Para que niños y adolescentes reciban una adecuada educación emocional, los pilares deben asentarlos en casa. Son sus padres quienes sentarán las bases de la salud mental de sus hijos, tanto presente como futura, pero si se complementa con un correcto abordaje desde el centro escolar, las probabilidades de éxito en este sentido será mucho mayores. “Hoy por hoy, se ha visto la necesidad de contar con un plan de salud mental en los centros escolares en el que haya psicólogos atendiendo a los alumnos”, nos indica Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y Chief Content Officer de Therapyside. “Las cifras de bullying y suicidio son alarmantes”.
Históricamente el enfoque de la educación ha estado centrado exclusivamente en el rendimiento académico. Afortunadamente, no es así desde hace ya unos años y cada vez se da más importancia a la necesidad de impartir educación emocional también en el aula y esta educación pasa por dar herramientas a los alumnos para que aprendan a darse cuenta de qué sienten y cómo afrontan las situaciones, así como por desarrollar habilidades sociales entre las que descataría la asertividad, la resiliencia y dotes de comunicación.
La mayoría de los profesores han estado siempre volcados y verdaderamente comprometidos con el bienestar emocional de sus alumnos y no dudan en hacer un esfuerzo adicional para garantizar que estos se sientan seguros y apoyados. Sin embargo, en ocasiones, la falta de formación específica o la sobrecarga de trabajo puede limitar su capacidad para implicarse más en estos aspectos. De ahí la importancia de los gabinetes psicológicos (cuyos profesionales pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a estudiantes y profesores tanto en el desarrollo personal de los alumnos) y de la implantación de planes de salud mental en todos los centros educativos.
¿Cómo debe ser el plan de salud mental de los colegios?
El plan de salud mental en cualquier centro educativo “debe ser integral”, subraya Aranda. “Esto significa que abarca desde la promoción de hábitos saludables hasta la identificación temprana de problemas y la intervención adecuada”. Para ello, “es necesario que haya psicólogos que puedan realizar la identificación de los problemas psicosociales y que realicen intervenciones adecuadas”.
Añade, además, otras características que debería presentar todo plan de salud mental enfocado a escolares:
- Fomento de valores. “Es crucial crear un ambiente escolar donde predominen el respeto, la empatía y la comprensión”.
- Fomento de habilidades socioemocionales. Se deberían potenciar “las actividades que promuevan la autoestima, el trabajo en equipo y las habilidades socioemocionales, como la gestión de emociones y la resolución de conflictos”. Lo adecuado sería que todas ellas ocupasen un lugar mucho más destacado en el ámbito escolar y “ser parte básica del currículo”.
Beneficios de la implantación de planes de salud mental en los centros educativos
Teniendo en cuenta que “una mente sana no solo potencia el aprendizaje, sino que también desarrolla personas más resilientes y comunidades con mejor convivencia”, como señalan desde Therapyside, los beneficios de que se implantase un plan de salud mental en cada colegio y escuela serían los siguientes:
- Detección temprana: con un plan adecuado, se podrían identificar problemas de salud mental en etapas tempranas, permitiendo intervenciones más efectivas y evitando complicaciones a largo plazo.
- Reducción del estigma: al hablar abiertamente sobre salud mental en un entorno educativo, se promueve una mayor comprensión y se reduce el estigma asociado a estos temas.
- Mejor rendimiento académico: un buen estado de salud mental favorece la concentración, la memoria y el aprendizaje. Los estudiantes con apoyo adecuado tienden a tener un rendimiento académico superior.
- Clima de seguridad psicológica: un plan de salud mental, liderado por psicólogos, proporcionaría un clima de seguridad psicológica en la que toda la comunidad educativa se sintiera cómoda para hablar de cómo está viviendo las situaciones sin miedo a ser juzgada o rechazada por ello.
- Habilidades para toda la vida: al educar a los jóvenes sobre salud mental, se les proporcionan herramientas y estrategias que pueden utilizar a lo largo de su vida para manejar el estrés, las relaciones y los desafíos personales.
- Ambiente escolar más saludable: al promover el bienestar emocional, se puede crear un ambiente escolar más inclusivo, empático y colaborativo.
- Reducción de problemas conductuales: muchos problemas de conducta tienen raíces en problemas de salud mental no tratados. Al abordar estos problemas de manera proactiva, es probable que se reduzcan los comportamientos disruptivos.
- Apoyo a los educadores: los maestros también se beneficiarían del apoyo de los psicólogos para conseguir un mayor entendimiento y herramientas para manejar tanto su propia salud mental como la de sus estudiantes.
- Promoción de la resiliencia: aprender sobre salud mental y bienestar puede ayudar a los estudiantes a desarrollar resiliencia, es decir, la capacidad de recuperarse y adaptarse a las adversidades.
El papel de los profesores y docentes en los planes de salud mental de los colegios
“Los educadores y orientadores deben recibir formación en primeros auxilios psicológicos y aprender a canalizar a estos alumnos hacia la atención psicológica cuando sea necesario”, asegura Isabel Aranda. Según ella, lo más importante es “que haya psicólogos en los centros escolares, que son los profesionales con los conocimientos apropiados para atender la salud mental de la comunidad educativa, donde los niños y adolescentes son especialmente sensibles por las diferentes etapas evolutivas en las que se encuentran, los cambios psicofísicos que viven y la importancia del entorno social, compañeros, amigos y redes sociales”.