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miedo esc nico© GettyImages

Niños

¿Y si tu hijo no quiere participar en la función de Navidad del colegio?

Ante la negativa debemos preguntarnos: ¿es falta de motivación y realmente no quiere o, en realidad sí le gustaría pero la vergüenza y el miedo le pueden? Te contamos cómo deben intervenir los padres dependiendo de cada caso


22 de noviembre de 2023 - 13:59 CET

La actuación de Navidad es un momento muy emocionante para los niños y también para los papás, que aguardan con ilusión (y cámara en mano) la intervención estelar del retoño. Y ahora, a pocos días de estrenar el mes de diciembre y con las vacaciones de Navidad cada vez más cerca, son muchos los colegios que están volcados ya en los primeros preparativos de cara a un día tan especial. Y, con los preparativos, llega la ilusión de los niños, algún que otro pequeño enfado por no haber conseguido el papel que querían y... nervios (a veces, muchos nervios). Todo esto es normal, pero ¿qué ocurre cuándo los nervios llegan a tal punto que nuestro hijo se niega a participar en la actuación de Navidad? ¿Qué debemos decir o hacer los padres cuando nos dice que no quieren formar parte de la actuación de Navidad?

“Lo más importante es ponerse en los zapatos de nuestros hijos”, recomienda Raquel Torres, coach familiar (raqueltorrescoachfamiliar.com). Para ello, debemos “pensar como ellos, dándoles consejo desde su mirada, no con una mirada de adulto”. Hemos de partir de la base de que, cuando un niño hace una afirmación así, es porque es realmente importante para él y le supone una verdadera preocupación. Por eso hemos de ser muy cuidadosos y, aunque “es muy normal que optemos por decirle a nuestro hijo venga, hazlo, si eso es una tontería o solo es una actuación”, son justo el tipo de comentarios que debemos evitar. No, no es solo una actuación y, desde luego, no es una tontería para él o para ella. ¿Qué podemos hacer, entonces, los padres?

Cómo ayudar a nuestro hijo cuando actuar en público es un verdadero problema para él

El primer paso es, según Raquel Torres, “acompañar a nuestros hijos a validar su decisión e indagar cuál es el verdadero motivo de no querer hacerlo”. Y puede que nos cueste porque e él o a ella le resulte difícil expresarse o, incluso, reconocer por qué se siente mal cuando piensa en la actuación de Navidad. En esos casos, debemos enfocar muy bien las preguntas, partiendo de la comprensión y el respeto y buscando el diálogo, no un interrogatorio; en este sentido, “la pregunta la deberíamos adaptar a la edad del niño, siempre buscar un mismo lenguaje y hablarle en una misma altura para que se sientan acompañados y no presionados”. Teniendo en cuenta todo esto, los pasos a seguir pueden ser los siguientes:

1º Establecer el diálogo.

No siempre es fácil y menos aún cuando se trata de niños pequeños. Para facilitarlo y para poder así “indagar y ver de dónde viene la falta de motivación”, la coach familiar aconseja formular al niño las siguientes preguntas:

  • “¿Qué hace que no quieras salir en la actuación?”
  • “¿Qué tendría que pasar para que si quisieras salir en la actuación?”

2º Validar la emoción

Una vez que hemos averiguado el motivo que le produce el rechazo a participar en la actuación, guiaremos el diálogo en base a ello. “Si partimos de la base que el niño quiere participar y lo que siente es vergüenza o tiene miedo” y no falta de motivación o desgana, la cuestión es bien diferente. Hay que tener en cuenta que “la vergüenza es temor o miedo a hacer ridículo ante una situación desconocida y que tanto la vergüenza como el miedo son emociones que nos avisan que estamos en peligro de una situación desconocida”. Obviamente, en la actuación de Navidad “no hay ningún peligro real, pero así lo siente nuestro hijo”.

Para ayudarle, “lo primero, valida esa emoción y, para ello, explícale que es normal sentirse así”, apunta Torres. “A mí me funciona explicarle a mis hijos que yo cuando era pequeña también tenía miedo y ahora incluso cuando imparto talleres en coles también me da vergüenza y me da miedo”. De manera natural, los niños suelen preguntar qué es lo que haces tú cuando te sientes así y, en caso de que no lo pregunten, podemos explicárselo igualmente.

Actuación de Navidad© GettyImages

3º Aportar valor y darle un sentido a la actuación de Navidad

Para dar respuesta a la pregunta anterior, a qué hacemos los adultos cuando nos sentimos así, lo importante es aportar sentido a aquello que nos da vergüenza o miedo y por qué es bueno hacerlo a pesar de esas emociones: “les cuento que lo hago a pesar del miedo porque las mamás y papás deben aprender cosas chulis para que estén mejor con sus hijos; si por miedo o vergüenza no lo hago, no aportaría valor”, pone como ejemplo la coach. Así, una vez que hemos explicado nuestro porqué, viene el de ellos: “vosotros vais hacer que las mamás, papás y compañeros del cole disfruten y pesen un rato divertido con vuestra actuación; si nadie lo hace por miedo o vergüenza todos nos quedaríamos sin disfrutar y sin actuación”.

4º Restar importancia a la posibilidad de que no lo hagan perfecto

El sentimiento de miedo o de vergüenza viene alimentado por un pensamiento, en cierto modo, catastrofista, es decir, por imaginar situaciones desagradables. Aquí, la pregunta que recomienda formularles la experta es “¿qué es lo peor que puede pasar?”. Plantear a los niños esta cuestión “les ayuda a relativizar el resultado y se den cuenta de que, quizá, no sea tan importante si se equivocan o algo sale mal”.

Y, si aún así sigue sin querer participar en la actuación… ¿debemos obligarlo a que lo haga?

Torres recomienda no obligar en ningún caso porque eso puede hacer “que le marque en un futuro y en otras situaciones similares y que se convierta en un mal recuerdo”. Eso sí, tampoco es recomendable decidir sin más por nuestra parte que no participe en la actuación: “si está muy nervioso y el tema le angustia, animaría a los padres a indagar por si hubiera algo más que el simple hecho de hacer la actuación”.

Hemos de tener que, si “solo con hablarlo, se pone tenso, o si se niega en rotundo a participar, es muy probable que haya otras motivaciones para no participar en la actividad”. En estos casos, debemos hablar con el profesor o tutor de nuestro hijo y valorar con él la decisión a tomar.

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