Juegos y actividades de lo más entretenidas para hacer en casa los días de lluvia con los niños
¿Qué hacer si hemos de pasar todo un fin de semana en casa con los niños a causa de la lluvia? Proponemos varias opciones para evitar que ‘se suban por las paredes’
Vienen días de lluvia y, a veces, pasar el fin de semana entero en casa se les puede hacer a los niños un tanto cuesta arriba. Por eso, proponemos una serie de actividades y juegos muy sencillos de hacer que les mantendrán entretenidos mucho tiempo y que, sobre todo, disfrutarán enormemente (más aún si lo hacen en compañía del resto de la familia). La mayoría de estas actividades potencian, además, diferentes habilidades y capacidades en los niños de todas las edades.
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Teatro de sombras
¿Has probado, delante de tus hijos, a proyectar en la pared sombras con formas de animales hechas con tus manos? La primera vez llamará muchísimo la atención a los niños y enseguida querrán hacerlo ellos mismos y proyectar sus propias sombras. Al principio, solo con hacer eso, disfrutarán enormemente; después, podéis ir inventando vuestras propias historias y crear un pequeño teatro de sombras. Podréis enriquecer ‘la obra’ añadiendo, por ejemplo, sombras de siluetas de papel previamente recortadas y sujetadas con un palo. Será un momento de relajación y entretenimiento como pocos que, además, fomentará la imaginación de los peques.
Hacer minimundos
Crear un minimundo en una bandeja sensorial tiene multitud de beneficios. En primer lugar, el entretenimiento; hasta los niños más movidos se quedarán absortos manejando el material durante largo rato. Y las posibilidades son infinitas: podemos crear desde mini mundos de animales de la selva, la sabana, la granja… a otros del espacio, pasando, incluso, por pequeñas recreaciones históricas (del Antiguo Egipto o la Prehistoria, por ejemplo). Solo necesitamos las figuras en cuestión: de animales, de astronautas y cohetes o de pirámides y personajes egipcios… (hay a la venta figuras para tal fin en el mercado). Si además le añadimos una base sensorial, el entretenimiento está más que asegurado; la base sensorial puede realizarse a base de arena (para el Antiguo Egipto), fideos secos teñidos de colorante alimentario verde (para hacer de hierba en la granja) o judías pintas (para el espacio). Estarán horas y horas manipulando el material y servirá, además, para aprender mucho más sobre el área que estemos recreando.
Un mercado de juguete
El juego simbólico siempre es una buena opción, pues les permitirá fomentar su imaginación inventando situaciones de la vida cotidiana, además de ayudarle a fomentar su desarrollo emocional y lingüístico y hasta a aprender habilidades sociales. Son muchas las opciones dentro del juego simbólico; si elegimos la de jugar a las tiendas, a ir al mercado, podremos, además de todo ya citado, trabajar conceptos matemáticos con nuestros hijos: conteo si son más pequeños (quiero dos manzanas y tres peras), a empezar a entender el uso y el valor del dinero (al pagar con monedas y billetes de juguetes que se parezcan a los reales) y, si tenemos una báscula, pesos y cantidades. Por supuesto, aportará también lo más importante: diversión, entretenimiento y tiempo de calidad en familia.
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Cocinar
Cocinar con tu hijo o tu hija es una grandísima oportunidad para fortalecer aún más el vínculo y para fomentar su autonomía. Se sentirá mayor y responsable por poder hacer algo que normalmente hacen ‘los mayores’, lo que a su vez tendrá repercusiones en su autoestima. A esto hay que añadir otros ingredientes muy beneficiosos, como el que favorece la atención y potencia la motricidad fina, además de enriquecer su vocabulario.
Hacer figuritas de papel
Hacer figuritas de papel puede ser tan sencillo o tan complicado como te propongas. Para los más pequeños, con enseñarles a hacer un avión o un barquito de papel ya estarán más que satisfechos; para los más mayores, la complejidad puede ir en aumento en función de la edad (hay libros y manuales que indican los pasos a seguir en cada figura, como si de una construcción de Lego se tratara). Además, el arte de la papiroflexia o el origami es una actividad muy favorable para los niños, entre otras cuestiones, porque fortalece los músculos de las manos y porque potencia el procesamiento viso-espacial.
Elaborar slime
El slime es otro de esos juegos estrella que entretiene mucho a los niños. Para aumentar el tiempo de entretenimiento, podemos elaborarlo junto a ellos en lugar de comprarlo ya hecho. No es complicado hacerlo: solo hay que poner en un bol o cuenco cola blanca, pasta de dientes y colorante alimentario del color que más guste a nuestros hijos y mezclarlo bien. En este enlace podrás ver esta y otras recetas muy sencillas para hacer slime casero paso a paso.
Probar diferentes técnicas de pintura y dibujo
El dibujo ayuda a los niños a estar relajados y a mantener la atención y les ayuda también a perfeccionar el trazo si están empezando a dar sus primeros pasos con la lectoescritura. Por supuesto, es una vía esencial para fomentar la creatividad. Todo ello se potencia mucho más si les vamos brindando la oportunidad de utilizar diferentes técnicas y materiales; por ejemplo, cuando son muy pequeños, lo ideal es empezar por pintura de dedos o con ceras anchas no tóxicas. A medida que van creciendo, les podemos ofrecer lápices de colores y rotuladores lavables, pero también témperas y acuarelas. Les encantará.
Hacer manualidades
Hacer manualidades es un clásico que nunca falla. Si hay algo con lo que disfrutan los niños, es experimentando y probando su propia creatividad. En ocasiones, a los padres nos da algo de pereza pensar en manualidades aptas para la edad de nuestros peques, pero hay opciones súper sencillas de manualidades que no supondrán un quebradero de cabeza para nosotros y que atraerán igualmente a los niños.
Leer un libro
Entre nuestras propuestas para hacer en casa los días de lluvia no podía faltar leer un libro. Debemos fomentar la lectura desde muy temprana edad y, para ello, una de las recomendaciones más básicas es que la asocien a un momento placentero. Leerles un cuento abrazados en el sofá si aún no han aprendido a leer o que lean ellos su propio libro mientras nosotros hacemos lo propio con el nuestro cuando ya saben, es la manera más simple y más fácil de sentar las bases para lograrlo.