Hasta un 85% de las embarazadas sufren náuseas o vómitos que, en su peor expresión pueden llegar a la hiperemesis gravídica, que precisa de hospitalización. Es uno de los síntomas más molestos, ya que empeora mucho la calidad de vida de las mujeres que los padecen, puede comprometer su balance nutricional, su descanso y muchos otros aspectos.
Hemos hablado de un nuevo fármaco para combatirlos con la Dra. Ana Rosa Lucena Torres, ginecóloga y obstetra en Hospital Quirón Marbella y Clínica Lacibis, divulgadora en redes (@ginecologa.anarosa, en Instagram) y autora del libro Qué está pasando aquí dentro (Ed. Zenith)
Cómo actúa el nuevo tratamiento
El nuevo medicamento tiene un efecto antiemético, esto es, actúa sobre el centro del vómito, pero de un modo diferente a como se venía haciendo hasta ahora. Se trata de una combinación de doxilamina y piridoxina, que se vienen empleando durante décadas (40 años) con seguridad para tratar náuseas y vómitos en la gestación, pero reformulada.
Así, ahora la dosis es de 20 mg de doxilamina y 20 mg de pirixidona que llegan y alivian a la embarazada de la siguiente manera: “El comprimido tiene una capa externa gastrosensible que libera 10 mg/10 mg de doxilamina-piridoxina en media hora y después tiene una capa interna gastrorresistente que libera una nueva dosis de doxilamina-piridoxina a nivel intestinal a las 4-6 horas de haberse ingerido”, explica la experta.
El resultado es que los efectos son más sostenidos y durante más tiempo. Se logra así mantener concentraciones estables de los fármacos en el organismo, lo que facilita ese control de los síntomas en un periodo más prolongado. Por eso, “no debe tomarse a demanda, sino de manera continua y tampoco debe partirse ni macharse”, apunta la Dra. Ana Rosa Lucena. En este sentido, será el médico que haga el seguimiento del embarazo el que indique la dosis a tomar, teniendo en cuenta el estado de la mujer y la intensidad de las náuseas o de los vómitos.
¿Qué embarazadas pueden tomarlo?
El nuevo medicamento está indicado para “cualquier embarazada con náuseas y vómitos, menos para las que estén tomando fármacos que depriman el sistema nervioso central”, indica la especialista.
Al ser de liberación prolongada, se toma solo por la noche, o bien por la mañana y por la noche. El número máximo de comprimidos al día es de dos. “De esta forma, reduciendo el número de comprimidos diarios se consigue mejor adherencia al tratamiento”, insiste.
Como sucede con cualquier otro fármaco, y mucho más en el embarazo, debe ser prescrito por el especialista, tras valorar y asesorar a la gestante.
¿Es útil también frente a la hipermesis gravídica? “Probablemente sea así, porque lo que sabemos es que un tratamiento precoz y efectivo de las náuseas y los vómitos en el embarazo reduce las posibilidades de llegar a hiperemesis gravídica y las hospitalizaciones por ella”, comenta la obstetra.
Un síntoma molesto e incapacitante
Una gran parte de las gestantes sufren náuseas y vómitos, mal llamados matutinos, pues en la mayoría de los casos se extienden durante toda la jornada, “reduciendo la calidad de vida y afectando al sueño y al apetito”. De hecho, es motivo de baja laboral y es la principal causa de ingreso hospitalario en el primer trimestre y el segundo motivo de ingreso en el embarazo, por detrás de la amenaza de parto prematuro.
Es decir, no es solo una molestia más, sino un factor que afecta de manera muy directa e intensa al día a día de muchas embarazadas, especialmente en el primer trimestre, aunque en otras se prolonga más allá, también en el segundo trimestre o incluso llega hasta el mismo final de la gestación.
En 40 años no se había avanzado en el tratamiento de esta sintomatología. El hecho de que no esté permitido hacer ensayos clínicos con embarazadas puede justificarlo. Por eso, este nuevo fármaco parte de compuestos ya probados y lo que se ha hecho es reformularlo “con una medicación que es segura para el embarazo”, subraya la experta.
En los estudios que se han realizado para valorar su efectividad se ha constatado que el 60% de las embarazadas nota una mejoría desde el tercer día de tratamiento, que se eleva a un 80% de las mujeres en el quinto día tras la toma del medicamento.