Neurodesarrollo

Así ayudan la estimulación y la atención temprana a tus hijos

¿Sabes en qué se diferencian? ¿Cuándo son necesarias? Te contamos el papel de la una y de la otra para intervenir en el desarrollo de los niños

16 de noviembre de 2023 - 17:19 CET16 nov 2023 - 17:19 CET

Si apreciamos que nuestro hijo presenta ciertas dificultades o problemas en algún aspecto, ¿podríamos ayudarle brindándole estimulación temprana? ¿Cuándo hemos de llevarlo a atención temprana? Lo primero que hay que tener en cuenta es que estimulación y atención temprana son dos conceptos muy distintos. La atención temprana es “el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”.

Así la define el Libro Blanco de Atención temprana , como nos indica la neuropsicóloga Ara de Arana, Directora del centro Neural KIDS Madrid, quien nos explica también que, entre esos profesionales de orientación interdisciplinar, debe haber “psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales o trabajadores sociales que trabajan de manera coordinada para atender las necesidades de los niños y sus familias”.

En lo que a la estimulación temprana se refiere, “se trata de un conjunto de actividades y juegos que tienen como objetivo potenciar el desarrollo de los niños en los primeros años de vida. Este tipo de actividades están planteadas para la población infantil general, lo que significa que todos los niños se pueden beneficiar de ellas”.

Es decir, “la estimulación temprana es interesante para todos los bebés y niños pequeños, ya que les permite poder desarrollar habilidades tanto motoras, como sensoriales y cognitivas que les va a ayudar en sus aprendizajes. La atención temprana requiere que algún profesional sanitario, educativo o social, o su propia familia, haya detectado señales de alarma en el desarrollo del bebé o del niño”, detalla la experta.

¿Cuándo acudir con nuestro hijo a atención temprana?

“La atención temprana es un servicio fundamental para aquellos niños que hayan mostrado alguna alteración o retraso durante su desarrollo”, subraya De Arana. Por eso es importante brindar al niño que lo necesite la oportunidad de beneficiarse de ella y es clave hacerlo lo antes posible porque “sabemos que una intervención especializada e intensa cuando hay algún retraso o trastorno en el desarrollo predice, no solo mejor pronóstico en cuanto a la reducción de los síntomas o déficits, si no también evita comorbilidades y la cronificación”.

-Procedimiento para llevar a un niño a atención temprana

Siempre que se haya detectado un riesgo o un retraso en diferentes áreas. “Tras esta detección se ha de solicitar una valoración por parte de algunos de estos profesionales que permita que el bebé o el niño acceda a los servicios de atención temprana”, señala la neuróloga. “Estos servicios funcionan en todas las comunidades autónomas, aunque no hay un único modelo unificado de actuación, ya que cada comunidad tiene las competencias en este ámbito. Esto no quiere decir que los servicios no se rijan por algunos criterios comunes, en base a la evidencia científica que existe; por ejemplo, intentar que sean atendidos en mayor brevedad posible, la necesidad de un grupo de profesionales que trabajen de forma interdisciplinar, la importancia de la familia…”.

-¿Cómo es el trabajo con los niños en atención temprana?

Las intervenciones que se llevan a cabo son individualizadas, en función de las necesidades de cada niño o de cada bebé: “siempre se ha de valorar qué objetivos son prioritarios en ese momento, tanto para el peque como para la familia”.

Y la familia ocupa un lugar clave, por mucho que sea el niño el que haya manifestado el problema en cuestión al que hay que tratar. El motivo es que la familia “es el entorno principal del niño y el más estable, esto repercute en que sean una parte imprescindible de la intervención”. De ahí que haya ido cobrando cada vez más importancia a la hora de aplicar diferentes terapias con los menores de 6 años. “Esto en la práctica se traduce en que las familias participen en las sesiones, sean escuchadas y sean apoyadas en todo momento”.

La estimulación temprana, favorable para todo bebé y todo niño

“La estimulación temprana puede ser muy beneficiosa, ya que proporciona actividades y juegos variados, que enriquecen sus experiencias y les ayudan en sus aprendizajes” a los niños. Bandejas sensoriales, materiales Montessori, música, juegos para potenciar el desarrollo motor…

Son múltiples las opciones y en algunas escuelas infantiles recurren a ellas “en sus clases y tratan de favorecer que los más pequeños tengan un abanico amplio de experiencias que hagan su día a día divertido y enriquecedor”, como indica Ara de Arana. Pero no solo en las escuelas infantiles o en centro especializados; “las familias también pueden ofrecer esta estimulación en casa, ya que no siempre se necesitan materiales especiales para poder brindar experiencias interesantes”.

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