Los trastornos del espectro autista son trastornos neurológicos y del desarrollo; de pronóstico variable, se caracterizan, por lo general, por una disminución importante de la capacidad del niño para relacionarse con los demás, incluidos los padres. Los síntomas pueden aparecer de forma precoz antes del primer año de vida, pero lo más frecuente es que se presenten en la primera infancia, en la edad preescolar o en la adolescencia. Su aparición y prevalencia afecta a 0,7 - 4,5 por cada 10.000 niños.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El autismo , cuyas causas se relacionan con factores genéticos y, por tanto, hereditarios, así como con un origen más fundamentado en factores biológicos o ambientales, afecta por igual a todos los grupos raciales, étnicos y/o socioeconómicos y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas.
Los niños con trastornos del espectro autista tienen, a menudo, problemas con la comunicación y la interacción social y conductas restrictivas o repetitivas. También pueden tener una actitud diferente ante el aprendizaje, con respecto a cómo se relacionan y a la forma de prestar atención.
Señales de sospecha de un posible trastorno del espectro autista
El niño autista, ya en la época de lactante, es común que sea muy poco cariñoso, que no sonría o que tarde en hacerlo. Más tarde pasa horas jugando él solo, se aparta de otros niños y se muestra indiferente ante los intentos de los adultos de comunicarse con él. Además, desarrolla un interés intenso y obsesivo por determinadas actividades, un comportamiento ritual y hábitos compulsivos-repetitivos que, si se alteran, provocan en él reacciones airadas. El contacto visual es anormal o prácticamente inexistente.
Otras señales de alerta son que no responde cuando le llaman por su nombre, no muestra expresiones faciales, no participa en juegos interactivos, no juega a ser otra cosa que él mismo y no canta, ni baila ni actúa. Repite palabras o frases de forma continua, juega con los mismos juguetes siempre de la misma forma y en el mismo orden, siguiendo las mismas rutinas y reacciona de forma inusual ante cualquier cambio en su entorno.
Las claves para el diagnóstico del autismo
El diagnóstico del autismo suele ser tardío, pues no existen pruebas médicas objetivas que lo indiquen. Ni analíticas ni de imagen. Últimamente las pruebas y los tests genéticos se están utilizando con éxito variable para realizar el diagnóstico, sobre todo, en los casos en los que existan antecedentes familiares. El diagnóstico debe ser realizado siempre por un experto en la materia, basándose en la sintomatología clínica y en las alteraciones en la maduración y el desarrollo del niño. Los médicos de familia y los pediatras pueden sospecharlo por los síntomas y, en tal caso, derivar al niño a un especialista en psiquiatría infantil para su estudio definitivo.
El diagnóstico debería realizarse de forma temprana, a ser posible antes de los dos años, pues la acción terapéutica y el apoyo familiar y ambiental sería mucho más eficaz si se inicia precozmente.
Efectos secundarios del autismo sobre el desarrollo del niño
Muchos de los niños con trastornos del espectro autista presentan alteraciones en su maduración intelectual a causa de su condición. Pueden aparecer retrasos en la destreza del lenguaje, retrasos en las destrezas cognitivas y del aprendizaje, conducta hiperactiva, impulsiva o distraída, hábitos extraños y poco frecuentes en la alimentación, la higiene o el sueño, estados de ánimo extraños y poco frecuentes, reacciones anómalas, ansiedad y estrés.
Cómo se aborda el autismo desde el punto de vista médico
Los tratamientos actuales deben ser individualizados, buscando reducir la sintomatología que interfiere en la calidad de vida y el comportamiento del niño y deben ser dirigidos siempre por un psiquiatra infantil o un especialista en la materia.
Síndrome de Asperger
Es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del grupo del espectro autista. Afecta a los niños en su interacción social, en la comunicación verbal y gestual, dificultad para aceptar los cambios y se caracteriza por mantener campos de interés limitados y absorbentes. Muchos de estos niños presentan grandes habilidades de memoria y muchos destacan en matemáticas y ciencias.