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reci n nacido© GettyImages

Bebés

¿Es adecuado que los bebés usen chupete? Analizamos los pros y los contras

Hay muchos mitos en torno al chupete, como que provocan dependencia, infecciones de oído o previenen de la muerte súbita del lactante; ¿son todos ciertos?


30 de noviembre de 2023 - 12:54 CET

¿Es recomendable el uso del chupete por parte de los bebés? ¿Es un error ofrecérselo a un recién nacido? Son muchos los mitos en torno al uso del chupete, visto como el gran salvador por muchas madres y padres y como algo a evitar radicalmente por otros. ¿A qué debemos atenernos? Vamos a analizar, punto por punto, las afirmaciones más populares sobre el chupete para valorar cuáles son ciertas y cuáles no y poder, de este modo, tomar una decisión deliberada antes de ofrecer a nuestro bebé uno de ellos, siendo perfectamente conscientes de los pros y de los contras:

recien nacido en brazos de mam © GettyImages

1. Interfiere negativamente en la lactancia

Esta afirmación sí se puede dar por válida, por eso se recomienda no ofrecer un chupete a un recién nacido, no al menos si pensamos darle el pecho; en caso contrario, cuando por diversos motivos hayamos optado directamente por darle el biberón, no habría tanto problema en ofrecérselo al poco de nacer. Sin embargo, que queramos dar el pecho a nuestro bebé no significa que nunca podamos darle un chupete; la Asociación Española de Pediatría recomienda esperar a que se haya establecido por completo la lactancia materna, en torno a las 4 o a las 6 semanas de vida del pequeño.

El motivo es que el tipo de succión que requiere un chupete es diferente a la del pecho, lo que puede hacer que el niño no aprenda a mamar correctamente. Una vez que se haya establecido la lactancia materna y el bebé ingiera la cantidad de leche que necesita, no habría problema en ofrecerle el chupete. Tampoco deberíamos introducir el chupete si existen grietas o dolor en el pecho o si el niño no está ganando peso adecuadamente.

ni o reclama chupete© GettyImages

2. Provoca deformaciones en la boca

Un uso prolongado del chupete sí puede ser causa directa de deformaciones en la boca, puesto que puede provocar que algunos de los músculos de la cavidad bucal se desarrollen con normalidad, lo cual también puede dar lugar a que los dientes de leche se desvíen. Por eso, los especialistas coinciden en que debe estar retirado antes de los dos años de edad, y a partir del primer año, debería utilizarse únicamente para el momento de dormir. Antes de esa edad, algunos estudios, incluso, asocian el chupete a la prevención de caries.

ni a con chupete© GettyImages

3. Problemas de habla

Las deformaciones en la boca ocasionadas por el uso prolongado del chupete traen consigo, en no pocos casos, problemas en el habla. Estos problemas tienen que ver, sobre todo, con una pronunciación incorrecta de algunos sonidos cuando el niño o la niña; sin embargo, si bien los expertos apuntan a que esto ocurre especialmente con pequeños que han utilizado el chupete al menos hasta los tres años de edad.

beb en el pediatra© GettyImages

4. Problemas de oído

El chupete “puede incrementar el riesgo de infecciones en el oído medio”, según un artículo del Hospital San Joan de Deu de Barcelona. Sin embargo, no queda claro cómo puede hacerlo, puesto que las infecciones se producen por la presencia de bacterias y virus. Como señala el propio hospital, las infecciones de oído son muy poco frecuentes antes de los seis meses; es a partir de esa edad, coincidiendo con un mayor interés del niño por los chupetes, cuando aparecen más infecciones.

Teniendo en cuenta esta afirmación, quizás se deba a una mayor probabilidad de que el chupete esté más sucio (a esta edad, se les cae y, en ocasiones, ellos mismos lo cogen y se lo ponen en la boca antes de que lo hagan sus padres).

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5. Protege de la muerte súbita del lactante

A pesar de todos los contras que el uso del chupete puede tener, cuenta con una ventaja que cobra un peso especial frente a todo lo demás: ayuda a prevenir el síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Al menos, la evidencia científica ha mostrado una asociación entre el uso del chupete y la menor probabilidad de que se produzca el temido síndrome (cuya causa aún a día de hoy se desconoce), especialmente, cuando el bebé está dormido.

porteo© GettyImages

6. Calma al bebé

El reflejo de succión es innato, el bebé nace con él; de hecho, ya en el vientre materno lo tiene y no es extraño ver, en una ecografía, cómo se lleva el dedo a la boca. Este reflejo, cuya función biológica es preparar al niño para la lactancia materna y que ingiera así su alimento, le produce calma. Por eso el chupete es un gran aliado tanto para los pequeños como para los padres, pues calma el llanto del bebé y reduce el estrés, según la AEP.

beb dormido en el sof © GettyImages

7. Ayuda al bebé a dormir

Precisamente por ese efecto calmante y tranquilizador, ayuda a los bebés a conciliar el sueño, sobre todo en aquellos que no son amamantados por su madre. De modo que es muy útil utilizarlo como apoyo a la hora de dormir , especialmente en los primeros meses de vida de nuestro hijo, cuando aún no se han regulado sus ritmos circadianos y le resulta difícil dormirse a pesar de tener sueño y estar cansado.

ni o con chupete© GettyImages

8. Provoca dependencia en el bebé

Sí, efectivamente, es posible que el chupete genere dependencia en el bebé. Esto puede dar lugar a una especie de efecto rebote y provocar que el niño se despierte y comience a llorar si se le cae durmiendo, por ejemplo, además de otro tipo de situaciones que irán presentándose a medida que crece (cuando no lo tenga consigo, muchos niños llorarán hasta podérselo llevar a la boca de nuevo).

beb dormido© GettyImages

Consejos básicos del uso del chupete

Para evitar esa posible dependencia, lo que recomiendan los expertos es no ofrecérselo a la primera de cambio; es decir, si no lo reclama y está tranquilo, no se lo pongas. Que vaya aprendiendo, a medida que crece, a pasar cada vez más tiempo sin él es la mejor manera de prevenir muchos de los problemas asociados al chupete, así como de facilitar su retirada cuando llegue el momento oportuno.

Otro consejo básico sobre el que los expertos hacen hincapié es en el tipo de chupete. En el mercado hay muchos y muy variados, pero lo más adecuado para el bebé es que sea de una sola pieza de silicona; de lo contrario, podrían separarse las piezas y provocar un atragantamiento o ahogamiento en el pequeño.