Acaba agosto y la ‘vuelta al cole’ ya casi está aquí. Temida por muchos y ansiada por otros, en todo caso implica poner fin a las vacaciones de verano y el regreso a la rutina. ¿Cómo lo viven Cristina Boscá y su familia? Hemos charlado sobre ello con la presentadora del programa ‘Anda ya’, de Los 40 Principales. Madre de dos niños, Gabri, de 5 años, y Álex, de 2, nos cuenta cómo la distinta personalidad de sus pequeños les hace afrontar la situación de manera completamente opuesta. Ella, por su parte, comenta que lo vive con ganas, a pesar de estar disfrutando de unas vacaciones “idílicas”, pero que cuando comenzó su andadura por la maternidad no era así porque le daba “mucho vértigo” separarse de su hijo.
¿Cómo se vive en tu casa la vuelta al cole? ¿Con ganas e ilusión o con rechazo?
La vuelta al cole en mi casa se vive con mucha ilusión en general, pero sobre todo por mi parte. Y es que creo que tengo mucha suerte por dos cosas: la primera porque tengo un trabajo que me alucina, me encanta volver a él, lo echo de menos en vacaciones y tengo muchas vacaciones; cinco semanas cada año, por lo que me da tiempo a echarlo de menos, entonces es muy guay. ¿Qué pasa? Que yo intento transmitir toda esa energía positiva y esa alegría que me da volver al trabajo y se percibe de diferentes maneras, es decir, entre mis hijos hay dos carácteres: uno, que es el de Gabri, que no le apetece nada volver al cole, y eso que le gusta muchísimo su profesora, sus compañeros… Está súper ilusionado en realidad, pero ganas, lo que se dicen ganas, no tiene, y encima han tenido también ellos a su vez mucha suerte, porque no han ido a ningún campamento, han estado, desde que se quedaron sin clase de vacaciones hasta que vuelven a las clases, siempre quedándose con mamá o papá, abuelos, abuelas…; y Alex, que es la pequeña. Va a empezar el cole de mayores y, a parte de que es una motivada de la vida como yo, y que le encanta el cole, está ultrailusionada y me decía que quería ir a Madrid, que quería empezar el cole… Así que esas dos opciones las tenemos en casa.
¿Siempre ha sido así o ha ido variando en cada curso?
Ha ido variando en cada curso. En mi caso, por suerte - jo, repito mucho lo de la suerte, pero es que así lo siento- llevo muchos años trabajando en Anda ya, en Los 40, y siempre tengo este tipo de vacaciones y la ilusión por volver. Ha ido cambiando a nivel personal porque claro, antes no tenía niños, y ahora con niños es distinto. El primer año con niños me daba mucho vértigo separarme de él y lo pasé muy mal porque tenía mucha ansiedad. Además notaba que él era ultra dependiente, no como la pequeña, que es muy extrovertida, y lo pasaba mal, no me hacía mucha ilusión la vuelta al cole. Pero cada vez se van haciendo más mayores y es diferente. Alex es ultra fácil, le encanta ir al cole, estar con amigas, no me echa de menos, y Gabri, se va adaptando poco a poco, tiene también una profesora espectacular, que este año la va a volver a tener y eso ayuda muchísimo.
¿Y tú? ¿Cómo la vives? ¿Con alivio de volver a las rutinas, con pena porque implica compartir menos momentos con tus peques… o de todo un poco?
A mí, sobre todo, me puede la alegría, porque como madrugo tanto, no los llevo al cole, pero sí que los recojo y, a partir de ahí, ya me paso la tarde entera con ellos hasta que los acuesto. Paso mucho mucho tiempo con ellos, me gusta mucho. No siento que en invierno esté menos con ellos, es diferente, obvio, me flipan las vacaciones, me lo estoy pasando súper bien con ellos, pero también disfruto mucho entre semana con la rutina. La verdad que no piden de más ahora pero obviamente son niños, están caprichosos, cansados, se saltan las normas y, por lo tanto, se piensan que se las pueden saltar todas. Están más caóticos que de costumbre; sí es verdad que cuando están metidos en la rutina son más fáciles, pero bueno, tampoco pasa nada.
© Cristina Boscá¿Cómo los preparas para la vuelta al cole? ¿Empiezas a cambiar rutinas unos días antes o se modifica de un día para otro?
Pues a ver, mi intención, en cuanto a cómo preparo la vuelta al cole, es tener una semana mínimo, de ya una rutina y de acostarlos antes. ¿Qué sucede? que como somos muy disfrutones pues nos cuesta también, es difícil, pero bueno si que lo intentamos. Y luego, Juanan [su marido] es como más de hacerlo de un día para otro, entonces, tenemos que ponernos de acuerdo un poco. Pero vamos, yo soy partidaria de prepararles con tiempo.
¿Dejas listo todo el material escolar en junio, antes de acabar las clases, o lo dejas todo para septiembre?
Sobre el material, ni una cosa ni la otra. No lo hago nada más acabar porque estoy muy saturada de todo y necesito desconectar, pero ya cuando llevo un par de semanas de vacaciones, empiezo a mirar todo lo que necesitamos y empiezo a prepararlo. De hecho, ya tengo los libros, las mochilas, y todo, bueno ya tengo casi todo listo, me falta lo de la pequeñita, que es su primer año de cole y todavía no han anunciado exáctamente qué es lo que necesita y lo prepararé en septiembre, pero vamos, es fácil.
Tus hijos aún son pequeños, pero hay algunas cositas que se pueden ir trabajando con ellos, sobre todo, con Gabriel: ¿eres de la opinión que en verano hay que “reforzar” conocimientos o es mejor descansar? ¿Cómo lo habéis hecho en vuestra familia este verano?
Pues yo soy partidaria, que en verano aprendan otro tipo de cosas, que no tengan nada que ver con lo académico, pero sí que sea productivo. Mira, por ejemplo, desde la cosa más simple que es que les tengo que obligar a ir a la playa, por ejemplo, porque prefieren siempre la piscina, pero una vez están en la playa, disfrutan de la naturaleza, y aprenden muchísimo más. Son cosas de la vida que no tienen nada que ver, como digo, con lo académico, pero son igual de importantes. Entonces, sí que les elijo juegos, y compro cosas que sean estimulantes. Ahora Gabri está obsesionado con la robótica y, de hecho, justo en verano hemos tenido tiempo para poder hablar y pensar y lo he apuntado, pensando en él y hablando con él, a un curso de robótica para el año que viene. Una extraescolar con la que está súper ilusionado, y como sabía que le interesaba, pues se lo dije a un amigo mío que da cursos de robótica, estuvimos con él, nos estuvo explicando y bueno, es algo que es productivo, y que está aprendiendo cosas…
No estamos en modo pantallas, evito las pantallas todo lo que puedo, pero tampoco es machacarle con escritura, lectura… Bueno, todas las noches leemos, y pues eso, también intento estimular que leamos algo más profundo, más complejo, que ya no sean los libros de tan bebés. Estamos leyendo El diario de Greg, por ejemplo, que es una novela para niños, infantil-juvenil, que ya tiene un proceso más largo, una lectura de varios días, y no sé, intento hacer cosas que aporten sin ser súper serias y experimentar, sobre todo, experimentar. También el aburrimiento; intento que se aburran y que, a raíz de aburrirse descubra cosas, se asombre con la naturaleza. Es muy bonito decirle, y es muy bonito hacerlo, porque luego es “Mamá me aburro, mamá me aburro”, y es cómo “ya, pero vamos a estar aquí y esto es lo que vamos a hacer”. Le ayudo a pensar cosas, le hago preguntas, jugamos mucho a juegos como el veo veo o juegos de películas o el teléfono escacharrado… Intento que sean cosas que no tengan que ver con ningún juguete o ninguna pantalla.
¿Y sobre las extraescolares durante el curso? ¿A cuántas más, mejor o lo suyo es minimizar tiempo dedicado a ellas? ¿Has apuntado a alguna a tus hijos?
Sobre las extraescolares, este año, a final de curso le apunté martes, miércoles y jueves a cosas, y le he quitado una del jueves que teníamos para hacer lo de robótica, pero sí que va a ir estos días. Me parece súper importante el deporte. Va natación el martes, el miércoles patines, y el jueves robótica. El lunes, que es el día más duro, y los viernes, que ya solemos hacer planes por la tarde nosotros, no tiene extraescolares, y bueno la pequeña quiere ir de lunes a viernes a cosas, que ya me lo ha dicho. Es que es increíble; tiene dos años y quiere ir a todo… Dos años y medio y es “mamá yo quiero ir a todo”. Ya le he dicho que no, que de martes a jueves.
© Cristina Boscá¿Cómo te organizas para llevarlos y recogerlos del cole, teniendo en cuenta que el programa empieza a las 6 de la mañana?
Como yo madrugo mucho, efectivamente, no puedo llevarlos al cole. Los lleva su papá, y yo los recojo siempre. Así nos organizamos y es guay porque así los dos disfrutamos de una parte bonita. Sí que es verdad que yo salgo ganando porque es más fácil recogerlos que llevarlos, que a veces es muy pesado porque no quieren ir al cole o tienen sueño o les pasa algo, pero la recogida siempre es un éxito.
¿Cómo afrontáis, durante el curso, el día a día? ¿Qué hacéis cuando salen del cole o de la escuela infantil?
Cuando los recojo, siempre vamos al parque. o lo intento, porque el mayor siempre quiere irse a casa y poner dibujos… Es la lucha que tengo con él cada día. Y la pequeña no quiere entrar en casa, entonces, intento que sea el plan y ya está establecido así, entre semana no hay tele. El plan suele ser: los recojo del cole, me los llevo al parque hasta que se cansan un poco, ya me los llevo a casa, duchita, y a veces propongo un poco de dibujos, también por mi salud, pero intento que no haya dibujos entre semana y, sin duda, no más tarde de las siete porque si no luego no duermen. A las ocho y media cena y a las nueve a la cama, pero son súper nocturnos mis hijos, aunque a mí me rompen muchísimo porque yo madrugo un montón, y a veces se duermen a las diez y nos pasamos una hora en la cama. La verdad que es con lo que más sufro porque les digo siempre “cada uno tenéis que escoger un cuento” y claro, luego quieren leer más, quieren beber leche y todo eso es como “no no, os he dicho que la leche después de cenar, es solo un cuento”. Es complicado, pero así pasamos los días entre semana.
¿Qué es, para ti, lo mejor de la vuelta al cole?
A ver, es que se está tan bien de vacaciones... Pero creo que lo mejor es volver a trabajar, que me encanta, y ver cómo los peques van aprendiendo cosas y mejorando y creciendo. Verles crecer y aprender, no sé, me gusta… Me gustan las rutinas, pero las vacaciones están siendo idílicas.
