Inmersos ya en plenas vacaciones navideñas y después de haber pasado el primer round de cena y comida copiosa por Nochebuena y Navidad, respectivamente, empiezan a hacer acto de presencia los trastornos intestinales en muchos menores. “La Navidad es una de las épocas del año más esperadas por muchas personas y, especialmente, por los más pequeños de la casa. Sin embargo, el exceso de dulces, las comidas copiosas y generalmente pesadas, el consumo de bebidas azucaradas y carbonatadas y el desorden en los horarios y comer más cantidad de lo que su estómago está acostumbrado a procesar, hacen que nuestros niños sufran digestiones pesadas y pueden acabar derivando en la aparición de problemas y trastornos gastrointestinales”, recuerda la Dra. Ana Ortiz, gerente del Área de Salud de Grupo Farmasierra.
Los trastornos gastrointestinales funcionales son un cuadro clínico muy frecuente en niños de cualquier edad (lactantes, preescolares, escolares), llegando a afectar a un 32,4% de la población menor de 16 años, y el dolor abdominal supone hasta un 24% de las consultas en Gastroenterología Pediátrica1, interfiriendo de forma importante con la calidad de vida del niño y de su familia. Pero, ¿cuáles son las dolencias más comunes relacionadas con el aparato digestivo y con los desórdenes alimenticios navideños en niños?
“En general, las dolencias más habituales que se desarrollan en estas fiestas son indisposiciones por comer en exceso y padecer, en consecuencia, una digestión pesada que coloquialmente denominamos ‘empacho’, además de gastritis, reflujo gastroesofágico y trastornos gastrointestinales funcionales. Estas patologías suelen ser pasajeras, pero, sin un buen cuidado intestinal pueden convertirse en habituales, incluso en crónicas. Los síntomas oscilan desde dolor estomacal, acidez, gases, estreñimiento, diarrea, vientre hinchado, vómitos y, en algunas ocasiones, hasta fiebre”, advierte la doctora.
Síndrome del Intestino Irritable en niños
Uno de los trastornos gastrointestinales más frecuentes es el Síndrome del Intestino Irritable (SII), que “a entre un 10-15% de la población, siendo cada vez más común en jóvenes e incluso niños, pudiendo aumentar durante la época navideña, por lo que debemos estar especialmente alerta”, subraya la experta. Entre los síntomas más destacados a los que debemos prestar atención se encuentran los siguientes: “dolor y distensión abdominal (hinchazón), hinchazón y trastornos de la defecación (diarrea, estreñimiento o ambos)”.
Cuándo ir a urgencias con un niño por un problema digestivo
“Un buen indicador para buscar atención médica con los niños aquejados de un trastorno gastrointestinal es cuando refieren dolor abdominal intenso y continuo o se producen vómitos frecuentes y persistentes, heces con sangre, diarrea abundante durante más de 24 horas o dolor asociado con fiebre alta, que podría ser signo de una infección intestinal”.
Sin embargo, no siempre es sencillo de determinar si es motivo de supervisión médica urgente o no, puesto que es complicado que los padres comprueben la intensidad del dolor abdominal en sus hijos (“me duele la tripa”), a no ser que el pequeño tenga dificultades para moverse. En cualquier caso, ante la duda, siempre es recomendable acudir al pediatra, ya que “alrededor de la cuarta parte de los menores de 16 años padecen en algún momento un trastorno digestivo, sin contar las gastroenteritis agudas, según datos de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)”, añade la Dra. Ortiz. “Lo más importante es recordar que cuando hay un malestar digestivo recurrente o que no desaparece en unos pocos días, se hace esencial una visita al médico”.
Precauciones a seguir en Navidades con niños para evitar problemas digestivos
Hay una serie de precauciones que los padres debemos procurar que sigan nuestros hijos de cara a los excesos navideños y a los eventos en torno a la comida propios de estas fechas. Los que la Dra. Ana Ortiz recomienda son los siguientes:
- Comer despacio para ayudar a la digestión: “algo que intentamos que nuestros niños hagan a diario, pero que en este contexto es aún más importante. Al masticar bien los alimentos, llegan al estómago mucho más triturados, lo que provoca que gastemos menos energía al digerirlos”.
- Dulces navideños, pero con moderación. “Evitar el exceso de azúcar es una ‘lucha’ diaria para padres y madres, y durante estas fechas nos rodean los turrones y polvorones. En la medida de lo posible, debemos procurar que los dulces típicos navideños sean caseros o artesanales, idealmente con bajo contenido en aceite y sin lactosa”.
- Evitar las bebidas azucaradas o con gas. “Es importante concienciar a los más pequeños sobre la importancia de beber suficiente agua y evitar otro tipo de bebidas que afecten a su tránsito intestinal, como las bebidas con gas o las azucaradas. La ingesta de agua abundante ayuda al correcto funcionamiento del intestino”.
- Mantener los horarios habituales de las comidas. “De la misma manera que debemos intentar mantener los horarios de descanso, los de las comidas son igual de importantes. Nos ayudarán a mantener un control de las cantidades y frecuencias de las ingestas diarias”.
- Controlar las cantidades y evitar grasas y fritos. “Debemos recordar que el estómago de los niños es más pequeño y su organismo necesita menos calorías que un adulto. Por eso, evita llenar su plato hasta arriba estas fiestas navideñas e incorpora a su dieta diaria los nutrientes necesarios, evitando el exceso de comidas grasas y fritos”.
- Otras recomendaciones que ayudan a seguir un buen ritmo de comidas son: dormir y descansar las horas adecuadas, evitar la sobreexcitación y complementar con probióticos que contribuyan a “a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal y a mejorar la salud intestinal de los niños con trastornos gastrointestinales funcionales asociados a dolor abdominal no especificado”.