A pesar de que es un periodo de máxima protección y cuidado, en el embarazo en ocasiones también es necesario realizar alguna cirugía a la madre o al bebé. Son casos en que no se puede esperar al nacimiento porque esto implicaría más riesgos.
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Para conocer más de cerca estas situaciones hemos recurrido al Dr. Eduard Gratacós, director de BCNatal Sant Joan de Déu-Hospital Clínic de Barcelona. Él nos aclara cuándo la mujer o su hijo necesitan someterse a una operación en el periodo gestacional.
Las cirugías en la madre durante el embarazo
Si pensamos en los nueve meses de embarazo, el entorno que imaginamos para la madre y su bebé en formación es uno repleto de cuidados. El niño se irá formando dentro del útero materno a lo largo de estos nueve meses y está protegido en la bolsa amniótica. Su madre es la que le proporciona oxígeno y nutrientes a través de la placenta. Pero, ¿qué sucede cuándo la mujer tiene un problema de salud durante estos nueve meses? En algunos casos, por fortuna, extremadamente infrecuentes, hay que intervenirla, llevar a cabo una operación.
“El riesgo de una cirugía menor es muy bajo, pero es muy infrecuente que sea necesario operar a una embarazada por causa materna”, indica el Dr. Gratacós. En los casos en que sí hay que intervenir, las causas más habituales son apendicitis o quistes de ovario torsionados. Son situaciones críticas en las que no se puede esperar y hay que actuar en ese momento.
Las cirugías al feto durante la gestación
La cirugía fetal ha experimentado un gran avance en los últimos años. Si hace un tiempo parecía casi ciencia ficción poder operar a un bebé dentro del útero materno, hoy día se realizan estas intervenciones en centros especializados con personal muy formado.
“En el feto se realizan diversas cirugías por problemas graves que no pueden esperar al nacimiento”, destaca el experto. Estas son las más comunes:
- Complicaciones entre gemelos monocoriales que comparten placenta, por ejemplo, cuando hay que separar las circulaciones de los fetos.
- Hernia diafragmática congénita.
- Obstrucciones respiratorias.
- Espina bífida.
“Son anomalías muy infrecuentes y por esto están indicadas en, aproximadamente, un caso de cada mil embarazos”, concreta el Dr. Eduard Gratacós.
¿Cuáles son los mayores riesgos en estas cirugías?
Los mayores riesgos de una cirugía durante el embarazo los corre, sobre todo, el bebé. La madre siempre estaría en un “nivel de riesgo bajo”, como apunta el especialista.
En relación a su influencia sobre el curso del embarazo, el peligro es que si la intervención se lleva a cabo al final de la gestación se puede acelerar el parto, “y si fuese así el feto sufriría las consecuencias de la prematuridad”, advierte.
La horquilla temporal para poder operar a un feto está entre las 15 y las 34 semanas de embarazo. “Cuando la cirugía se realiza por un problema fetal, los riesgos básicamente son que esta no salga bien, pero si no se hace la cirugía son mucho más altos; por tanto, no existe un riesgo elevado para el feto, al contrario, en general se consigue mejorar o incluso salvarle la vida”, apunta.
Estamos, en todo caso, ante circunstancias muy especiales, por lo que cada intervención se valora de forma exhaustiva. Uno de los motivos es que “las cirugías fetales se realizan a pesar de que hay riesgos, aunque sea remotos, en la madre para salvar al feto; esto genera un debate bioético y, por tanto, son casos que se tienen que realizar con una causa muy justificada”.
¿Influyen las cirugías durante el embarazo en el tipo de parto?
Dependiendo de dónde se haya realizado la intervención, el tipo de parto puede variar. Así, si la cirugía se ha hecho sobre el útero, “es necesario que el parto sea por cesárea”, confirma el Dr. Gratacós. “Esto solo sucede en casos de cirugía fetal abierta, que es una técnica extremadamente poco utilizada. Solo se emplea en algunos casos de espina bífida y se realizan muy pocas en la actualidad”, añade.
Si no se toca el útero durante la intervención, el parto puede ser vaginal y no es necesario practicar una cesárea. El niño nacerá por una u otra vía según otros condicionantes, sin que tenga influencia la cirugía previa realizada en su periodo intrauterino.