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mujer seria© GettyImages

Fertilidad

Los efectos de los microplásticos en la fertilidad

Están presentes, incluso, en la sangre humana, según un estudio de la Universidad Libre de Ámsterdam, si bien las consecuencias reales de ello aún se están investigando


24 de enero de 2024 - 16:06 CET

Desde que algunas playas de Galicia se llenaran de microplásticos después de que un carguero perdiera parte de su carga frente a la costa norte de Portugal, mucho se ha hablado de los efectos nocivos de estos fragmentos para el medio ambiente y, en concreto, para el organismo. La comunidad científica lleva años advirtiendo de las consecuencias para la salud, pues hay abundante evidencia científica de la presencia de microplásticos en animales y que, por tanto, acaban integrándose en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros. De hecho, un estudio de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit) publicado en marzo de 2022 constataba por primera vez la presencia de pequeños trozos de plástico en el torrente sanguíneo humano.

Entre los efectos evidentes de la presencia de ese plástico en la salud, se encuentran los relativos a la fertilidad. Tanto es así, que cada vez más investigadores apuntan a que estos podrían estar detrás del inusitado descenso de la calidad del semen que se ha producido en los últimos 50 años entre hombres jóvenes de todo el mundo (según una investigación dirigida por la Escuela de Salud Pública Hadassah Braun de Jerusalén de 2022).

Microplásticos© GettyImages

¿Cómo afectan los microplásticos a la fertilidad?

Lo que afecta a la fertilidad es la exposición a las sustancias químicas derivadas del petróleo de las que están hechos los plásticos, nos informa la Dra. Juana Crespo, experta en Medicina Reproductiva de Alta Complejidad. Y esta exposición afecta a la fertilidad en varios niveles:

  • Vascular y circulatorio. Como señalábamos anteriormente, los microplásticos están en el torrente sanguíneo y, además, “hay estudios recientes en los que los expertos han encontrado microplásticos en diferentes tejidos”, añade la doctora. “Aunque no se conocen aún bien las consecuencias, sí que se conoce que provocan inflamación”.
  • Hormonal. “Son disruptores endocrinos, lo que provoca alteraciones hormonales, impidiendo que las hormonas hagan su función correctamente”.
  • Alteran la microbiota, “generando un ambiente proinflamatorio y pudiendo favorecer el desarrollo de enfermedades autoinmunes”.

Sin embargo, “las consecuencias reales se conocerán a largo plazo porque es ahora cuando se están haciendo estudios para analizar el impacto de los plásticos en la fertilidad”. Sí que hay investigaciones que concluyen que una sustancia química presente, en algunas botellas o recipientes que conservan bebidas y alimentos, el BFA (bisfenol A), “puede actuar como alterador endocrino uniéndose a los receptores de estrógenos; esto puede provocar un efecto estrogénico o antiestrogénico en los genitales, generando ovarios poliquísticos, endometriosis, alterando la estructura del útero y de la vagina, y facilitando la formación de miomas uterinos”, advierte la facultativa. “Además, las mujeres expuestas tienen más problemas de fertilidad y una disminución de la tasa de fecundación espontánea”.

“En el hombre, la exposición a tóxicos está relacionada con una disminución de la cantidad y la calidad del semen”. A esto hay que añadir otros efectos secundarios destacables pues “hay publicaciones en las que se demostró que jóvenes en la pubertad temprana expuestos a BFA tenían alteraciones en los niveles de testosterona, provocando niños subfeminados y mayor distancia ano-genital”.

Otros efectos que la presencia de microplásticos en el organismo provocan en el aparato reproductor

La presencia de microplásticos tiene relación también con casos de mujeres con edometriosis, enfermedad que, además de provocar un intenso dolor, hace que una tercera parte o más de pacientes que la padecen tengan problemas de fertilidad. Como nos explica la directora médica de Equipo Juana Crespo, “la endometriosis es una enfermedad proinflamatoria, y la inflamación favorece la implantación de células endometriales”.

“Es conocida y está estudiada la relación de la endometriosis con tóxicos inflamatorios ambientales, como las dioxinas, y también la relación de la endometriosis con la inflamación digestiva” y, teniendo en cuenta que “cualquier inflamación del tubo digestivo aumenta la permeabilidad de la membrana intestinal y, secundariamente, la inflamación ovárica, podemos asegurar que las alteraciones en la microbiota intestinal van a favorecer la implantación y el desarrollo de la endometriosis”.

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