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Niños

¿Cómo saber si tu hijo está listo para dejar el pañal? Requisitos neurológicos para lograrlo

Comenzar antes de tiempo carece de utilidad práctica y, además, puede conllevar un estrés añadido a las familias y malestar innecesario en el niño


4 de septiembre de 2023 - 18:00 CEST

Llega septiembre y, con él, las prisas para muchas familias cuyos hijos van por primera vez al colegio y les exigen que, con 3 años (y muchos, aún con 2), ya no usen pañal. Algunos papás y mamás habrán comenzando a ‘entrenar’ a su pequeño en verano y no todos lo habrán logrado. ¿Por qué? ¿Es que tiene el niño o la niña un problema? En absoluto. “Es una cuestión del grado de maduración”, como indica Remo H. Largo, pediatra y ex director del Departamento de Crecimiento y Desarrollo del Hospital Infantil de la Universidad de Zúrich, en su libro ‘Primeros pasos’. “Hoy en día, la mayoría de los padres empiezan a educar a sus hijos e hijas en el control de esfínteres cuando los niños tienen dos años”, pero… “¿cuándo es el momento adecuado para iniciar esta educación?”.

Pues lo más importante a tener en cuenta es al propio niño: “los padres deberían esperar hasta que su hijo les muestre con su comportamiento que está preparado para dejar los pañales”. Parece obvio, pero la realidad es que, si el pequeño tarda más de lo esperado, muchas familias se empiezan a impacientar. Algunas, por inseguridad, preguntándose por qué su hijo ‘tarda’ tanto en controlar sus esfínteres; y otras muchas, porque no les queda más remedio de cara al inicio del primer curso escolar en el colegio, como decíamos. ¿Cómo podemos, entonces, darnos cuenta de que el niño o la niña está preparado para comenzar la llamada ‘operación pañal’?

Requisitos neurológicos de niños y niñas para dejar el pañal

Los niños, por pequeños que sean, demuestran de un modo u otro cuándo están preparados para dejar el pañal, que requiere una madurez neurológica que vendrá antes o después en función de cada uno: así, por un lado, lo más básico es que haya desarrollado la suficiente madurez motora como para ser capaz de controlar los músculos de la vejiga y el recto y que, por tanto, puede ejercer ejercer la voluntad y realizar la contracción muscular necesaria para retener la orina.

Para que esta madurez motora se dé, deben desarrollarse previamente ciertas habilidades cognitivas, relacionadas, en parte, con la comunicación. De manera más simple, veremos que nuestro hijo o nuestra hija está preparado para comenzar la operación pañal en los siguientes casos:

  • Puede permanecer sentado varios minutos
  • Es capaz de seguir instrucciones básicas
  • Sube escaleras con ayuda
  • Ha desarrollado la visión del propio esquema corporal y distingue distintas partes del cuerpo
  • Sabe saltar con los dos pies a la vez
  • Ha desarrollado la suficiente motrocidad fina como para coger objetos con una mano y como para subir y bajarse el pantalón
  • Comprende lo que significa ir al baño y, en consecuencia, entiende los conceptos de ‘pis’ y ‘caca’ y sabe diferenciarlos
  • Hace gestos, conscientes o inconscientes, indicativos de que quiere ir al baño, como cruzar las piernas o tocarse el culete
  • El pañal permenece seco durante varias horas, en torno a 3 ó 4
  • Tiene iniciativa propia, es decir, que pide ir al baño o que le cambien el pañal. No siempre se da, pero es, sin duda, una señal inequívoca de que el pequeño está preparado: “un niño que ya tenga este impulso podrá dejar los pañales en poco tiempo”, asegura H. Largo.

Una vez que el niño ha alcanzado esos hitos del desarrollo, se le puede comenzar a entrenar o educar para el control de esfínteres. Sin embargo, no implica que, por el hecho de estar preparado, ya no moje el pañal; lo más habitual es que siga haciéndolo, pero que (ahora sí), sus adultos de referencia podrán acompañarle y guiarle para poder dejar el pañal.

Niño con pañal© GettyImages

¿Sirve de algo comenzar la ‘operación pañal’ antes de tiempo?

Comenzar la operación pañal antes de que el niño esté preparado de manera fisiológica para ello no implica que este logre controlar los esfínteres a una edad menor, según se extrae de un amplio estudio que el Hospital Infantil Universitario de la Universidad de Zúrich llevó a cabo entre 1954 y 2005 en el que “se analizó exhaustivamente el desarrollo de más de novecientos niños y niñas desde el nacimiento hasta la edad adulta”.

Este estudio, en el que se basa la tesis de Largo, es muy útil para entender que no sirve de nada la premura ni la antelación en lo que a dejar el pañal se refiere, ya que en los años 50, cuando era necesario lavar los pañales cada vez que se manchaban para reutilizarlos, “un 32% de los padres ponían a sus hijos en el orinal cuando tenían seis meses; a los nueve meses, la proporción era del 64%, y a los doce meses, del 90%”, según señala el experto. Con el paso del tiempo, a medida que las lavadoras iban estando en todos los hogares y, sobre todo, con la aparición de los pañales desechables, el inicio la operación pañal se acabaría retrasando una media de un año.

Pues bien, la conclusión es que “los enormes esfuerzos que hacían los padres hasta los años 60 para que sus hijos aprendiesen a controlar los esfínteres no daban los resultados esperados”, puesto que “no dejaban de usar los pañales a edades más tempranas en comparación con la edad a la que lo hacían los niños en los años 80”.