Dónde ver las mejores cabalgatas de los Reyes Magos (de toda España)

La cabalgata de Alcoy (Alicante) es la más antigua de España y, probablemente, del mundo. La primera de la que se tiene constancia data del año 1866, pero no fue hasta 1885 cuando se instauró verdaderamente y cuando comenzó a realizarse de manera seguida cada año. Esta cabalgata se ideó a raíz de la tradición local del Tío Píam, personaje propio de la zona que recorría las calles de la ciudad acompañado por varios niños y cantando villancicos la tarde del 5 de enero, a la espera de los Reyes Magos. La cabalgata de 1866 tuvo un origen benéfico, pues comenzaba en el Hospital de Oliver, donde los Magos visitaban a los enfermos, y a continuación recorrían las calles y repartían regalos entre los más necesitados.

Hoy, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, hay multitud de eventos espectaculares en torno a la cabalgata: el de ‘ Les Pasteretes ’ (en el que los pastores recorren, el domingo antes de Reyes, las calles de Alcoy con bailes tradicionales hasta llegar al portal en el que adorarán al Niño Jesús), el anuncio, el 4 de enero, del embajador real de la llegada de sus Majestades de Oriente (momento en el que los niños de la ciudad acuden a llevar sus cartas a los pajes reales) y el establecimiento del Campamento Real (en el que se supone que los Reyes han dormido la noche del 4 al 5 de enero y que se puede visitar en la mañana del 5 y ver las antorchas que han allí han dejado). Por tanto, la cabalgata de Alcoy y todo lo que la rodea es digna de presenciar al menos una vez en la vida.

Declarada Fiesta de Turístico de Andalucía, la cabalgata de Sevilla es una de las más largas de España (tiene un recorrido de más de 9 kilómetros). Ideada por ilustres pensadores del Ateneo de la ciudad, la primera se celebró en 1918 y tenía como fin, al igual que la de Alcoy, repartir regalos entre los niños más desfavorecidos. Es una de las cabalgatas en las que la tradición cristiana se conjuga con la tradición hispalense y cada una de sus carrozas lucen elementos que tienen que ver con ella y que, además, se realizan de manera artesanal en la propia ciudad.

La cabalgata de Reyes de Granada es la segunda más antigua de España, después de la de Alcoy. La primera se celebró en 1912, si bien ya a finales del siglo XIX se representaban obras teatrales sobre la llegada de los Reyes Magos a Belén y su adoración al Niño. En la actualidad, muestra la interculturalidad propia de esta ciudad, que ha formado parte de grandes reinos, y es una de las cabalgatas más bonitas.

La de Madrid es una de las cabalgatas más conocidas y más espectaculares de España. Muchas de sus carrozas son auténticas obras de arte en la que los personajes de ficción más queridos por los niños hacen acto de presencia. No es extraño ver a familias y a personas mayores acudir a la cabalgata con una escalera para no perder detalle de la comitiva real; esto, que puede parecer una simple cuestión práctica, viene de la llamada ‘fiesta de la escalera’, que se celebraba en la tarde del 5 de enero a finales del siglo XIX y que se acabaría uniendo a la organización de la cabalgata. La fiesta de la escalera daba nombre a la tradición del pueblo llano de acudir a las murallas de la ciudad con escalera en mano para avisar de la llegada de sus Majestades de Oriente y recorrer posteriormente las calles pidiendo vino por tan importante anuncio.

La cabalgata de Barcelona no se queda atrás en espectacularidad. Sus carrozas, a las que no les falta detalle, van comandadas por el mítico Paje Gregorio, que tiene poderes que le permiten visualizar si los niños se han portado bien o no durante el año, información que dará a los Magos para que valoren si son merecedores de sus regalos. Los Reyes llegan, a bordo de un velero centenario, a la Ciudad Condal -en concreto al Moll de la Fusta-, donde las autoridades locales les hacen entrega de la llave mágica con la que podrán abrir, por una noche, la puerta de todas las casas.

El barco también es el medio de transporte con el que sus Majestades llegan a Palma, cuyas calles recorrerán acompañados por una comitiva de más de 600 personas. Este año habrá más carrozas y más personajes, entre los que destacan los guardianes de los cofres reales, artesanos, mercaderes… La carroza más importante es la que portará el belén de La Sang, una obra escultórica del siglo XV que los ciudadanos de Palma llevaban desde 2015 sin poder ver porque estaba en restauración y que este año regresa en todo su esplendor.

Si a Barcelona y a Palma los Reyes llegan en barco, a Logroño lo hacen en helicóptero. Aterrizan nada menos que en un estadio de fútbol, el de Las Gaunas, donde unos 16.000 asistentes les esperan con ilusión en la mañana del 5 de enero. Después, sus Majestades abandonan el recinto en lujosos coches de época para tomar un descanso y comer roscón en los Centros Jóvenes y recuperar así energía antes de la cabalgata y de la ajetreada noche que les espera. La cabalgata de Logroño data de 1934. Por entonces, había una única carroza, que no era más que un pequeño coche cargado de juguetes para los niños más necesitados de la ciudad. Desde entonces ha evolucionado mucho y cuenta con una comitiva de decenas de carrozas y más de 700 participantes.

La cabalgata de Pamplona está organizada con todo lujo de detalles. Sus Majestades llegan sobre sus camellos (dromedarios, en realidad) y comienzan su paseo real en el histórico Puente de la Magdalena. La comitiva allí va encabezada por un cortejo italiano, que animan la celebración con su toque de trompetas y tambores. Esta cabalgata, que se celebró por primera vez en las Navidades de 1927, es también una de las más antiguas de España.

La de Málaga es una de las cabalgatas más especiales, no tanto por su espectacularidad o su antigüedad como por la representación que va con ella de la mano. Tras hacer el recorrido, Sus Majestades de Oriente acuden a la puerta principal de la Catedral para presentar sus ofrendas y adorar al Niño Jesús. Después, en la escalinata del mismo templo, tiene tradicionalmente lugar una Epifanía viviente cargada de recogimiento.