Cristina Pedroche ha ido hablando con naturalidad de los miedos que siente desde el primer momento que se convirtió en madre. Compartió con sus seguidores su primera salida a la calle con su bebé, Laia, algo que le daba “pánico”, como ella misma confesaba entonces; hace menos de un mes, contaba también cómo volvía al trabajo tras dar a luz: “con el corazón en un puño”. Su temor era que la pequeña no quisiera comer con otra persona, a pesar de que estaba en las mejores manos (las de su madre, Domi Navas). Al final “todo fue mucho más fácil de lo que mi cabeza me decía”, explicaba, feliz.
Esta semana la presentadora ha hecho frente a dos nuevos miedos: montar en avión con su bebé y bañarse en una piscina con ella. Es la primera vez que hace lo uno y lo otro; se han estrenado en un viaje a Dubai por motivos profesionales de su marido, Daviz Muñoz, y han superado la prueba con creces: “Me daba miedo coger un avión con ella y no pudo portarse mejor. Me daba miedo bañarme con ella en la piscina y le ha encantado”.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué una mujer que antes de ser madre mostraba una gran seguridad en sí misma se encuentra ahora con tantos miedos?
Por un lado, es una cuestión “de personalidad”; es decir, una mujer puede ser “muy segura en algo que es muy conocido ya para su cerebro, y esto, la maternidad, es nuevo”, nos explica Ana Ibáñez, experta en neurociencia y directora de los centros MindStudio (mindstudio.es), donde realiza entrenamiento cerebral para el bienestar mental en todos los momentos de la vida, entre ellos, el posparto. “Miedo, incertidumbre, sentimos todas las madres, aunque lo viven peor aquellas que están acostumbradas a, en su día a día, tenerlo todo mucho más controlado”, nos detallaba en un evento organizado por Suavinex este martes en el centro de MindStudio de la calle Don Ramón de la Cruz de Madrid, dedicado a adultos.
Por otro lado, “las madres lo llevamos dentro genéticamente; biológicamente, estamos muy conectadas con la seguridad que, con el amor, damos a nuestros bebés desde que nacen”. Los miedos en mamás primerizas tienen que ver, por tanto, con la necesidad de proteger a su pequeño.
¿Transmiten las madres sus miedos a sus bebés?
“Hay una cosa que, en neurociencia, se conoce como sincronicidad cerebral, y es que cuando tú estás al lado de una persona con la que hay un vínculo fuerte, tus patrones cerebrales empiezan a parecerse. ¿Qué quiere decir esto con un bebé y una madre? Pues que ese patrón amoroso se empieza a solapar”. Para explicarlo, Ibáñez, que es también autora del libro ‘Sorprende a tu mente’ (Editorial Planeta), pone un ejemplo muy claro; el de madres que se despiertan justo antes de que se despierte el bebé o como cuando sentimos que va a pasar algo, cuando tenemos una intuición; esto “tiene que ver con sincronicidades y el gran motor de ello es la oxitocina”.
Lejos de ser un problema, “es un regalazo poder sentir estas emociones tan fuertes”, además de algo completamente normal tras dar a luz. Lo importante es saber cómo utilizarlas y cómo utilizar esa sincronicidad cerebral: “llevémosla por un camino que sea positivo en vez de desde la preocupación”. Asegura que hacerlo o no “es una elección; o sea, cuando uno siente tanto amor y tanta necesidad de proteger, puedes verlo todo como una amenaza o puedes verlo como algo tremendamente motivante que sabes que va a ocurrir en una etapa de tu vida y dices ‘no me voy a perder esto, no me lo voy a boicotear’”.
Y esa parece ser la filosofía de Cristina Pedroche. Ella siente sus miedos, pero no se frena, les hace frente y disfruta de cada paso y de cada avance con su hija: “Tengo muchos miedos porque soy novata y me siento perdida muchas veces. Pero la realidad es que no podemos entendernos mejor. Somos una”. Y con estas palabras que ha escrito en su perfil de Instagram hace (seguramente sin ser consciente de ello) la mejor descripción posible de la sincronicidad cerebral de la que habla Ana Ibáñez.
¿Cómo hacer frente a los miedos que surgen en la maternidad?
“Hay que atravesar ese miedo”, nos dice la experta. “Te enfrentas a ello, lo atraviesas y, cuando sale bien, ya estás yendo un paso más allá; tu cerebro ya está aprendiendo a perder miedo porque se da cuenta de que las cosas salen bien”. Por eso el mensaje que Cristina Pedroche envía cuando comparte esos temores de madre primeriza siempre lo hace desde un punto de vista positivo, porque va superando esos miedos, recibiendo con gran satisfacción las lecciones, como ella dice, que su bebé le da. “Uno de los grandes aprendizajes es decir que sí a las cosas”, comenta Ana Ibáñez.
Otro de los puntos importantes es el autocuidado. “Trabajar para estar bien nosotras mismas es el acto más generoso que podemos hacer por los que queremos”, dice con contundencia la trainer de técnicas de neurociencia. “Difícilmente vamos a poder transmitir calma, seguridad, bienestar, ganas de pasarlo bien, disfrute, etc., si nosotras no lo estamos sintiendo”. Algo que Pedroche también lleva a cabo desde antes, incluso, de dar a luz y que ha favorecido una recuperación física más rápida y que probablemente haya tenido mucho que ver en esa fortaleza para “atraversar” sus miedos junto a su hija Laia y para salir airosa de ellos con una sonrisa.