Aleteo de brazos y manos, mecerse a uno mismo cuando está sentado, chasquear los dedos… Todos ellos son manifestaciones del llamado efecto Stimming , que se presenta en niños con un trastorno dentro del espectro autista. Estos movimientos repetitivos aparecen como respuesta a una necesidad, pues cumple “principalmente, una función autorreguladora en estos pacientes, ya que les ayuda a manejar las emociones, así como la información procedente del medio” , según nos indica Carla A. Carvalho, neuropsicóloga del Centro de Neurología Pediátrica de Sevilla El Neuropediatra (elneuropediatra.es).
Tradicionalmente, el efecto Stimming se ha asociado únicamente al autismo, “siendo considerado, incluso, por algunos autores como un síntoma definitorio de esta patología”. Pero no son solo los niños autistas los que canalizan sus emociones o su energía de esta manera, pues, como detalla la neuropsicóloga, “la práctica clínica, cada vez más, está arrojando evidencias de la existencia de este efecto en otros trastornos del neurodesarrollo, tales como el TDAH o los trastornos del aprendizaje, convirtiéndose en un medio a través del cual niños y niñas se autorregulan para conseguir mayores tiempos de concentración, entre otros beneficios”.
A los niños con TDAH, por ejemplo, el efecto Stimming les puede servir inconscientemente de ayuda tanto a la hora de canalizar su impulsividad como para lograr una mayor concentración al conseguir, con estos movimientos, centrarse más en ellos y reducir así la sobreestimulación que reciben del entorno. (De hecho, incluso existen anillos y otros objetos diseñados específicamente para ello, para ayudar a menores y a adultos a autorregularse).
Así ayuda el ‘efecto Stimming’ a los niños que lo presentan
Algunos padres se muestran preocupados ante estos movimientos, que pueden resultar un tanto extraños para quienes no son conocedores de ellos, en sus hijos y, en ocasiones, el buscar eliminarlos o paliarlos es un objetivo en sí mismo. Sin embargo, antes de intentar suprimir estas estereotipias en los niños “deberemos hacer un análisis pormenorizado de cada caso, pues este efecto puede tener efectos beneficiosos en el autocontrol y el manejo emocional de estos niños”, subraya Carvalho.
-Beneficios del efecto ‘Stimming’
Entre los impactos beneficiosos que el efecto Stimming puede tener en los niños que lo llevan a cabo se encuentran los siguientes:
- Bloqueo o adicción de información sensorial. “La autoestimualción puede ayudar a bloquear el exceso de información sensorial o, por el contrario, proporcionarla, cuando es necesario”
- Reducción de dolor. “La autoestimulación puede provocar la liberación de endorfinas, causando sensaciones de placer o anestesia”.
- Manejo de emociones. “La autoestimulación, ayuda a canalizar las emociones, tanto positivas como negativas. Gracias a este efecto niños y niñas se autorregulan, logrando un mejor manejo emocional”.
-Riesgos que puede conllevar el ‘efecto Stimming’
A tenor de lo anterior, “antes suprimir este tipo de autoestimulación, deberemos analizar los pros y contras; teniendo siempre presente la calidad de vida del paciente, así como su familia”, subraya la experta. Hay situaciones en las que el posible beneficio no es suficiente por el riesgo que puede conllevar, como en aquellos casos en los que los movimientos autorregulatorios van asociados a conductas autolesivas, como pueda ser darse golpes a uno mismo en la cabeza o morderse.