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primera fiesta de nochevieja en la adolescencia© AdobeStock

Adolescentes

Su primera fiesta de Nochevieja: ¿de qué debemos advertirlos?

En mitad de la adolescencia, muchos chicos acuden a su primera fiesta para recibir el nuevo año. Para los padres supone un momento delicado, pues se hacen más patentes peligros como el alcohol a los que se pueden enfrentar esa noche. ¿Cómo preparar a los hijos para que corran los menos riesgos posibles?


29 de diciembre de 2023 - 10:12 CET

Para algunos adolescentes, la fiesta de Nochevieja es el pistoletazo de salida de una nueva forma de vivir el ocio con sus amigos, donde las horas fuera se extienden. Es una experiencia por la que ellos pasarán, antes o después, pero que puede inquietar a los progenitores.

Para saber de qué forma abordar los riesgos de ese momento, hemos hablado con Beatriz Martín Padura, directora general de Fad Juventud. 

Protegerlos de los riesgos de una noche fuera

Los padres que se enfrentan a la primera Nochevieja de sus hijos fuera pueden sentir todo tipo de preocupaciones. ¿Hay que hablar con ellos de algún aspecto en concreto para que no incurran en conductas de riesgo?

“Si esperamos al momento en el que acuda a su primera fiesta navideña para hablar de drogas, relaciones sexuales, o cualquier otro tema que nos preocupe, estamos llegando tarde. Lo ideal sería haber mantenido conversaciones sobre estos temas mucho tiempo antes y  haber cultivado un clima de confianza y afectividad en casa  y, en el momento de acudir a esa primera fiesta, transmitirles toda nuestra confianza en ellas y en ellos, sin decir mucho más”, recomienda la experta.

En el caso de que no se hubiera habladado hasta ese momento de estas cuestiones, al menos sería bueno abordarlas en los días previos o antes de que se marche. Una forma de hacerlo es aprovechar alguna noticia o hablar de personas conocidas que hayan pasado por una experiencia concreta. No obstante, recalca que “desgraciadamente, no existe una fórmula mágica que nos asegure que nuestra hija o hijo no va a incurrir en conductas de riesgo por haber hablado algún aspecto concreto con él o ella”.

Fiesta de Nochevieja en adolescentes© AdobeStock

¿Cómo hablar del alchol y otras sustancias?

El consumo de alcohol está prohibido en los menores de edad. Es algo conocido por todos. Sin embargo,  hay muchos falsos mitos en torno a él como que el alcohol hace entrar en calor, que facilita las relaciones sexuales  o que beber solo los fines de semana no entraña daños para el organismo. En este sentido, los padres deben aportar “información objetiva y veraz y desmitificar esas ideas que en muchas ocasiones están en el imaginario colectivo, y más de la juventud, que no son ciertas”, comenta la representante de Fad Juventud.

Con respecto a otras sustancias, es bueno advertirles de sus riesgos a medida que vayan creciendo, o bien a través de una película, buscando información en Internet de manera conjunta... “Pero el hecho de dar información sobre los riesgos es solo una de las ‘patas’ de la prevención. No podemos pensar que, advirtiéndoles de los peligros que pueden correr, ya tenemos todo hecho y no van a consumir. El consumo de sustancias en la adolescencia está muy ligado al tiempo de ocio y uno de los mayores riesgos a los que se enfrenta un o una adolescente o joven, es el de sentirse excluido o excluida de su grupo de iguales”, confirma.

En esas otras ‘patas’ de la prevención es importante “fomentar una actitud reflexiva y crítica, educar en valores prosociales, establecer un clima afectivo positivo y un sistema coherente de normas y límites en casa o fomentar diferentes formas de ocio”, señala Beatriz Martín Padura.

Un aspecto a tener en cuenta es que la información que se facilite a los hijos no se transmita desde el miedo, ya que esto a la larga será contraproducente. Hay que aportar esos datos desde la prudencia y el conocimiento para que se convierta en una herramienta preventiva.

¿Y si llega con síntomas de embriaguez o de haber consumido otras sustancias?

Algunos padres deciden esperar despiertos a que vuelvan sus hijos. En todo caso, como resalta la experta, este hecho no debería convertirse en la única forma en que los padres sepan lo que hacen o no sus hijos. “Controlar solo no es la solución. Paralelo a un cierto control debemos trabajar a diario por establecer un clima de confianza en nuestro hogar y por dotar a nuestras hijas e hijos de las habilidades básicas que les ayuden a enfrentarse a las situaciones vitales difíciles que seguro van a enfrentar, de la manera más adecuada posible (por ejemplo, capacidad crítica, de resolución de problemas, asertividad, etc.)”, aconseja.

Pero  ¿qué debe hacerse si el adolescente llega bebido a casa  o hay indicios de que ha consumido otras sustancias durante la fiesta? Estos son los pasos que habría que dar, tal como los detalla Beatriz Martín Padura:

  • En el momento de llegar a casa, podemos mostrar nuestra preocupación por el estado en el que llega, pero no iniciar una conversación ni reprochar, ya que serviría de poco.
  • Dejaremos que descanse y que desaparezcan los síntomas de embriaguez para, a la mañana siguiente, poder abordar la situación de la manera más calmada posible, evitando dramatizar, pero mostrando seriedad.
  • Podemos comenzar con una pregunta abierta y dejar que se explique, escuchando de manera activa, sin interrumpir y sin juzgar.
  • Si se cierra en banda, podemos explicarle cómo nos sentimos, evitando en todo momento juicios de valor.
  • Intentaremos conocer los motivos que le han llevado a beber en exceso, y la cantidad de alcohol consumida.
  • Podemos establecer una consecuencia ajustada a la situación, y aprovechar lo que ha pasado para plantear en familia qué factores de protección podemos trabajar: ofrecerle alternativas de ocio saludable, negociar horarios y otras normas, aumentar la comunicación, etc.

Para resolver dudas concretas relacionadas con estas cuestiones, Fad Juventud dispone de un Servicio de Información y Orientación gratuito y confidencial donde cualquier familia puede contactar de lunes a viernes de 9:00 a 21:00 horas, a través del teléfono 900 16 15 15, para recibir una orientación personalizada sobre su caso.