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ni o en el pediatra© GettyImages

Salud

Pancreatitis aguda en niños, una enfermedad que requiere hospitalización (y no siempre es fácil de diagnosticar)

¿Por qué aparece la pancreatitis? ¿Cómo ha de tratarse? Nuestro pediatra de cabecera, el Dr. Eduardo Junco, responde


11 de octubre de 2023 - 14:55 CEST

La pancreatitis aguda es una enfermedad inflamatoria del páncreas que causa lesiones a sí mismo, en sus propios tejidos, debido a que sus enzimas digestivas producen una autodigestión de la glándula, inflamación y edema. Afortunadamente, es una enfermedad muy poco frecuente en la infancia y su diagnóstico clínico etiológico suele ser difícil debido a la similitud con otros cuadros inflamatorios y dolorosos intra abdominales. La afectación aislada del páncreas exocrino es rara en los niños y suele ir asociada a otras enfermedades generales o hereditarias. La fibrosis quística, los traumatismos y la desnutrición grave, son las principales situaciones que favorecen la aparición de pancreatitis aguda en el niño.

Por qué se produce la pancreatitis aguda en niños

Las causas que pueden dar lugar a una pancreatitis son múltiples y, sin embargo, la más frecuente de todas es la idiopática, aquella en la que se desconoce su origen y a la que se llega a su diagnóstico después de haber descartado todas las demás.

El páncreas dividido y el páncreas anular son dos malformaciones congénitas que pueden ser causa de pancreatitis a lo largo de la vida. Los traumatismos cerrados, la úlcera perforada, la litiasis biliar, los quistes y los tumores pueden ocasionar pancreatitis. Igualmente, las pancreatitis de origen sistémico, infeccioso o inflamatorio, enfermedades del colágeno y las vasculitis también dan lugar a pancreatitis. Finalmente, los tóxicos y algunos fármacos también pueden dar lugar a pancreatitis.

Síntomas de pancreatitis

Los síntomas clínicos de las pancreatitis no son regulares y cada caso puede presentar características diferentes. El dolor abdominal de localización epigástrica, que a veces se irradia a la espalda, es el más frecuente y su intensidad suele ser muy elevada. Este se acompaña de rechazo del alimento, náuseas y vómitos.

A la palpación abdominal, el abdomen está tenso, distendido y muy sensible. Pueden aparecer febrícula, hipotensión, ascitis y derrame pleural. El estado general del niño está muy deteriorado y pueden aparecer signos de deshidratación y ausencia de ruidos intestinales.

Madre e hijo© GettyImages

Diagnóstico de la pancreatitis

El diagnóstico suele ser difícil de realizar, a no ser que existan precedentes que hagan sospecharlo. El diagnóstico de certeza se fundamenta en: signos clínicos y síntomas, datos analíticos de laboratorio y técnicas de imagen.

La elevación en sangre de las enzimas amilasa y lipasa es un hallazgo casi constante y suelen estar aumentadas en casi todas las pancreatitis, aunque estas cifras no están relacionadas con la gravedad del cuadro y en algunas pancreatitis son normales. La normalización de las cifras de Amilasa son claro indicio de curación del proceso.

Las técnicas de imagen como las Rx (radiografía) de abdomen muestran la existencia de un “asa centinela” y de un íleo paralítico (es decir, indican la ausencia de las contracciones musculares normales en los intestinos). La ecografía abdominal muestra aumento del tamaño del páncreas y disminución de la ecogenicidad, y la Colangiopancreografia retrógrada (un procedimiento que combina la endoscopia y radiografías) puede ser en algunos casos muy útil para el diagnóstico y el tratamiento.

Tratamiento de la pancreatitis

El paciente debe ser ingresado en un centro hospitalario y, si aparecen signos de gravedad en las primeras horas, en una UCI pediátrica. El tratamiento se basa en la rehidratación, en combatir el shock hipovolémico, el reposo intestinal absoluto con sonda naso gástrica y, a veces, la administración de antibióticos y medicamentos para combatir el dolor. Se deben prevenir las complicaciones como la anemia y la hipocalcemia.