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neurorrehabilitaci n pedi trica© Clínica Irenea

Neurodesarrollo

El papel de la neurorrehabilitación pediátrica frente al retraso madurativo

El número de consultas por problemas en el desarrollo de los niños se han incrementado en los últimos diez años


19 de diciembre de 2023 - 12:43 CET

Cuando las familias perciben que su hijo o su hija no se desarrolla o evoluciona al mismo tiempo que otros niños de su edad y que la diferencia es significativa (es decir, va más allá del ritmo individual de cada niño), es preciso acudir al pediatra o a un especialista para valorar al pequeño. En los últimos años se habla mucho de  retraso madurativo ; sin embargo, “el retraso madurativo, en sí, no es un diagnóstico en cuanto a que no especifica la causa o entidad médica, sino que describe el proceso del neurodesarrollo”, explica la Dra. Carolina Colomer, directora clínica de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas. “Es un indicativo que nos hace ponernos en marcha y valorar bien la situación”. Serán, por tanto, los neuropediatras y otros profesionales del neurodesarrollo los que valorarán, a partir de ese momento, al niño o a la niña y abordarán el asunto desde diversos ángulos.

“Los padres, profesores y desde distintos entornos son los que muchas veces perciben que desarrollo de su hijo o hija no es el adecuado”, apunta la experta, que añade que, en la última década, han percibido en su centro de neurorrehabilitación neurológica “un aumento significativo en el número de familias que nos consultan debido a un retraso en el desarrollo de sus hijos cuya causa u origen no está específicamente diagnosticado, lo que significa que no se asocia con una condición médica definida”. En cualquier caso, “aunque la etiología o causa no esté determinada, estos niños sí que presentan dificultades concretas en su desarrollo y funcionamiento”, por lo que es necesario trabajar con ellos para superar sus respectivas dificultades.

La neurorrehabilitación pediátrica y su papel para abordar el retraso madurativo

¿Por qué los niños con retraso madurativo necesitan neurorrehabilitación si esta no se considera una condición médica? “Para explicar esta pregunta quiero definir primero lo que es  el neurodesarrollo , que abarca el proceso de crecimiento y desarrollo del sistema nervioso, que incluye el cerebro y la médula espinal”, detalla Colomer. “Es un concepto crucial, ya que sienta las bases para todas las habilidades cognitivas y motoras que un individuo desarrollará a lo largo de su vida”.

De ahí que reconocer las señales de alerta en el neurodesarrollo sea fundamental, “y más en el caso de los niños, ya que permite tomar medidas tempranas ante las posibles dificultades con las que se encuentren, lo que les ayudará a mejorar significativamente su pronóstico”. Así esas señales de alerta de las que hay que estar pendiente son:

  • Las señales motoras. “Pueden incluir retrasos en el logro de hitos motores, como el control de la cabeza, el gateo, la marcha o dificultades en la coordinación motora fina, como agarrar objetos. Y, también, es posible detectar debilidad muscular, rigidez o movimientos inusuales”.
  • Las señales de alerta cognitivas. “Estaríamos hablando de poca interacción con el entorno en fases muy iniciales, con ausencia de sonrisa, de mirada dirigida, balbuceos y risas o llanto en respuesta a estímulos del entorno; más adelante dificultades en el aprendizaje, problemas con la memoria, la atención y la concentración. Además, podríamos observar dificultades en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, como retrasos en la adquisición del habla o la comprensión del lenguaje”.
  • Las señales de alerta conductuales. “Se manifiestan a través de cambios en el comportamiento, como agresión, impulsividad o hiperactividad. Además, podríamos identificar dificultades en la regulación emocional, como cambios de humor inusuales o extremos”.
  • Las señales de alerta socioafectivas. “Se relacionan con problemas en el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales y pueden incluir dificultades en el establecimiento de relaciones con compañeros, falta de empatía o comprensión de las emociones de los demás, así como comportamientos sociales inapropiados. De manera resumida, estas son las características que podrían hacernos sospechar que algo no va del todo bien”.
Niño con doctora© GettyImages

Cómo es la neurorrehabilitación con niños que presentan retraso madurativo

Antes de abordar el tratamiento o la neurorrehabilitación de un niño, lo primero que hacen los profesionales es valorar la situación y planificar los pasos a seguir desde una perspectiva integral: “lo que les transmitimos es que, aunque no haya un diagnóstico médico claro que explique estas dificultades, sí que existe la necesidad de abordar y tratar las preocupaciones de estos niños. Y, aquí, es donde entra en juego nuestra labor como especialistas en neurorrehabilitación pediátrica, ya que brindamos soluciones basadas en una valoración clínica del neurodesarrollo minuciosa, empleando un enfoque terapéutico integral y a menudo intensivo, con el único objetivo de ayudar a estos niños a superar sus desafíos, minimizarlos o, incluso, aprender a vivir con sus limitaciones”, detalla la Dra. Colomer.

En este sentido, se le valora desde diferentes áreas: neuropsicología, logopedia, terapia ocupacional, integración sensorial, fisioterapia, medicina física, neurología y nutrición, entre otras. “En otras palabras, nuestro enfoque se centra en el bienestar y el desarrollo de cada niño, independientemente de si tienen una causa patológica subyacente concreta o no, ya que lo que nos importa es ayudarles a superar sus dificultades para dotarles de una mayor calidad de vida”. De ahí que Colomer abogue por hablar más de  trastornos del neurodesarrollo  que de retraso madurativo en lo que a neurorrehabilitación pediátrica se refiere. Las claves para que esta funcione son, además del abordaje integral señalado, las siguientes:

  • Tratamiento personalizado. Una vez que se ha realizado al niño una valoración exhaustiva y multidisciplinar, el siguiente paso es aplicar “un plan de tratamiento personalizado y adaptado a su estado neurológico, con el que recuperar o adquirir el máximo nivel de funcionalidad e independencia posible, para potenciar el desarrollo de sus capacidades y mejorar su calidad de vida”.
  • La familia. La familia desempeña un papel esencial en la neurorrehabilitación del pequeño, pues “para los niños es fundamental encontrarse arropados por sus familiares y en un entorno seguro”, subraya la experta. Por eso, “les animamos a ser pacientes y comprensivos y que recuerden siempre que su apoyo es fundamental para el desarrollo de sus hijos”.

¿Es posible superar el retraso madurativo sin neurorrehabilitación?

Teniendo en cuenta que el retraso madurativo no es un diagnóstico como tal, sino que es más bien una señal de alerta de que algo está ocurriendo, ¿es posible que el niño supere esta situación por si mismo, sin necesidad de neurorrehabilitación? “Depende mucho de la severidad del retraso y de la causa subyacente”, nos responde la doctora. “Si bien es cierto que algunos, por su origen, sí que podrían avanzar sin la necesidad de terapias especializadas, lo normal es que todos los niños se beneficien y mejoren su calidad de vida con intervenciones y apoyos específicos”. En cualquier caso, “podemos asegurar, por nuestros más de 25 años de experiencia, que en todos los casos se mejora su calidad de vida y se optimizan las capacidades en menor tiempo”.