Las lluvias y las temperaturas más bajas han hecho ya, por fin, acto de presencia después de un veranillo de San Miguel más largo de lo habitual. Ahora que ya podemos decir que, de verdad, ha llegado el otoño, muchos adolescentes comprueban también (y en no pocos casos, con desesperación) cómo aumenta su acné en esta época del año. Es tan habitual que hay quien habla del ‘acné otoñal’, pero este es “básicamente similar al acné polimorfo juvenil o acné vulgaris”, tal y como indica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (www.ideidermatologia.com). “No existen diferencias” entre uno y otro, asegura. “Lo que existen son diferencias de unos brotes a otros y de unos sujetos a otros”. Puede, simplemente, por ejemplo, “tratarse de brotes de acné leve o pueden tratarse de rebrotes de un acné severo”.
Si esto es así, ¿por qué es habitual que los adolescentes noten que les salen más granitos en otoño? Porque, “en general, con el sol mejoran las enfermedades inflamatorias de la piel, entre ellas el acné”, explica el doctor. “Por eso es muy frecuente que después del verano haya rebrotes, cuando pasa ya el efecto del sol”.
Este no es el único factor, ya que “algunos adolescentes, junto con el inicio de las clases, unen esta falta de estímulo del sol con cambios en rutinas, estrés, cambios en la alimentación, etcétera, que pueden influir indirectamente en la reactivación de un acné que ya existía”, detalla.
¿Cómo pueden los adolescentes combatir el acné en otoño?
“No hay un principio activo único ni una forma especial de evitar” el acné, advierte el experto. Por eso, “lo más recomendable es consultar al dermatólogo, ya que dependiendo de la severidad y las características del brote, el tratamiento va a ser muy diferente: desde simples medidas de higiene y de cuidados en la alimentación y rutinas diarias, hasta fármacos de distinto tipo o tratamientos físicos como el láser en algunos casos”.
En todo caso, siguiendo o no un determinado tratamiento y vaya o no al dermatólogo, los cuidados básicos que todo adolescente debe seguir para mejorar el estado de su piel con acné son los siguientes:
- Higiene: establecer unas medidas de higiene es fundamental para tratar el acné. Lo más recomendable es emplear un limpiador o un jabón suave y lavarse la cara al menos dos veces al día (lo ideal es por la mañana y por la noche), procurando no frotar con fuerza para no irritar más la piel. Es importante secarse bien con una toalla limpia y, a ser posible, que no compartan con nadie.
- Hidratación: aunque tienda a pensarse que no es necesaria por tener la piel grasa, una correcta hidratación es importante también para combatir el acné, puesto que ayudará a mantenerla equilibrada y, por tanto, a evitar una mayor producción de grasa. Lo más adecuado es acudir al dermatólogo para que sea él quien recomiende la hidratante más adecuada para la piel de cada adolescente, pero en todo caso habrá que prestar atención a que esta crema esté libre de aceites y que sea no comedogénica, es decir, que no obstruya los poros, pues, de lo contrario, se podría generar un efecto rebote y provocar aún más sebo.
- Alimentación saludable: la alimentación es otro punto muy importante y, además de seguir una dieta rica y variada, es recomendable recudir la ingesta de alimentos con un alto índice glucémico, como pueden ser el arroz, el pan blanco o la pasta (y, por supuesto, dulces o golosinas).
- El láser: lo que hace es destruir las glándulas secretoras de sebo (glándulas sebáceas) mediante un efecto térmico, que penetra en la epidermis y, aunque lo hace sin causar ningún daño, debe ser un dermatólogo quien valore si es recomendable que el adolescente se someta a este tratamiento o no y, en caso de hacerlo, cuántas sesiones necesitaría (que serán más o menos en función de la gravedad del acné).