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madre con dolor de cabeza© GettyImages

Posparto

Cuando la menopausia llega poco después de dar a luz: ¿una ‘explosión’ hormonal?

Algunos síntomas de la menopausia se dan también en el posparto; ¿quiere eso decir que se multiplican si se pasa por ambos procesos a la vez?


11 de diciembre de 2023 - 16:12 CET

La edad en la que las mujeres se convierten en madres por primera vez se ha retrasado considerablemente a causa del estilo de vida actual. Esto hace que se den también más casos de mujeres a las que les coincide en el tiempo el posparto y la menopausia y, sobre todo, a las que se les juntan los síntomas del uno con la proximidad de la otra, puesto que la menopausia suele aparecer en torno a los 50 años y, unos cinco años antes, sobre los 45, el climaterio, la etapa de transición previa. Teniendo en cuenta que ya no es extraño que una mujer sea madre pasados los 40, es posible que lo pasen de manera simultánea al posparto. ¿Cuál es el resultado? ¿Cómo afecta esta situación a quienes la padecen, teniendo en cuenta que tanto el posparto como la menopausia vienen acompañadas de considerables cambios hormonales?

“Todo cambio hormonal puede afectar a las mujeres. Si en este caso se junta un posparto con la menopausia seguramente será una situación más intensa de lo normal para las mujeres”, nos explican los doctores Eugenio Blanes Martínez y Ángel Arturo Blanes Martínez, ginecólogos de Vithas Valencia 9 de Octubre. “Se juntan dos etapas de cambio en las que hay que enfrentarse a situaciones nuevas a diario, como pueden ser las relacionadas con la crianza o la aparición de variaciones en el patrón menstrual y las alteraciones que van a generarse en el metabolismo de la mujer que pueden ocasionar cambios en las distintas esferas de la vida”.

Sin embargo, “eso no tiene que asustar a nadie”, subrayan los doctores. “La actitud va a ser una de las claves del éxito junto con el estilo de vida y los tratamientos complementarios cuando sean necesarios”. Para ello, es fundamental reconocer los síntomas de la menopausia o de la premenopausia, que se pueden ‘enmascarar’ durante el posparto. Algunos de los síntomas que puede resultar más difícil identificar tras dar a luz son los siguientes:

  • Variaciones en el ciclo menstrual. Este es uno de los síntomas más visibles y evidentes “que nos pueden orientar que estamos entrando en la etapa de transición a la menopausia”. Al tener lugar en poco después de tener un bebé, puede pasar desapercibido, puesto que “en el periodo posparto nos podemos encontrar con variaciones en el ciclo menstrual, sobre todo en aquellas pacientes que vayan a dar lactancia materna, en las que es frecuente que desaparezca la regla durante ese periodo”.
  • Cambios en el área genital. “Van a aparecer cambios similares tanto en el posparto como en la etapa de transición a la menopausia, con aparición de debilidad de los tejidos que ocasionen incontinencia de orina, laxitud de la vagina, dolor con las relaciones, picor en la zona, entre otras”.
  • Cambios en el estado de ánimo. Son comunes tanto después de dar a luz como en la menopausia, por lo que podrían asociarse únicamente al posparto. No implica, sin embargo, que se multipliquen al darse de manera simultánea y juntarse los cambios anímicos propios del posparto con los de la premenopausia; “el grado de afectación puede ser muy variable en función de la mujer, siendo muy importante recibir un apoyo por parte del entorno”.
  • Dificultad para tener un sueño de calidad. La falta de sueño es otro síntoma asociado a la menopausia que también se da tras la llegada de un bebé, en este caso, ya no tanto por una causa hormonal como por el propio cuidado del pequeño, pero la realidad es que dificultaría igualmente a la mujer reconocer un cambio de patrón que tuviera que ver con una primera etapa menopáusica.

¿Cómo hacer frente a los cambios físicos de la menopausia cuando se dan poco después del parto?

“Disponemos de diversas maneras para poder mejorar la calidad de vida de las mujeres que se encuentran tanto en la etapa de transición a la menopausia, como en la misma menopausia”, ya tenga lugar esta poco después de dar a luz o de manera independiente. En cualquier caso, “es muy importante realizar un estudio completo a la mujer para poder realizar una aproximación; podemos ayudar tanto con suplementos como con la terapia de reemplazo hormonal en aquellas pacientes con sintomatología intensa que la necesiten”, tranquilizan los ginecólogos. “De hecho, la Asociación Española para el estudio de la Menopausia (AEEM) ha lanzado una herramienta para poder valorar si una paciente es candidata a recibir hormonas valorando las distintas enfermedades o medicaciones que toma”.

“Es frecuente que las pacientes nos consulten por presentar molestias vaginales y, gracias a la investigación, tenemos en nuestra mano la posibilidad de eliminar esos síntomas tan molestos”, detallan. “Actualmente disponemos no solo de los tratamientos clásicos, sino que también podemos ayudarnos de la ginecología regenerativa con el uso del láser ginecológico, la administración de ácido hialurónico o de plasma rico en plaquetas, entre otros, para poder recuperar los tejidos y de esa manera conseguir mejorar la sequedad vaginal”.

Es muy importante hacer hincapié en que la menopausia es una etapa de cambio que hay que aprender a vivirla al 100%, cuidando la alimentación, manteniéndose activa tanto física como mental como sexualmente, cuidando de su cuerpo, realizando planes con amigas o familiares, una nueva etapa en la vida para disfrutar.

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