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Niños

Trucos (eficaces) para enseñar a los niños a cepillarse los dientes

¿Qué podemos hacer los padres para que aprendan este aspecto tan importante de la higiene personal?


10 de enero de 2024 - 17:32 CET

El instante en el que sale el primer diente de leche. Ese es el momento idóneo para empezar a cepillar los dientes a un niño. Incluso ya antes es recomendable limpiar las encías para retirar los restos de leche con una gasita suave que humedezcamos en agua. Al principio, debe ser un adulto el que le lave los dientes, primero con un cepillo de dientes pequeño (los fabricados en forma de dedal para que papá o mamá introduzcan en él el dedo suelen ser muy prácticos); más tarde, a medida que el niño se va haciendo mayor, hay que irle dando la opción de que lo haga él solito. Entre los 4 y los 6 años, se considera la edad adecuada para empezar a darles autonomía al respecto, si bien se aconseja que sigan recibiendo ayuda hasta, al menos, los 7 o los 8 años. En cualquier caso, las primeras veces pueden llegar a ser toda una odisea, sobre todo, si están más cerca de los 4 que los 6 años. Por eso, hemos preparado una serie de trucos o pautas muy sencillas, pero también eficaces para que lo consigan:

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Deja a un lado las prisas

Las prisas, como bien sabemos, no son buenas consejeras y menos aún en lo que a aprendizaje y niños se refiere. De ahí que, en sus primeros pasos hasta aprender a cepillarse bien los dientes por sí mismos, sea mejor dejarlas a un lado. Procura incluir el hábito en la rutina de noche o en un momento del día en el que no debáis estar pendientes del reloj. Por la mañana, cuando por lo general es preciso salir a una hora concreta de casa, es mejor que sea un adulto quien se los lave; ya tendrá tiempo de hacerlo solo en todo momento cuando haya cogido la soltura suficiente.

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Que sea un momento divertido

Procura hacer del momento de lavarse los dientes algo divertido y de conexión contigo. Inventar juegos o, incluso, que sea él o ella quien te cepille a ti los dientes les encantará. Por supuesto, es clave no hacer hincapié en los errores que pueda cometer y tener paciencia, mucha paciencia. Corregirle con una sonrisa y transmitirle calma serán las mejores herramientas para que aprenda a hacerlo correctamente.

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Enseñarle con canciones

Y para fomentar ese momento de distensión, para hacer verdaderamente ameno el cepillado de dientes a un niño, ¿qué mejor que recurrir a canciones? Podemos inventar letras que sirvan de explicación, procurando que las frases sean sencillas y cortas e ideando una especie de estribillo que pueda repetir el peque una y otra vez y que haga referencia a aquellos pasos que más le cuesten. Si esa letra la adaptamos a la música de su canción favorita, el éxito estará asegurado.

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Frente al espejo

Por evidente que parezca porque sobre todo lavabo haya, por lo general, un espejo, enseñarle a cepillarse los dientes frente a uno es un aspecto básico a tener en cuenta. Sobre todo porque, si aún el niño es muy pequeño y no llega bien al lavabo, en algunas casas pueden ofrecerle otro lugar para hacerlo (como algún lavabo de juguete o un barreño, por ejemplo). En estos casos, también habría que colocar un espejo de manera que se pueda ver de frente mientras se lava.

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Lavarlos a la vez

Y con el espejo como aliado, que mamá o papá se cepille los dientes a la vez que el peque será el mejor ejemplo a seguir. Los niños observan todo el tiempo a sus adultos de referencia, así que seguir sus pasos le resultará de gran ayuda. Como es de esperar, papá o mamá deberá cepillarse despacio, haciendo movimientos pausados, para que su hijo pueda ver qué es lo que debe hacer a continuación.

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Lavar los dientes a un muñeco

Si aún así le sigue resultando un tanto difícil cepillarse de manera adecuada los dientes, podemos emplear un muñeco para explicarle cómo debe hacerlo. Hay opciones de juegos de dentaduras de plastilina que pueden ser muy útiles e, incluso, reproducciones de dentaduras de lo más realistas para niños (muy propias de la pedagogía Montessori) que les ayudará a identificar y ubicar perfectamente los dientes y cómo lavarlos por zonas. En cualquier caso, el juego simbólico siempre será una buena opción para ayudarle con este aprendizaje.

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Recurrir a libros infantiles

También son una muy buena herramienta los libros infantiles que hablan sobre el tema. Leérselo bien cada noche antes de dormir o bien justo antes de lavarse los dientes, le servirá para visualizar los pasos a seguir gracias a las ilustraciones y, en consecuencia, para ir memorizándolos.

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Vídeos explicativos para niños

Si consideras que será útil para tu hijo o tu hija, otra opción es enseñarle un vídeo explicativo en Interntet. Lo recomendable es visualizarlo antes nosotros para cerciorarnos de que el contenido está adaptado a la edad del niño o la niña y de que es lo suficientemente ameno para él. Si incluye canciones y grafismos o algún personaje animado dando pautas básicas sobre el cepillando de dientes, seguro que logra captar mucho mejor su atención.

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Llevarlo al dentista

Aprovechar una primera visita al odontopediatra para que este profesional les explique la importancia de lavarse los dientes después de cada comida puede ser muy eficaz y les indique cómo hacerlo. El respeto que la mayoría de niños pequeños sienten a ‘la bata blanca’ hará que escuchen con atención todas sus recomendaciones. Es especialmente recomendable en aquellos niños que rechacen o no les guste lavarse los dientes.