9 beneficios para los niños de leer en un segundo idioma

La lectura es un ejercicio constante para el cerebro. Al sumergirse en las páginas de un libro en un segundo idioma, los niños y adolescentes activan su mente, lo que fortalece la capacidad de resolución de problemas y el pensamiento crítico. Esta estimulación cognitiva es esencial para su desarrollo psicológico, ya que los desafía constantemente a pensar y analizar. La estimulación mental a través de la lectura en un segundo idioma no solo mejora el rendimiento académico, sino que también promueve la agilidad mental y la capacidad de adaptación a situaciones nuevas y desafiantes.

La lectura requiere que los niños analicen y comprendan la información de manera profunda. Cuestionar el contenido de un libro, identificar temas y mensajes subyacentes, y evaluar la validez de las ideas presentadas son habilidades esenciales que se desarrollan a través de esta práctica.

La lectura en un segundo idioma, además de los beneficios generales, despierta la imaginación y fomenta la creatividad, fundamentales para el desarrollo psicológico. Leer en otro idioma es como descifrar un código y entrar en un nuevo universo donde todo cobra vida, enriqueciendo la capacidad de imaginar y comprender el mundo desde perspectivas diversas.

Al sumergirse en las vidas y experiencias de los personajes de los libros en un segundo idioma, los jóvenes desarrollan empatía y comprensión de diversas culturas, ampliando horizontes y fomentando la apreciación de diferentes perspectivas. Esta habilidad esencial para formar ciudadanos globales contribuye al bienestar psicológico y prepara a los niños y adolescentes para prosperar en un mundo diverso. Además, les permite descubrir a autores internacionales y conectar con sus obras, enriqueciendo su comprensión de la literatura global.

La lectura en un segundo idioma exige un enfoque y una concentración constantes. A medida que los niños se sumergen en la trama de un libro en un idioma extranjero, desarrollan una capacidad única para mantener la atención en tareas más largas y complejas, lo que fortalece significativamente su concentración.

Este fortalecimiento de la concentración no solo es valioso para el desarrollo psicológico, sino que también les brinda una habilidad crucial para el éxito en la lectura y comprensión en un entorno bilingüe. Por otro lado, leer ayuda al niño a procesar mejor el segundo idioma, interiorizando mejor la estructura correcta de las frases y reforzando y ampliando vocabulario.

Lo explicado en el apartado anterior lleva implícito no solo un mayor conocimiento del segundo idioma en cuestión, sino también el de la lengua materna. El motivo es que les ayuda a entender (incluso de manera inconsciente) el proceso lingüístico, al tiempo que, al ampliar vocabulario en el idioma que están aprendiendo, favorece el aprendizaje de nuevas palabras en el propio. De este modo, lo que aprenden con su segunda lengua les sirve para reforzar conceptos en la nativa.

Leer en un segundo idioma favorece también una mejor comprensión lectora tanto en el que están aprendiendo como en el materno. Esto es así porque el niño va desarrollando ciertas habilidades de lectura que tienen que ver, en primer lugar, con la capacidad de leer con precisión y rapidez y, en segundo lugar, con la capacidad de analizar e interpretrar un texto. Se puede decir, por tanto, que los niños que leen a menudo en un segundo idioma obtendrán una ventaja también en el aprendizaje de la lectura en su lengua materna.

Leer en un segundo idioma ayuda a los niños y a los adolescentes a expresarse mejor en ese idioma, así como a entender de manera más clara a los hablantes del mismo, con su peculiar entonación y con las particularidades de su lengua. Al igual que con la comprensión lectora, esta mejoría conlleva un mayor desarrollo de las habilidades comunicativas en la lengua materna, pues no solo le ayudará a buscar hacerse entender por todos, sino que además adquirirá más seguridad en sí mismo para transmitir sus ideas a todo interlocutor.