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madre habla con su hija© GettyImages

Psicología

¿Qué es la ‘técnica del sándwich’ y cómo lograr con ella un mejor comportamiento en los niños?

La emplean habitualmente los psicólogos en consulta y es fácil aplicarla también en casa


20 de septiembre de 2023 - 19:43 CEST

¿Cómo mejorar el comportamiento de los niños? Si hay un modo sencillo y eficaz, ese es la técnica del sándwich’, que consiste en hacer saber a nuestro interlocutor, en este caso, nuestro hijo, aquello que no nos gusta o que debe hacer de otro modo, pero comunicándoselo con asertividad, es decir, con respeto y desde la calma. La técnica del sándwinch lo que hace es presentar al niño un comentario positivo, a continuación le plantea aquel aspecto ‘negativo’ que queremos que modifique y, para cerrar, volvemos a hablarle en tono positivo con, por ejemplo, una sugerencia acerca de cómo podrían hacer eso mismo de manera correcta.

Cómo emplean la técnica del sándwich los psicólogos

“La técnica del sándwich es una técnica que usamos mucho los psicólogos en consulta para trabajar la asertividad”, nos cuenta Loreto Charques González, psicóloga y directora de Centro Psicológico Loreto Charques, de Madrid. “Es una herramienta muy utilizada tanto en niños como en en adultos, para que aprendan a manejar y a resolver conflictos, para que aprendan a decir que no ante propuestas que no quieren, a rechazar peticiones o a dar simplemente una opinión diversa al grupo”. Es importante hacerlo, explica, sobre todo porque en los niños “prevalece la impulsividad”, por lo que hay que ir enseñándoles asertividad “para que sepan defenderse o sepan expresarse de una manera correcta”.

Así llevan a cabo los psicólogos con los niños la técnica del sándwich

1º En la primera parte, “les enseñamos a empatizar con la persona con la que tenemos el conflicto, es decir, les hacemos ver qué es importante, saber cómo se siente la otra persona y no entrar de repente atacando o criticando, porque de esa manera el interlocutor se nos va a cerrar y no nos va a escuchar y es muy fácil acabar en discusión o en pelea. Consiste en decir, por ejemplo, ‘entiendo que te haya molestado esto’, ‘puedo entender que hoy no has tenido un buen día’... es decir, les enseñamos cómo algunas frases hacen que la otra persona esté receptiva para escucharnos”.

2º En la segunda parte, “meteríamos la crítica, nuestra opinión, nuestra negativa”.

3º En la tercera, “lo que hacemos es cerrar la conversación con una nueva propuesta, pero de manera positiva”, nos señala la psicóloga, que pone como ejemplo expresiones como: “espero que no vuelva a suceder esto, confío que la próxima vez estés más calmado, confío en que la próxima vez me tengas en cuenta en función de lo que haya sucedido...”.

Cómo seguir la ‘técnica del sándwich’ con los niños en casa

“La técnica, al ser muy sencillita y constar de unas partes tan estructuradas, permite que los papás puedan perfectamente trabajarla en casa”, asegura Loreto Charques. “Más que trabajarlo pueden ensayarlo, haciendo, por ejemplo, mucho  role playing ”, que no es más que hacer representaciones de situaciones reales o verídicas. “A los niños les encanta porque uno hace de niño enfadado o de profesor enfadado y el otro de sí mismo y, después, se intercambian los papeles”.

¿Y esto cómo se utiliza? “Normalmente empezamos los adultos a hacer la parte teórica de cómo defendernos, con la que le damos, por tanto, un modelo. A continuación, cambiamos los papeles: nosotros hacemos de persona enfadada y ellos de la parte que se tiene que defender y van siguiendo los pasos que les hemos estructurado”.

“Lo más importante es decirles que hay que comprender también cómo se siente la otra persona y que luego tenemos que decir todo aquello que pensamos y decimos, pero sin exaltarnos, sin enfadarnos”. Esta técnica es muy eficaz porque los niños se lo toman como un juego e interiorizan muy bien lo que deben hacer en situaciones similares; con ella se busca que, “cuando están en un momento de conflicto en el colegio, en el patio, en un parque... se acuerden de cómo lo han representado en casa”. Lo más sorprendente de todo es que, como nos asegura Charques, “lo ponen en práctica; mejor o peor, pero lo ponen en práctica”.

También “se pueden simular situaciones con muñecos o marionetas” con el mismo objetivo: “saber decir que no quiero hacer algo, que no quiero jugar a tal cosa que me están proponiendo o que no quiero hacer alguna trastada a otro niño como me están pidiendo”.

¿A partir de qué edad se puede aplicar la técnica del sándwich?

“A partir de los cuatro años los niños suelen tener ya un lenguaje expresivo y comprensivo bastante desarrollado”, señala la psicóloga. A esa edad, por tanto, “se les puede empezar a explicar cómo funciona y se lo explicamos a modo de juego”. Al ser una técnica “muy sencilla, podemos irla adaptando al nivel evolutivo de los niños, pues la comprenden bastante bien”.

Siempre, eso sí, “lo más importante es decirles que nos tenemos que defender sin criticar, sin ofender”, aunque habría que partir, en ciertas edades, de explicarles qué significa ofender y hacerles ver que “no se dicen palabrotas, que no hay que chillar y que lo tenemos que decir de manera tranquila”. Y esto es posible a partir de los cuatro años, que es cuando “ellos empiezan a comprender el concepto de explicar las cosas sin enfadarnos”. Todo esto influirá directamente en una mejora generalizada de su comportamiento, pues aprenderán a expresarse de manera adecuada, con menos enfados y rabietas.

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