Dar el pecho es algo natural, pero a lo largo del tiempo de lactancia algunas mujeres sufren distintos problemas, ya sea porque el niño no se agarre bien, porque la madre se sienta insegura con respecto a su capacidad de alimentarlo por ella misma, porque aparezcan grietas o una mastitis, porque el bebé rechace el pecho... Son momentos en que la mujer va a necesitar ayuda y, frecuentemente, la pide.
Para hablar de uno de esos procesos complicados, la agitación por amamantamiento, hemos recurrido a Virginia Márquez, enfermera pediátrica y consultora de lactancia certificada IBCLC en www.lactanciabarcelona.com.
¿En qué consiste la agitación por amamantamiento?
En la agitación por amamantamiento, la madre siente un rechazo hacia su hijo en el momento de darle de mamar. Es un deseo de no darle el pecho, de intenso nerviosismo, que no puede controlar. “No es algo racional, es algo muy físico, visceral”, apunta la experta.
Aunque no se conoce el origen de estos sentimientos se cree que puede haber una base hormonal en los mismos, pero no se ha estudiado con profundidad. Si observamos a otras mamíferas del mundo animal, se puede ver cómo entre los cachorros suelen apartar a alguno y no le dan de mamar. La mujer utiliza su lado racional para alimentar a su bebé, a pesar de sentirse mal si aparece esta agitación, pero el hecho de que se dé también en otras especies mamíferas puede hacer pensar que estamos ante una situación de base biológica y hormonal.
¿Cuándo suele aparecer la agitación por amamantamiento?
Tal como señala la consultora de lactancia, la agitación por amamantamiento suele darse en lactancias extensas, motivo por el que se ve más ahora, ya que cada vez hay más mujeres que deciden y desean seguir dando el pecho varios años. También se puede ver cuando la mujer está dando de mamar y se queda embarazada. Aquí hay un factor puramente físico y es que los pezones están mucho más sensibles y cuando el niño mama, la madre no se siente a gusto. Pasa igual cuando la madre está ovulando o cuando está con la regla y tiene que dar el pecho; al sentir dolor o incomodidad puede surgir esa sensación de rechazo.
Igualmente en la lactancia en tándem la madre puede sentir esta agitación o rechazo hacia el hijo mayor, como si quisiera dar prioridad al pequeño de forma inconsciente. Y asimismo puede verse en lactacias gemelares, especialmente en momentos de mucho cansancio o desbordamiento de la madre.
“La agitación por amamantamiento puede presentarse en forma de picos, cuando la madre está más cansada o estresada”, explica Virginia Márquez (@lactanciabarcelona, en Instagram). “De igual forma, cuando siente dolor con la lactancia”.
Es importante no confundirla con la depresión posparto. En este último caso, el estado anímico de la mujer y las dificultades para hacerse cargo de su bebé son constantes. Si hablamos de agitación por amamantamiento, estamos refiriéndonos solo al momento de dar el pecho.
¿Qué se puede hacer ante la agitación por amamantamiento?
Muchas mujeres que experimentan esta sensación deciden destetar, pues el momento de dar el pecho a sus bebés se convierte en algo incómodo y que no desean. “Otras hacen un destete parcial y eso también ayuda, pues así están menos cansadas y la agitación suele desaparecer”, comenta la consultora.
Ese destete parcial suele hacerse sobre las tomas nocturas, que son las que causan más cansancio, sobre todo si la madre no puede dormir bien y lleva muchos meses con déficit de sueño.
Virginia Márquez da algunas recomendaciones si aparece la agitación por amamantamiento:
- Intentar descansar lo máximo posible. El cuidado del bebé puede llegar a ser extenuante, y si la madre no cuenta con ayuda, mucho más.
- Respirar e intentar buscar la calma cuando se sienta la agitación.
- ‘Negociar’ con el bebé acerca de las tomas. Puede hacerse, sobre todo, cuando es más mayor y entiende que se le ponga una limitación sobre la duración de las mismas o sobre los momentos en que puede mamar y los que no.
Además, es importante que vivan estos episodios sin culpabildad. “Muchas mujeres lo ocultan, no hablan de ello y no piden ayuda porque se sienten culpables”, advierte Virginia Márquez. “También tienen miedo a ser juzgadas, a que la gente opine sobre si deben destetar o no”, añade.
Es una situación que, como otros problemas sobrevenidos con la lactancia, puede mejorar con el adecuado asesoramiento de una consultora profesional de lactancia.