Las distintas generaciones en las que se engloba a los niños y adolescentes se caracterizan por algún rasgo definitorio. Es así, por ejemplo, en la Generación de Cristal o Generación Z donde hay una marcada dificultad para tolerar la frustración y un mayor peso de las emociones en los nacidos tras el año 2000.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Otras circunstancias, como la gran trascendencia de las redes sociales, han hecho que otros grupos se vayan definiendo en virtud de pensamientos y actuaciones similares. Es el caso de la Generación 0,0, que comprende a los que han nacido entre el año 1996 y el año 2010; algunos de ellos son jóvenes y otros están en plena adolescencia. ¿Cuál es su singularidad?
Prefieren un modo de vida mucho más saludable
El rasgo más definitorio de la Generación 0,0 es su apuesta por la vida saludable, con todo lo que ello implica. Así, hay una conciencia clara por cuidar la salud física y mental.
En el último estudio Health Behaviour in School-aged Children (HBSC), que analiza cada cuatro años el bienestar de los jóvenes junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya se ve claramente esta tendencia. De esta manera, los pertenecientes a la Generación 0’0 son cada vez más conscientes de los riesgos que supone consumir sustancias nocivas para la salud, lo que les lleva a adoptar un modo de vida más sano, con la presencia de ejercicio físico y un cuidado más exhaustivo por la alimentación.
Un informe del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) confima que el consumo de alcohol entre estos jóvenes ha descendido un 10% entre 2016 y 2021. El consumo de tabaco también ha bajado un 8%, mientras que el de cannabis solo ha descendido un 4%.
“El empoderamiento de la salud es fundamental para capacitar a las personas a tomar decisiones informadas y responsables sobre su bienestar físico, mental y emocional”, indica María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare en España. “Es insipirador ver cómo cada vez más jóvenes están adoptando hábitos saludables, reduciendo el consumo de sustancias nocivas y mostrando mayor interés por su alimentación y actividad física”, insiste.
Los cuatro pilares de la Generación 0’0
La Generación 0,0 basa su equilibrio y su apuesta en la vida saludable en cuatro aspectos clave, que son los siguientes.
‘Mindful Drinking’
Se trata de un movimiento que busca modificar la relación con el alcohol, de modo que se aprenda a beber de forma más moderada y consciente. Así, alienta a los jóvenes a tomar decisiones informadas acerca de cuánto, cómo y cuándo beber. Esto permite cultivar una atención plena hacia el alcohol ingerido y así evitar situaciones de riesgo alto cuando el consumo es excesivo.
Apuesta por la actividad física
Según una encuesta de ESTUDES (donde se analiza el uso de drogas y otros comportamientos en la enseñanza secundaria), casi ocho de cada diez adolescentes entre los 14 y los 18 años realiza algún tipo de actividad física al menos una vez por semana. Los deportes muy dinámicos como el skate, el surf, el parkour o el crossfit son algunos de los que, más allá de los tradicionales, concitan el interés de las nuevas generaciones, ya que son muy dinámicos y les permiten ejercitarse a la vez que divertirse.
Actitud crítica frente a los modelos estéticos
Otra de las características de la Generación 0,0 es que sus miembros son capaces de mantener una actitud crítica y reflexiva frente a los modelos estéticos impuestos socialmente. Son jóvenes que han crecido con las redes sociales y con todo lo que ello implica, pero que han sido capaces de dar un paso atrás y cuestionar esos cánones por entender que no son realistas ni saludables.
Equilibrio entre el mundo virtual y el mundo real
Aunque la Generación 0,0 es eminentemente digital, han conseguido encontrar un equilibrio entre el ámbito digital y el ámbito real. Esto les permite acceder a información y mantener el contacto con personas que no están en su ámbito más cercano, pero sin olvidarse del contacto directo con los que tienen a su alrededor. No se trata de demonizar el mundo virtual, sino de integrarlo de forma saludable en el día a día.
Tal como destaca María Sánchez, de Cigna, “debemos seguir formentando el acceso a información relevante, promoviendo una cultura de hábitos saludables y apoyando a jóvenes en su camino hacia una vida saludable y plena a medida que crecen”.