La vuelta al cole comienza esta semana. Los días previos (y, en ocasiones, las semanas previas), son días de preparativos: supervisión del material escolar y del uniforme o ropa para ir al cole, comprar libros de texto y el material que no sirva del curso anterior, matrículas e inscripciones en extraescolares, organización de la agenda para apuntar reuniones, días sin cole, horarios… Toda una planificación que sigue recayendo mayoritariamente en las madres. De hecho, ocurre así en el 58% de los hogares con hijos en edad escolar, en los que las madres preparan la vuelta al cole sin ningún tipo de ayuda ni implicación del resto de la familia, según la última encuesta realizada por la empresa de productos personalizados Stikets. “No nos sorprende”, nos comenta Laura Baena, fundadora y CEO del Club de Malasmadres y una de las primeras en alzar la voz en torno a la problemática de la sobrecarga mental de las madres.
“Las tareas de planificación y organización generan muchísima carga mental en las mujeres”, asegura. “Además de ser nosotras las principales responsables, son tareas invisibles, con poco reconocimiento social, que parecen que no suponen tiempo y esfuerzo porque no se pueden contabilizar, es decir, tú estás trabajando y eres la que recibes la llamada del colegio, la que tiene que enviar la solicitud, recoger los libros o hablar con la tutora”. En este sentido, Baena nos aporta “un dato interesante” que visualiza esta realidad: “solo un 7% de los padres se responsabiliza de los requerimientos del colegio, según nuestro estudio El coste de la conciliación, en el que estudiamos el alto coste emocional, económico y personal que tiene en las mujeres madres la falta de corresponsabilidad”.
¿Qué implica esta situación en los hijos?
Que los hijos vean que es siempre su madre la que se encarga de todo acaba influyendo en su manera de entender los roles de género. Por eso, si queremos educarlos en la igualdad y en la corresponsabilidad, “tenemos que trabajarla en casa y no solo con la pareja, sino con ellos también”, siendo muy conscientes de que “no hay mayor ejemplo que el que damos en casa a nuestros hijos e hijas”.
“A partir de cierta edad, los hijos y las hijas deben responsabilizarse de la organización y planificación de la vuelta al cole, encargarse de sus materiales, de tener todo preparado”, lo que además servirá enormemente para su propio desarrollo personal. “Ya lo decía mi amiga y experta Noelia López Cheda: ‘no seas la agenda de tus hijos’. Tenemos que compartir la responsabilidad, delegar y confiar porque será bueno para nuestra salud mental y también para su autonomía”, la cual es, por otra parte, uno de los pilares para la formación de una sana autoestima en los niños. “Y por supuesto implicar a la pareja si queremos educar en igualdad e ir sembrando un futuro donde no seamos las madres las eternas cuidadoras en soledad”.
La organización familiar debería ser como la de una empresa
“Evidentemente la vuelta al cole y la soledad que sienten muchas madres en la crianza y educación suma estrés”, indica Laura Baena, que destaca que viene, además, justo después de “una de las épocas más complicadas” para muchas familias: el verano. “Creo que el mayor estrés que sufren las madres es cómo conciliar en verano”; por eso “desde el club lo llamamos con humor los juegos de la conciliación ” porque “la conciliación a día de hoy es un privilegio para aquellas familias que tienen la suerte de contar con el apoyo de abuelas y abuelos o que pueden destinar recursos a pagar campamentos o cuidadores”.
Por eso la corresponsabilidad es una cuestión de primer orden a solucionar, “un problema que implica un cambio en el compromiso de los hombres, de las empresas y del Estado”. Y el Estado debe implicarse porque son los gobiernos, dice, quienes tienen en su mano la capacidad de “aprobar políticas públicas efectivas en materia de conciliación”, así como de “revisar el modelo laboral que tenemos, que da la espalda a los cuidados y por supuesto a las madres” y cuya consecuencia directa es que “6 de cada 10 mujeres renuncian por ser madre”; esto hay que frenarlo”.
La solución primera en cada casa pasa por delegar. ¿Deben las mujeres aprender a delegar? “Yo creo que todas las mujeres sabemos delegar si la otra parte se responsabiliza como debe”, es decir, la ‘delegación’ es cosa de dos. “La mayoría de los padres, según nuestros estudios y experiencia en talleres de corresponsabilidad, son padres ejecutores: hacen lo que les dicen sus parejas”, asegura la experta. “Creo que tenemos que pasar a exigir, a trabajar calendarios comunes, a dividir tareas y organizarlo como si de una pequeña empresa se tratara”. Para ello, es necesario “poner normas en materia de cuidados y tareas doméstico-familiares para toda la familia”, así como “agendar responsabilidades, marcar horarios y poner responsables por tareas”.