La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido y el lactante y, si la madre quiere alimentar a su bebé, debería ser siempre animada a hacerlo y, además, debería estar asesorada e informada previamente al momento del parto, para que, al adquirir los suficientes conocimientos, lleve a cabo con éxito la alimentación al pecho del recién nacido y, más adelante, del lactante.
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Esta actividad, natural y biológica, que parece sencilla, es a veces muy complicada, debido fundamentalmente a la inexperiencia, a las emociones, a la predisposición, a las cualidades constitucionales, a la actitud y el carácter de la madre y a la vitalidad, madurez, temperamento y salud del recién nacido.
Si a la dificultad en sí que entraña la lactancia, sumamos otras circunstancias, como que el bebé se quede dormido enseguida, nada más comenzar la toma, las dudas se multiplican: ¿habrá ingerido lo suficiente?, ¿se habrá alimentado correctamente?
‘Se queda dormido; ¿es posible saber si ha completado la toma?’
Si la toma tiene una duración suficiente (10-15 minutos) y el niño se duerme y se relaja, es señal de que está satisfecho y bien alimentado. Como decían, con toda la razón, nuestras abuelas, “dormir alimenta tanto como comer”. Si además no se despierta antes para la siguiente toma y está tranquilo y gana peso, es señal de que come lo suficiente.
En los casos en los que el bebé se duerme enseguida al poco de empezar la toma y lo hace repetidamente, debéis valorar si estáis tomando algún medicamento o algún alimento o substancia que pueda pasar a la leche e inducirle el sueño, o que el bebé tenga poca fuerza, se canse o se fatigue con facilidad y acabe durmiéndose.
‘¿Cómo sé si tengo suficiente leche?’
Es una de las dudas más frecuentes de las madres primíparas, pues se sienten poco capaces y poco diestras para alimentar a su bebe. Para fabricar suficiente cantidad de leche deben llevar una vida tranquila, levantarse tarde y acostarse pronto, beber abundante cantidad de líquidos, realizar una alimentación completa y sana con alimentos frescos y naturales y, sobre todo en los primeros días, estar disponibles de forma permanente y alimentar a su bebé a demanda.
Si el bebé está escasamente alimentado por tener la madre poca leche, estará intranquilo, irritable, llorón, se retirará del pezón al poco de cogerlo y producirá pocas heces y poca orina, estancándose su ganancia de peso. Por el contrario, si está bien alimentado, estará tranquilo, dormirá mucho, eliminará abundante orina, las deposiciones serán frecuentes y ganará peso de forma adecuada.
La importancia de saber cómo dar el pecho
Para asegurarnos de que el bebé ingiere toda la leche que necesita, es fundamental comprobar que está colocado correctamente. Así, la madre debe estar en una postura cómoda con la espalda apoyada y con libertad de movimientos. El lactante en su regazo, sin nada que le dificulte el contacto de la mama con su boca. La mama debe estar sostenida con la mano del lado contrario y los dedos pulgar e índice de la madre se colocaran por encima del pezón para que el lactante lo encuentre fácilmente con la boca. En la boca del lactante deben quedar introducidos todo el pezón y gran parte de la areola mamaria. La madre debe notar y oír que el lactante succiona y traga.
La toma debe durar entre diez a quince minutos en cada mama. Se debe comenzar por la última que se utilizó en la anterior toma. En dependencia de la cantidad de leche de la madre la toma puede ser de una sola mama cada vez o de las dos en cada toma. El número de tomas al comienzo puede ser de siete tomas por día, aproximadamente cada tres horas. Estas irán disminuyendo de forma paulatina a medida que el niño crece y aumentan las horas de sueño nocturno, aumenta el volumen de su estómago y prolonga su capacidad para resistir el ayuno.
Recordar que la “subida de la leche” se produce entre las 24-48 horas después del parto y que la primera leche, los calostros , son muy ricos en proteínas y muy importantes para potenciar la inmunidad del lactante. Tener siempre muy en cuenta, que el éxito en el amamantamiento de vuestro bebe se fundamenta en dos premisas importantes: el vaciamiento máximo de la mama después de cada mamada y en el estímulo que la energía de succión sobre el pezón ejerce el lactante durante las tomas.