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ni a habla© GettyImages

Aprendizaje

Cómo fomentar la expresión oral en los niños

Aprender a transmitir con claridad lo que piensan es fundamental para un buen rendimiento escolar, así como una de las habilidades esenciales en todos los ámbitos de la vida


22 de enero de 2024 - 15:41 CET

Expresarse correctamente es esencial para todo individuo. La expresión oral “una variable que luego va a tener efectos a corto y largo plazo en el desarrollo de los niños”, confirma la profesora Analía Barbón Gutiérrez, coordinadora de la Mención en Audición y Lenguaje -formación dirigida a maestros de Educación Primaria- de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). En el plazo más inmediato, favorece “la interacción con las familias, con los hermanos, con sus amigos en el cole… y, a largo plazo, va a condicionar el desarrollo cognitivo a nivel general y también el rendimiento académico”.

Por eso, ayudarles a que aprendan a expresarse correctamente desde pequeños es uno de los mejores regalos que podemos hacer a nuestros hijos. Pero, ¿cómo hacerlo? La especialista recomienda estas pautas a seguir en casa:

1º Interactuar con los niños

Hablar con los niños es básico. Y lo es desde el momento en el que nacen (incluso desde que están en el vientre materno). Habrá que hacerlo con un tono de voz suave y pausado y mirándoles a los ojos, lo que fortalecerá el vínculo con ellos y les servirá sustancialmente para aprender a hablar. Sin embargo, “un poquito de controversia con los autores” en la manera de hacerlo; esta controversia viene de que, hasta hace no mucho, , como indica la profesora Barbón, se recomendaba que los niños estuviesen presentes cuando los adultos hablasen para desarrollar esa capacidad lingüística, mientras que ahora “lo que se suele recomendar lo que se llama el habla dirigida a los niños; es decir, que nosotros, como adultos, de forma intencional, hablemos con ellos adaptando nuestro mensaje”.

En función de este tipo de interacción, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: “no tiene ningún sentido hablarles como hablaríamos entre adultos; tienen que ser frases más cortitas, más concretas”, detalla. “Se recomienda el uso del tiempo presente, nada de subjuntivo, sin condicionales, porque son tiempos muy complejos que a veces incluso a los adultos nos cuesta procesarlos”. Es importante decirles cosas concretas, no conceptos abstractos, como “dame el vaso, toma el pan”; los niños están aprendiendo a interactuar con los demás y a comprender las reglas de lo que les rodea, por lo que los conceptos deben ser “muy concretos para que a ellos les resulte sencillo comprenderlos”.

2º Recurrir a juegos

La coordinadora de la Mención en Audición y Lenguaje de la UNIR deja muy claro que, cuando habla de juegos, se refiere a “juegos tradicionales”, no a aquellos que tengan que ver con las nuevas tecnologías o con las pantallas. Por el contrario, “este tipo de actividades habría que evitarlas” para favorecer la expresión oral. Aquí “las recomendaciones de los expertos son claras: nada de pantallas antes de los dos años y, después, de forma muy puntual”, subraya.

Lo adecuado sería proponer a nuestros hijos juegos tradicionales, con los que los padres podamos fomentar “la narrativa, es decir, ir hablando con los niños, explicándoles las las reglas para que ellos las vayan interiorizando”. A tal fin, hay algunos juegos muy útiles:

  • El juego simbólico 

Especialmente a los más pequeños, les resulta mucho más fácil inventar sus historias mientras juegan a ser mamá o papá, a ser cocinero o camarero, médico… Utilizando los juguetes como herramienta e imitando, en gran medida, lo que han visto o ven habitualmente en la vida real, será un gran punto de partida para potenciar su imaginación y creatividad y para que sepa explicar esas ideas que nacen en su cabecita. Que los adultos jueguen con ellos será, por un lado, de ayuda para ir aprendiendo y, sobre todo, mucho más motivador; a medida que se vayan haciendo más mayorcitos, irán adquiriendo autonomía también en esto e irán jugando cada vez más solos.

  • Juegos de mesa

Otro tipo de juego muy eficaz para fomentar la expresión oral son los juegos de mesa. Algunos, incluso, están específicamente creados a tal fin. La profesora nos habla de “Dixit, que para favorecer la expresión oral es estupendo porque son cartas con dibujos, más o menos abstractos y la intencionalidad del juego es encontrar la relación que existen entre esas cartas” e inventar una historia a partir de las cartas que han salido.

Otro que “lo podemos llevar en el bolso y que va muy bien son los juegos de dados de historias”, el Story Cubes, que consiste en tirar unos dados con símbolos en lugar de números y, en función de las imágenes que salgan en los dados, ir inventando un cuento. “son geniales porque y, además, es muy gracioso porque vas viendo cómo van, evolucionando las historias de los niños desde un primer momento, cuando son más chiquitines que van creando una historia de forma súper concreta, y cómo, según van haciéndose más mayores, cada vez tienen más imaginación, y van haciendo historias muchísimo más elaboradas”.

Juegos en familia© GettyImages

3º Leer

Si hay una actividad fundamental para fomentar, entre otros muchos aspectos, la expresión oral, esa es la lectura. Al leerles desde que son muy pequeños y, una vez que ya saben, darles la oportunidad de que lean a diario “lecturas adaptadas a su edad” hace que los niños vayan interiorizando más vocabulario, esencial a la hora de expresarse mejor; así lo corroboran “muchos estudios que demuestran cómo niños que tienen esa rutina de lectura, tienen un léxico bastante más amplio de lo que presentan otros niños que no tienen ese acceso a los libros”, nos informa Barbón.

4º Comentar las lecturas

Otra manera muy eficaz de fomentar la expresión oral es pedirles que comenten diferentes cuestiones del cuento o del libro que han leído. En este punto, la experta nos detalla qué podemos hacer para averiguar si el niño no ha entendido bien el texto (comprensión lectora) o no sabe transmitir lo que ha entendido: “si yo le pido, por ejemplo, que me cuente el argumento del libro que se acaba de leer y no es capaz de hacerlo y, sin embargo, yo le voy planteando preguntas concretas y sí que las responde correctamente, ahí estamos diferenciando, porque comprender lo ha comprendido, pero no es capaz de contárnoslo”.

Para fomentar la expresión oral, la profesora de la UNIR recomienda, más que hacer un resumen de la lectura, recurrir al aspecto lúdico, jugar a   imagina que...  y pedirle “un final alternativo”, por ejemplo. De este modo, “está favoreciendo la expresión, pero se está favoreciendo también la creatividad, que es muy importante”.

5º Leer poesía

“La poesía es interesante porque favorece la adquisición de la conciencia fonológica a través de las rimas”, nos dice. “es un recurso muy bueno para jugar a lo que comentaba de ‘imagina que…’”. Para ello, recomienda El libro de las camas, de Sylvia Plat, y, cómo no, a Gloria Fuertes, “que es un referente en España”.

Una vez dadas todas estas pautas para ayudar a los niños a que se expresen mejor, Analía Barbón Gutiérrez insiste en que es importante “que los padres no se agobien”. Es necesario, señala, “acompañar a los niños, estar ahí, jugar con ellos, hacerles presentes en el día a día, pero sin agobios”. Y subraya este aspecto porque, nos cuenta, se encuentra a menudo con padres que tienen la “sensación de que algo falla”, aunque no siempre es así.

En cualquier caso, aconseja, “si tienen dudas fundadas, lo suyo sería hablar con los tutores, porque a veces puede darse la situación de que creamos observar algo en casa, pero luego en el en el colegio no ocurre lo mismo”; o bien “acudir a un logopeda porque ellos son, al fin y al cabo, los especialistas que con una evaluación rápida van a determinar si efectivamente hay algo o no”.