Más allá de todo el debate abierto en torno a la edad recomendada en la que los menores deberían poder tener un móvil o un dispositivo digital propio, la realidad es que, a día de hoy, la mayoría de los adolescentes ya disponen de uno. Y los usos que les pueden dar son cuantiosos; entre ellos, para conocer a otros chicos o chicas de su edad o para ligar. ¿Qué deben hacer los padres si descubren que su hijo o su hija utiliza una app de citas? “Todo va a depender de la edad del adolescente, claro, no es lo mismo un chaval de 14 años que uno de 18”, nos dice Diana Al Azem, profesora de Secundaria, creadora del portal Adolescencia Positiva y autora del libro Adolescentez de la A a la Z (Ed. Plataforma). “Lo que nunca debe faltar es una conversación con el adolescente, independientemente de la edad que tenga, sobre sexualidad y afectividad”.
La cuestión es ¿qué debemos tratar los padres en esa conversación? ¿Debemos prohibir directamente que acceda a este tipo de aplicaciones? “Lo importante es que los padres estén informados sobre cómo funcionan estas aplicaciones y cuáles son los beneficios o peligros que podrían entrañar para nuestro adolescente antes de prohibir sin más”, recomienda Al Azem.
Lo primero que deben tener en cuenta es que la edad mínima para acceder a una app de citas es de 18 años; es decir, los menores de edad no pueden acceder a este tipo aplicaciones. Aun así, al no haber ningún filtro, algunos adolescentes mienten acerca de su edad para poder utilizarlas. Partiendo de esta premisa, las posibles consecuencias no son baladí, puesto que la mayoría de personas que utilizan estas apps sí son mayores de edad.
Posibles problemas, desde el punto de vista emocional o psicológico, para un adolescente de recurrir a apps de citas
Además de todo lo anterior, los adolescentes se pueden enfrentar a otra serie de problemas emocionales o psicológicos asociados al uso de estas apps. Los padres deben tener muy en cuenta “si el adolescente no es capaz de tener una cita en persona y solo lo hace de manera virtual”. Si esto es así, “cabría la posibilidad de que su autoestima no estuviera todo lo sana que debería. En este caso, se recomienda acudir a un especialista que pueda ayudarlo a mejorar su autoconcepto”.
“Por otro lado, hay que tener en cuenta que las redes sociales y las conversacones online suelen ser bastante impersonales, por lo que en muchas ocasiones generan frustración y malestar”. En este sentido, Diana Al Azem pone como ejemplo los casos de ghosting , que se producen cuando uno de las personas deja de establecer ningún tipo de comunicación con el otro (no contesta a los mensajes ni a las llamadas). Esto “puede llevar al adolescente a sentir inseguridad y daño en su autoestima”, advierte. “Si es el caso, entonces el adolescente debería dejar de utilizar esta herramienta de quedadas”.
“Otros lo ven como un juego, dejando de lado los sentimientos de las personas y volviéndose frías y calculadoras en cada una de las citas. Considerando a la otra persona como un objeto de placer y punto”. Si descubriéramos que este es el caso de nuestro adolescente, también sería recomendable acudir con él a un profesional.
Cómo minimizar los riesgos si siguen utilizando apps de citas
Teniendo en cuenta que, como señala Al Azem, tener 14 o tener 18 años es un abismo en este aspecto, la opción que más se corresponde con lo establecido por la ley es prohibir el acceso a cualquier app de citas a su hijo o hija si es menor de edad. Aun así, es fundamental mantener con él o ella una conversación en la que, en primer lugar, se le advierta de los posibles riesgos. Después, y siempre que consideremos que es probable que siga utilizando estas herramientas a nuestras espaldas, hay que explicarle de manera muy clara qué debe hacer para minimizar los peligros:
- No dar datos personales. “Una de las primeras precauciones que nuestros hijos deben tener en cuenta, con todo tipo de aplicaciones, es el hecho de no dar demasiados datos personales que pongan en compromiso nuestra vida íntima”.
- Ir acompañado a una cita física. Si decide quedar con alguien, debería intentar asegurarse de que esa persona tiene una edad similar a la suya. Y teniendo en cuenta que es posible que la otra persona haya mentido acerca de su edad y de su verdadera identidad, “lo ideal es que vaya acompañado” a esa cita física. “Entendemos que un adolescente no querrá ir con su padre o su madre de la mano”, pero al menos sí debería acudir “con algún amigo de confianza”, advierte Al Azem. “Siempre hay que dejar constancia de dónde está”.
- Quedar en lugares públicos. Este punto, “sobre todo en las primeras citas, también es importante. No deberán acudir a lugares apartados ni entrar en casas privadas”.
- Utilizar una app segura. “Y por último, a la hora de utilizar una aplicación de citas online, lo mejor es asegurarnos de que dicha aplicación es reconocida y segura para evitar ataques de seguridad”.