para introducir el juego en el aula; ¿por qué?
Básicamente porque la mayor parte de los trabajos o actividades en la vida se hacen en equipo, en grupo, por lo que la colaboración, el trabajo en equipo y la comunicación son indispensables para que la persona sea creativa, curiosa y crítica.
¿Qué beneficios aporta a los niños ese aprendizaje cooperativo?
Muchos. Debemos partir que trabajar en grupo no es lo mismo que trabajar de forma cooperativa. En esta última, los miembros del grupo deben ser responsables, trabajan juntos y se ayudan entre sí. Todos tienen su propio rol y su parte de liderazgo, aunque también debemos saber que es imprescindible un esfuerzo de todos.
Habláis también de la necesidad de trabajar con los niños de manera específica la inteligencia emocional, y de cómo los juegos de mesa son una herramienta fantástica para ello. ¿Qué aportan y cómo?
Trabajar la inteligencia emocional debería ser obligatorio. La considero necesaria trabajarla dentro de clase y, por supuesto, en casa. El juego es una herramienta maravillosa para este propósito, puesos va a ayudar a fomentar la creatividad, la interacción entre personas, a trabajar la autoestima, la tolerancia a la frustración, la cooperación y el conocimiento de las emociones. Existen diferentes juegos que nos van a ayudar a ello, como Emotio (de Átomo Games) o Ikónikus (de Brain Picnic).
Advertís de que no todos los juegos son adecuados para el aula y que una mala elección del juego puede condicionar de cara al futuro; ¿de qué manera?
No por el hecho de ser un juego ya va a ser todo un mundo de arcoíris y mariposas. Es importantísimo elegir correctamente el juego o los juegos que vamos a utilizar en cada momento, tanto en el aula como en casa. ‘No todo vale”. Podemos plantearnos unos criterios básicos de elección, en función del perfil de los niños y niñas. Es bueno dejarse aconsejar por los expertos en la materia y por supuesto tener en cuenta cada caso en particular.
¿Pueden los padres, en casa, reforzar conocimientos o apoyar el aprendizaje de sus hijos a través de los juegos de mesa de forma similar a como lo planteáis en el aula?
Por supuesto. Cada vez son más las editoriales de juego modernas las que diseñan y comercializan juegos que nos van a servir para reforzar diferentes habilidades y competencias. Una buena elección hará que los resultados sean sorprendentes. Y por supuesto saber que los juegos de mesa unen muchísimo a la familia.
¿Qué tipo de juegos de mesa no deberían faltar en un hogar con niños?
Juegos cooperativos, juegos que puedan jugar personas de diferentes edades -como por ejemplo Spy Guy-, juegos party que nos ayuden a afianzar mucho más las relaciones familiares y, por supuesto, cualquier juego con temáticas atractivas.