En el momento de nacer es muy probable que sea el momento de nuestra vida en el que tenemos la piel más limpia, prácticamente inmaculada en la mayoría de los casos. Aunque existen manchas congénitas que se descubren en el momento de nacer, la mayoría de los bebés nacen sin manchas en la piel y es con el tiempo, a lo largo de la vida y por las influencias ambientales y por la influencia de las radiaciones solares, cuando van apareciendo manchas que aumentan en número y tamaño con la edad, tras la exposición al sol.
¿Por qué se produce la pigmentación de la piel?
La piel es el órgano del cuerpo de mayor tamaño. En el adulto tiene un peso aproximado de cinco kilos y una superficie de alrededor de dos metros cuadrados. Sus funciones más importantes están en relación a la protección ante agresiones externas y al mantenimiento de la temperatura corporal.
La mayoría de las manchas que aparecen en la piel están producidas por melanocitos, que son las células que contienen la melanina, el pigmento causante de la mayoría de las lesiones que aparecen en la piel. Aunque el origen de las manchas de la piel del recién nacido es diverso, las más frecuentes están provocadas por la melanina y por los vasos sanguíneos.
Tipos de manchas al nacer
1. De origen vascular
- Angiomas planos. Son mancha de color rosado, planas, sin relieve muy frecuentes en el recién nacido, que se suelen localizar en la frente (nevus flámeus) los parpados, la nariz, el labio superior y en la nuca. Se hacen más visibles cuando el niño llora al aumentar la presión intratorácica. Desaparecen de forma espontánea entre el año y los dos años de edad.
- Angiomas tuberosos o hemangiomas. A veces se descubren pasados unos días después del nacimiento, de color rojo o azulado y de variable tamaño, se pueden localizar e cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en la cabeza. La cultura popular los describe como antojos , pues los atribuyen a un antojo incumplido de la madre durante el embarazo. Crecen al principio de forma llamativa y, más adelante, se atrofian progresivamente, desapareciendo antes de los 4 ó 5 años.
- Manchas “vino de oporto”. De color rojo similar al vino que le da nombre, son manchas de variable tamaño que crecen a medida que lo hace el niño. Se engrosan y oscurecen con la edad. No desaparecen espontáneamente y, para que lo hagan, suelen necesitar tratamiento dermatológico o quirúrgico.
2. De origen pigmentario
- Manchas color “café con leche”. Son manchas pigmentarias de melanina, de color castaño claro de variables formas y tamaños. Son muy frecuentes. Aparecen al nacer o al poco tiempo y se localizan en cualquier parte de la superficie cutánea. Si el número de manchas es superior a 5 y tienen más de uno o dos centímetros de diámetro, el niño debe ser vigilado por un tiempo pues puede presentar más adelante una enfermedad ectodérmica, conocida como “Neurofibromatosis”.
- Nevus melanocíticos o lunares. Lesiones redondeadas de pequeño tamaño de bordes bien definidos, de coloración marrón obscuro casi negro. Están causadas por la proliferación de melanocitos. Aparecen al nacimiento o al poco de nacer y su evolución debe ser vigilada en la edad adulta.
- Mancha mongólica. Es una mancha de color negro-azulado que aparece al nacimiento localizada en la región lumbar y en las nalgas, única o múltiple y de diferente extensión. Está considerada como una lesión dérmica melanocítica caracterizada por la abundante presencia de melanocitos y debe su nombre a que es más frecuente en individuos de piel morena o de origen oriental. Desaparecen lentamente con el tiempo antes de los 3 ó 4 años y no precisan de tratamiento médico.
¿Cuál es el tratamiento que los pediatras prescriben para las manchas del bebé?
Las manchas de la piel del recién nacido siempre impresionan y ocasionan disgusto y temor en los padres y familiares, si bien hay que dejar claro que la gran mayoría de ellas son benignas, que suelen desaparecer de forma espontánea y en dependencia de su tamaño y localización, y que todas son tratables. En función del tipo de mancha, se recomendarán medicamentos específicos, radiaciones láser o cirugía convencional, que son los tratamientos más utilizados en estos casos.