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Embarazo

Gripe y resfriados en el embarazo, ¿qué se puede tomar sin riesgos?

Durante el embarazo, la mujer sigue expuesta a los mismos virus que pueden provocar algunas enfermedades típicas de las estaciones frías. ¿Qué sucede cuando tiene mocos, tos o gripe? ¿Puede tomar fármacos sin dañar al bebé?


28 de diciembre de 2023 - 10:06 CET

Durante el embarazo, la mujer está inmunocomprometida. Esto significa que tiene menos defensas frente a los patógenos, como virus o bacterias, causantes de infecciones. Si la gestación coincide con la época más fría del año, cuando estamos en lugares cerrados y hay más posibilidad de contacto con virus de otras personas, la madre puede contagiarse y pasar algún proceso de tipo respiratorio, con tos, mocos y fiebre.

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Para saber qué hacer en estos casos y cuáles son los fármacos permitidos, hemos recurrido a la Dra. Blanca Paredes, ginecóloga experta en Medicina Perinatal, Obstetricia de Alto Riesgo y Diagnóstico Prenatal del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa.

Cuándo visitar al médico y cuándo acudir a Urgencias

Las afecciones de tipo respiratorio pueden ser leves o pueden complicarse, lo que supondría un problema en el embarazo. ¿Debe acudir siempre la embarazada al médico si tiene un resfriado o cree que puede ser gripe?

“Cuando una embarazada tiene síntomas respiratorios de vía aérea superior leves, como tos o mocos,  debe acudir a su médico si la sintomatología empeora y, sobre todo, si se acompaña de fiebre persistente, superior a 37,5ºC o dificultad respiratoria”,  comenta la experta.

Cuando los síntomas son leves, puede ser explorada por su médico de Atención Primaria, pero “si la fiebre es alta, por encima de 38ºC o hay sensación de ahogo o falta de aire, la paciente debe acudir a Urgencias”, señala.

El riesgo de la fiebre en el embarazo

Que en la madre haya fiebre durante el embarazo tiene riesgos. De hecho, en el primer trimestre, es importante tratarla, ya que “temperaturas superiores a 39,5ºC aumentan el riesgo de aborto espontáneo y de alteraciones en el desarrollo del sisteme nervioso central fetal”, advierte la ginecóloga.

Si la fiebre alta aparece en el segundo o tercer trimestre, asociada a cualquier proceso infeccioso,  “hay mayor riesgo de parto prematuro y de aparición de contracciones uterinas”. 

Además, hay que tener en cuenta que la listerioris también cursa con fiebre alta (más de 38ºC). Esta enfermedad bacteriana no tiene los síntomas característicos de los cuadros catarrales, sino más bien de tipo digestivo, como molestias, vómitos y diarreas, dolores musculares y mal estado en general. “Ante estos síntomas, la paciente debe acudir a Urgencias, puesto que el tratamiento antibiótico puede evitar los riesgos fetales asociados a esta infección”, subraya.

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Fármacos que se pueden y que no se pueden tomar

En general, la embarazada, al igual que cualquier otra persona, no debería automedicarse nunca. Pero durante estos nueve meses los riesgos de esta práctica son aún mayores, ya que un fármaco inadecuado puede alterar un normal desarrollo del feto.

Si la mujer está resfriada o tiene síntomas catarrales, como dolor muscular, “no debe tomar antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el metamizol, así como preparados con codeína durante el primer trimestre”, señala la especialista del Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa.

Sí está permitido que tome paracetamol, que se convierte en un medicamento ‘estrella’ durante los nueve meses, pues es el que más se utiliza, y también puede tomar, como destaca la Dra. Blanca Paredes, “mucolíticos como la acetitlcisteína”.

¿Es peligroso para el feto que su madre tenga un catarro?

“Los catarros comunes por rinovirus o adenovirus no suponen un riesgo para el desarrollo fetal”, tranquiliza la ginecóloga. Sin embargo,  otros virus como el citomegalovirus produce un cuadro catarral en la madre, pero “pueden atravesar la placenta, produciendo afectación fetal”.  Para evitar el contagio, es esencial que la madre no esté en contacto con saliva y orina de niños pequeños.

En el caso de la gripe, especialmente en la variante A, “puede tener peor evolución en pacientes embarazadas durante el segundo o tercer trimestre”, señala. Es así, ya que hay más riesgo de insuficiencia respiratoria y de neumonía. No obstante, “no se ha demostrado que el virus de la gripe produzca malformaciones fetales ni alteraciones en el desarrollo fetal cuando la madre contrae la enfermedad durante la gestación”.

De cualquier forma, las gestantes son consideradas grupo de riesgo en relación a la gripe. Esto supone que en ellas está indicada la vacunación.  La vacuna de la gripe es segura en cualquier trimestre de gestación,  tanto para la madre como para el feto. Estudios clínicos evidencian la eficacia de la vacuna de la gripe en cuanto a reducción de hospitalización materna y el riesgo de prematuridad asociado a la infección por gripe materna”, detalla la Dra. Paredes.

Además, la vacunación durante la gestación confiere protección al lactante durante los 6 primeros meses de vida, “ya que los anticuerpos atraviesan la placenta y pasan al feto”.