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reci n nacido© GettyImages

Recién nacido

Volver a casa por Navidad tras haber dado a luz: ¿debemos acudir con el bebé a comidas familiares?

El recién nacido, al igual que su madre, tiene unas necesidades específicas los primeros días tras el alumbramiento que es importante dejar claro a todos los allegados


21 de diciembre de 2023 - 13:59 CET

Tener un recién nacido es una experiencia maravillosa, pero puede ser extenuante, especialmente para la mujer, que ha pasado por el parto, en ocasiones, con complicaciones añadidas o con cesárea. La recuperación no siempre es fácil, lo que se une a que las madres priorizan el cuidado del bebé al suyo propio. Después, tras pasar unos días en el hospital, llegar a casa con el pequeñín en brazos es tan emocionante como agotador. Vienen por delante horas sin dormir, problemas con la lactancia, llantos que son, a veces, incontrolables… ¿Y si todo esto tiene lugar en Navidades? ¿Si el bebé ha nacido hace tan solo unos días o justo en medio de las vacaciones navideñas? ¿Es recomendable acudir a encuentros familiares numerosos con él? “El ritmo frenético de las fiestas, y las exigencias familiares se deben de moderar, permitiendo a esa nueva familia elegir cuando y de qué manera deben asistir”, nos dice Mercedes Morales, ginecóloga y directora de operaciones de Clínicas Eva.

“Hay que tener en cuenta que la relación madre hijo, e incluso, con la pareja si la hay, en las primeras semanas es fundamental. La necesidad de conocerse, de tener espacio para aprender a entender la nueva dinámica es vital, sobre todo, para la madre y su bebé”, añade. Esto, unido a que un bebé con tan solo días de vida es más frágil, se deben extremar las precauciones, aunque eso no implica que necesariamente no pueda acudir a reuniones familiares; sin embargo, sí es fundamental marcar ciertos límites para proteger al niño o a la niña.

Normas o límites a marcar con el bebé en comidas o cenas navideñas

“El límite lo debe de poner la nueva familia”, puntualiza la experta. “Es recomendable que lo hablen y consensuen entre ellos para evitar mensajes contradictorios y los bien conocidos conflictos familiares”. En cualquier caso, hay una serie de normas muy básicas que es importante cumplir en todo momento con un recién nacido, ya sea Navidad o no, y es preciso dejar claras a los allegados que puedan no ser conocedores de ellas: “no darle besos en las manos al bebé o meterlas en la boca, no cogerlo si estas enfermo, por muchas ganas que se tengan o no sacarlo de la cuna o donde esté descansando sin permiso de la madre”, especifica Morales, que añade otras recomendaciones como “poner los teléfonos en silencio o hablar con un tono de voz moderado”, algo que no suele ser sencillo de cumplir en encuentros multitudinarios.

Y esto, por muy razonable que parezca, no siempre es bien recibido. “La llegada de un bebé, lejos de acercar posturas, muchas veces es motivo de conflicto”. Por un lado, no siempre se entienden la necesidad de esas medidas básicas para proteger a un recién nacido que aún no está inmunizado ni de forma natural ni con vacunas y que son esenciales para protegerlo. “Por ejemplo, muchas familias, que tuvieron niños durante el covid, sufrieron situaciones de mucho estrés porque muchas madres no querían llevar a sus recién nacidos a los eventos, donde el furor nos llevaba a prescindir de las mascarillas, exponiendo a sus pequeños a los arrumacos de los familiares que no eran conscientes de la fragilidad del nuevo miembro de la familia. El entorno se debe de concienciar y permitir espacio a esa madre y ese bebé para que decidan en qué momento hacer acto de presencia sin presionarles. Los adultos, debemos saber que nuestras ganas, no pueden invadir el espacio de esa familia. Habrá muchos momentos”.

Recién nacido junto a su madre© GettyImages

Pautas genéricas a seguir con la llegada de un recién nacido a casa

Más allá de la época del año y de las fechas navideñas, hay una serie de pautas que es recomendable que toda familia siga con un recién nacido que acaba de llegar a su casa:

  1. Tratar de reservar la primera semana en casa con el bebé para acostumbrarnos a sus necesidades y rutinas, independientemente de que sea o no Navidad o cualquier otra circunstancia.
  2. Ignorar el flujo constante de llamadas, WhasApp y cualquier intento de comunicación inoportuno cuando estamos atendiendo al bebé.
  3. No agobiarnos ante consejos ajenos, sobre todo de los abuelos, que tienen una ascendencia sobre nosotros. Es bueno escuchar y aprender de la experiencia, pero siempre nos debemos reservar la última palabra.
  4. Adaptarnos y pedir a las visitas que se adapten a los ritmos de sueño y alimentación del recién nacido. Si es posible, y tratando de evitar que nadie se moleste, ponerles hora de entrada y de salida.
  5. Intentar, en la medida de lo posible, repartir las responsabilidades, el tiempo de vigilancia del niño y el de atender a familiares y amigos.
  6.  Tratar de hacer entender a las visitas que eviten las horas de comida, sin distinción por el grado de parentesco y antigüedad en la amistad, que los padres están muy cansados y que no tienen tiempo de preparar meriendas, almuerzis o cenas a las visitas.