Cómo enseñar a los niños a empezar a usar la agenda y por qué es importante hacerlo
Desde lo más básico a aquello en lo que es posible no caer en la cuenta; estos son, uno a uno, los pasos que todo estudiante de cualquier curso debe dar para sacar verdadero provecho a su agenda
Con el inicio o de las clases comienzan nuevos retos para muchos niños, especialmente para aquellos que cambian de etapa y dan sus primeros pasos en Primaria, en la ESO, en Bachillerato… El primer paso para que este curso sea un éxito, es que se organicen correctamente desde el primer momento; para ello, ayudarles a manejar su propia agenda será uno de los mejores regalos que les podemos hacer tanto en sus estudios escolares como de cara a la edad adulta. Y cuanto antes aprendan a hacerlo, mejor. Al principio necesitarán ayuda, que les vayan indicando cómo usarla. Lo ideal sería que, sobre todo en el caso de los más pequeños, se trabajara desde el propio colegio, que fuera el profesor quien les diera ciertas pautas sobre aquello que es imprescindible que apunten. En cualquier caso, esto es lo más básico que deben tener en cuenta:
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1. Que la tenga siempre presente y actualizada
Esto es lo primero que deben interiorizar: deben llevarla siempre en la mochila, abrirla nada más llegar a casa y tenerla siempre a mano en clase para poder apuntar cualquier dato. Parece sencillo, pero a ciertas edades y en ciertos alumnos no lo es tanto, de modo que, si ves que a tu hijo se le olvida a menudo, ya sea en clase o ya en casa, insiste y pensad juntos estrategias para evitar el olvido.
2. Enséñale cómo debe apuntar los deberes en ella
Debe ir apuntando absolutamente todos los deberes y trabajos que les vayan diciendo los profesores. Hay dos maneras de hacerlo, bien en la hoja del día en el que se lo dicen o bien en la fecha de entrega. La primera opción es de gran ayuda para saber que tiene que empezar a hacer la tarea en casa o a estudiar, pero deberá apuntarlo también en la fecha de entrega. Esto último será, por tanto, trabajo doble, pero si le resulta más útil así a tu hijo, será igual de eficaz.
3. Enséñale a que apunte todas las fechas importantes, desde exámenes a fiestas de cumpleaños
Es otro de los aspectos fundamentales en el uso de la agenda. En cuanto sepa una fecha, debe automatizar el acto de apuntar fechas. Por supuesto, es importante hacerlo con los exámenes o con fechas de entrega o presentación de trabajos, pero también con otros asuntos, como celebraciones de cumpleaños, excursiones, visitas al médico… Aunque esté convencido o convencida de que algunas actividades más especiales no las va a olvidar, debe irse acostumbrando a apuntar esas también.
4. Su horario de clases, muy presente
También es importante que, al comienzo o al final de la agenda, tenga su horario apuntado, tanto en lo que a las clases de la jornada escolar se refiere como de extraescolares. Le ayudará a tener claras las rutinas, así como a organizarse con la prioridad de los deberes y el estudio y, en torno a las extraescolares, para planificar mejor su tiempo fuera del centro escolar.
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5. Que planifique en ella su tiempo de estudio y de hacer deberes
Una vez que ya tiene claro todo lo anterior, viene la parte más difícil, pero también a la que le puede sacar mayor partido: que la agenda le sirva para planificar su tiempo de estudio. Le ayudará a ser más consciente de cuándo está más ‘despejado’ para estudiar cada día (por ejemplo, nada más llegar a casa o, quizás, después de merendar). Autoimponerse el horario que dedica a cada asignatura, bien diariamente o bien en función de los deberes o exámenes le favorecerá una mayor eficacia. También deberá programar tiempos de descanso. Lo mejor de todo es que irá interiorizando esta manera de trabajar y le será de gran ayuda para aprender a manejar su tiempo, algo que, seguro, repercutirá en un mejor rendimiento académico.
6. Que apunte las notas de exámenes y trabajos
Ir apuntando las notas de trabajos y exámenes, le ayudará a visualizar su propia evolución, a ser consciente de sus fortalezas y de aquello que debe trabajar más. Si, a medida que transcurre el curso escolar, va observando él mismo o ella misma cierta mejora, será una gran motivación. En caso contrario, le puede servir para entender que debe cambiar su planificación de estudio o analizar por qué está ocurriendo con ayuda de los profesores y de sus padres.
7. Apuntar todo tipo de información
Más allá de los deberes, de las fechas de exámenes y entrega de trabajos que citábamos anteriormente, le será enormemente útil apuntar todo aquello que considere necesario. Por ejemplo, los profesores suelen avisar en clase aquellos contenidos que son más importantes y que es probable que ‘caigan’ en examen. Apuntarlo para estudiar con más dedicación esas partes o para repasarlas justo antes del día del control, le puede servir para subir la nota del mismo.
8. Revisa con tu hijo sus primeros pasos con la agenda
Aunque a los adultos nos parezca fácil llevar a cabo todas estas recomendaciones con la agenda, para los niños no suele serlo tanto. Son muchos datos a apuntar y muchas rutinas a interiorizar y, especialmente en los primeros años, les costará hacerlo. Por eso es importante que revises cómo lo va haciendo, lo que anota en ella y, por supuesto, el caso que hace a esas anotaciones. Dale la enhorabuena si lo hace correctamente para incentivar a que siga haciéndolo así y, cuando sea necesario modificar algo, explícale de nuevo la manera adecuada de hacerlo, resaltado aquello que sí está haciendo bien.
9. Fomentar su autonomía en el uso de la agenda
A medida que va interiorizando los pasos a dar y que va haciéndolo bien por sí mismo, procura darle aire. Que sea él mismo quien se autogestione y vaya comprobando los errores que pueda ir cometiendo. Será una manera muy eficaz de sentirse autónomo y, sobre todo, de ir adoptando responsabilidad en sus estudios.